La técnica infalible para superar el miedo a volar: los trucos de la gente que sabe de aviones de verdad

Ha llegado el momento de parar y recargar las pilas. De desconectar y disfrutar del fin de semana con un pequeño viaje. Por qué no, a una de esas islas paradisíacas que prometen tanta diversión como descanso. Pero hay un problema: no hay un barco lo suficientemente rápido en el universo para llevarte y traerte. Así que toca subirse a uno de esos aviones que, como has viso en infinidad de películas, no hacen más que estamparse contra el suelo. Por lo que, una vez más, decides que no vas a ir. Tus amigos te esperan en el aeropuerto, pero tú te vas a quedar otra vez en tierra.

Sentir nerviosismo antes de subirse a un avión es absolutamente normal. No tanto sufrir un miedo irracional ante la simple idea de montarse en cualquier cosa que despegue del suelo. O lo que es lo mismo, padecer aerofobia.

Según ha observado la Universidad de Leiden, es mucho más común de lo que parece. De hecho, llega a afectar desde un 10 a un 40% de la población adulta. Pero hay una buena noticia: como sucede con todas las fobias, se puede tratar. Y lo que es más importante, superar.

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Cómo se manifiesta el miedo a volar

Da igual que tengas aerofobia. Tu trabajo, o la circunstancia que sea, te obliga a subirte a un avión. Y ya desde el mismo momento en que te informan de que, sí o sí, tendrás que volar, tu corazón se acelera, empiezas a sudar y tu estómago se descompone. Sufres un cuadro típico de ansiedad. Tu mente empieza a divagar con la posibilidad, cuando no con la certeza, de sufrir un accidente aéreo. Aunque el riesgo de que vaya a pasar sea prácticamente nulo.

Piensa que es la forma más segura de viajar

Volar, como ya ha destacado Superman en sus películas, es la forma más segura de viajar. Según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), en 2017 surcaron los aires de todo el mundo más de 36,7 millones de aviones que trasportaron a su destino a más de 4.100 millones de viajeros. Y de todos estos vuelos se registraron un total de 1.597 accidentes aéreos que ocasionaron la muerte de 677 pasajeros.

Alex Gervash, piloto profesional y psicólogo especializado en terapia de la aerofobia, explica que «estadísticamente hablando, la probabilidad de estar involucrado en un desastre aéreo es de una entre 40 millones».

Pero no importa. Es un miedo irracional y «aunque estas cifras y estadísticas supongan el menor riesgo que afrontarás en tu vida, es una información que, muy probablemente, no te ayudará a curar tu aerofobia», reconoce Gervash.

Tienes que dejarte llevar

En realidad, no es una única fobia. Subirse a un avión también puede despertar un miedo irracional a los espacios cerrados –claustrofobia– y/o a las alturas –acrofobia–. También a lo desconocido. Todo lo que ocurre entre que te abrochas y desabrochas el cinturón de seguridad está fuera de tu control. Lo que también sucede cuando te subes a un tren o a un autobús, cuyas tasas de siniestralidad son mayores.

No te preocupes, no es «ese» vuelo

Pero por muy minúsculo que sea, siempre existirá un riesgo de que tu avión caiga. Te preguntas: ¿y si mi vuelo es «ese» vuelo? Lo que no tiene ningún sentido. Como refiere Gervash, «si adoptas este enfoque en la vida, deberías preguntarte lo mismo cada vez que sales a la calle y dejas de la seguridad de tu apartamento. Un enfoque totalmente inútil al que recurrimos porque nos hace sentir que nuestro miedo es, en realidad, lógico».

Cómo superar tu miedo a volar

Acaban de avisar que tu avión despegará en unos momentos. ¿Estás preparado para volar? ¿Has superado ya tus miedos a surcar los aires y disfrutar del viaje con tus amigos? No. Piensas todavía en huir del aeropuerto. Te contamos lo que recomiendan los expertos para ayudarte a vencer tu aerofobia de una vez por todas:

• La clave está en distraerse, en ocupar la mente para que deje de atosigarte con esas ideas tan macabras de aviones desplomándose. ¿Has consultado el menú de películas? También puedes leer un libro o una revista. Y ya puestos, ¿por qué no aprovechas para hacer unos estiramientos? También puedes dar pequeños paseos.
• No te avergüences de tu aerofobia. Comparte con tus amigos que tienes miedo. Que sientes ansiedad. Te reconfortarán. Y si viajas solo, coméntaselo al personal de vuelo: son profesionales entrenados para ayudarte a vencer ese miedo que, recuerda, no tiene ninguna razón de ser.
• Aquí la felicidad es el destino, no el viaje. Se trata de descansar, no de menearse en un tubo de metal mecido por pequeñas turbulencias. Visualiza lo bien que lo pasarás cuando hayas aterrizado. ¡Ya llegas!
• Nada de alcohol, que te pondrá aún más nervioso. Ya disfrutarás de los cócteles cuando llegues al hotel. Y cíñete al menú que te ofrece el vuelo: rico en proteínas y bajo en carbohidratos que te llenarían de energía y te harían sentirte más agitado.