El color de tu ropa puede aumentar tu autoestima, así lo explican los expertos

Vestir de rojo transmite fuerza y seguridad. Ese es el poder que pueden llegar a tener en tu autoestima los colores con los que te vistes. Así lo explica la psicología del color, una teoría según la cual los colores afectan, en términos generales, a las emociones. «Las demás personas nos perciben de una manera determinada en función de los colores que utilizamos, no sólo en la vestimenta sino también en los complementos», asegura Ana Sierra, psicóloga y experta en meditación. Esta teoría se materializa, por ejemplo, cuando no has pegado ojo en toda la noche y te levantas con mala cara. ¿Qué haces para verte mejor? Seguramente una de tus alternativas infalibles sea pintarte los labios de rojo.

Los colores que te rodean en tu día a día tienen un trasfondo emocional, explica Sierra. Es por ello, que muchas veces tu estado de ánimo influye a la hora de elegir el color de tus uñas o el vestido que te vas a poner.

«Esta psicología del color pertenece al área de la psicología del comportamiento, que es un área muy estudiada y que se utiliza incluso en marketing o publicidad», asegura la experta. En términos generales, los colores cálidos como, por ejemplo, el rojo, el amarillo o los marrones, suelen ser activadores. Por otro lado, los colores fríos, es decir, los azules, verdes o violetas, generan serenidad y calma.

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Cómo influye la psicología del color en tu estado de ánimo

Esta teoría aplicada a nuestro estado de ánimo también tiene sus pros y sus contras, explica la psicóloga. Con ello no quiere decir que existan colores buenos o malos, sino que esos colores también pueden generar emociones completamente opuestas. En el caso del rojo, cuenta Sierra que, al igual que puede transmitir «fuerza, poderío, o sensación de visibilidad, también es un color que, en su otra cara, transmite ira«. Se trata de un tono agresivo, afirma. Y es por ello que, dependiendo del ámbito para el que lo uses puede verse inapropiado. Por ello, también es el más utilizado en eventos en los que los asistentes estén alerta, despiertos y activos. Por eso debes prestar atención al mensaje que quieres transmitir en cada ocasión y conjugarlo de la manera correcta con tu vestimenta.

Lo mismo ocurre con las tonalidades frías. En el caso de los azules, verdes o violetas, también encontrarás un trasfondo con doble cara. Explica Sierra que, al igual que «por un lado transmiten calma, serenidad, pero por otro lado pueden transmitir tristeza, o un nivel de energía baja».

«También es importante cómo se combinan los colores para conseguir ser más llamativos o causar un efecto transgresor. Puedes mezclar, por ejemplo, un rojo con un verde, que son opuestos (uno es cálido y el otro frío). Se trata de conseguir un choque de colores con los que conseguirás una fórmula que te haga sentir más moderno o llamativo», explica la psicóloga.

La teoría de la psicología del color es una gran herramienta para aumentar tu autoestima con la ayuda de tus looks. Igual que te pintas los labios cuando has pasado mala noche o quieres conseguir un efecto buena cara, también puedes conseguir este efecto con la ropa que te pones.

Para ello, tienes que elegir colores que te aporten luz, seguridad o que te favorezcan, según tu tono de piel, color de ojos o de pelo. «No sólo elegimos la vestimenta para subirnos el estado de ánimo y cambiarlo, sino que también nuestro estado de ánimo nos ayuda a elegir la vestimenta», asegura la experta.

De esta manera también funciona la colorimetría. Una ciencia que, aplicada a la moda, consiste en elegir tus outfits más allá de tus gustos o de las tendencias y apostar por lo que mejor te sienta. Es decir, vestir con los colores que realzan tu físico.

Por otro lado, los colores también se usan como un concepto cultural. Algunos ejemplos son las bodas o los funerales. En las bodas, las novias siempre van de blanco. Esto se debe a que «transmiten luz, pureza y están asociados a la virginidad», explica Sierra.