A todas horas estás usando tu memoria a corto plazo, aunque no te des cuenta. FOTO: Unplash.
MENTE
Por qué es tan importante la memoria a corto plazo: los trucos para ejercitarla y recordarlo todo
Cada día te enfrentas a pequeños retos que ponen a prueba tu memoria a corto plazo. Es el momento de que descubras cómo la puedes fortalecer.
Por María Corisco
15 DE NOVIEMBRE DE 2024 / 13:37
Es fácil que no seas consciente de ello, pero en tu día a día hay infinidad de situaciones que requieren que memorices una información durante un breve espacio de tiempo, transcurrido el cual puedes tirar dicha información a tu papelera cerebral. No le das importancia porque es apenas un visto y no visto, pero que funcione mejor o peor puede simplificarte un montón de pequeños retos cotidianos.
Se conoce como memoria a corto plazo, y con este término se alude en neurología a la capacidad que tiene el cerebro para retener y procesar información de forma temporal, generalmente durante un periodo de entre 15 y 30 segundos. Al contrario de la memoria a largo plazo, que guarda información de manera duradera, la memoria a corto plazo es momentánea y actúa como un almacén de trabajo que te ayuda a manejarte de forma rápida y eficiente.
La agilidad de este tipo de memoria te permite almacenar una cantidad limitada de información por un breve periodo y es fundamental para muchas actividades que requieren procesamiento inmediato:
- Al recordar un número de teléfono momentáneamente hasta que lo anotas o marcas en el móvil.
- En conversaciones, para retener lo que acaba de decir tu interlocutor y poder responder de manera coherente.
- Mientras lees o sigues instrucciones, para retener información clave mientras la procesas o la ponemos en práctica.
- En notificaciones por SMS, cuando tu banca móvil o una app te envía un código que debes introducir a continuación.
La magia del número 7
Uno de los científicos más influyentes en el estudio de la memoria a corto plazo fue George A. Miller, un psicólogo estadounidense conocido por su investigación sobre la capacidad de esta memoria, quien en 1956 publicó un estudio que fue un hito en este campo. En este trabajo, Miller vio que la capacidad de esta memoria tiene límites específicos, y propuso que el ser humano puede retener aproximadamente siete elementos en su memoria a corto plazo, con un margen de variación de dos elementos (es decir, entre cinco y nueve). Este hallazgo se conoce popularmente como el número mágico siete, y sin darte cuenta lo utilizas constantemente:
- Recordar un número de teléfono. Los números de teléfono se suelen dividir en bloques de 3 o 4 dígitos, lo que facilita recordar los números al agruparlos en unidades más pequeñas y respetando el límite de siete elementos. Lo mismo ocurre con el número de cuenta corriente, o la numeración de tu tarjeta bancaria, que siempre aparecen en bloques que ayudan a su memorización temporal.
- Listas de compras. Si tienes que recordar artículos para comprar sin anotarlos es habitual que los agrupes en categorías. Por ejemplo, frutas, vegetales, lácteos y carnes constituyen cuatro categorías en lugar de diez elementos sueltos, y con ello ayudas a que la lista se mantenga dentro del rango de elementos recordables.
- Instrucciones breves. Al dar instrucciones, es frecuente limitarse a entre cinco y siete pasos. Por ejemplo, “gira a la derecha, sigue recto, toma la primera salida, y gira a la izquierda” usa un número de indicaciones que facilita recordar y ejecutar la secuencia sin olvidar detalles importantes.
El estudio de Miller ha tenido aplicaciones prácticas en educación, diseño de información y uso de dispositivos digitales. Por ejemplo, las interfaces de usuario se diseñan teniendo en cuenta estos límites para presentar la información en fragmentos o grupos manejables, y las técnicas de estudio utilizan la agrupación para mejorar la retención.
Estrategias para ejercitar la memoria a corto plazo
Fortalecer la memoria a corto plazo puede tener un impacto positivo en tu rendimiento diario y facilitar tu aprendizaje. ¿Cómo puedes hacerlo?
- Repetición consciente. Repetir mentalmente la información que quieres retener (como una lista de palabras o un nombre) ayuda a prolongar su permanencia en la memoria a corto plazo y facilita su consolidación en la memoria a largo plazo.
- Agrupación o chunking. Esta técnica, también introducida por Miller, consiste en agrupar la información en bloques o chunks significativos. Por ejemplo, en lugar de recordar un DNI como una serie de nueve dígitos individuales, lo divides en segmentos y así facilitas su retención.
- Asociación visual. Crear imágenes mentales de la información que estamos tratando de recordar ayuda a retenerla de manera más efectiva. Por ejemplo, al recordar tu lista de la compra puedes visualizar los productos en una estantería del supermercado.
- Ejercicios de atención plena (mindfulness). Practicar el mindfulness ayuda a mejorar la capacidad de concentración, lo que reduce la cantidad de distracciones que pueden interferir en el almacenamiento de información en la memoria a corto plazo.
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