
Hablar periódicamente sobre vuestra situación financiera os evitará sorpresas desagradables y sus consecuentes enfados. Foto: Freepik.
Mente
Estos son los errores que siempre cometes con tu pareja cuando habláis de dinero
Discutir sobre el estado de vuestras finanzas nunca merece la pena: después del cruce de reproches e improperios, la cantidad de dinero que tengáis en el banco seguirá siendo la misma.
Por Marcos López
29 DE MAYO DE 2025 / 14:02
El año no está siendo demasiado benévolo con vuestra economía. A los precios que no paran de subir se ha sumado un último gasto que, tan costoso como imprevisto, ha menguado notablemente vuestros ahorros. Así que ha llegado el momento de que te sientes con tu pareja y habléis de dinero. De que analicéis las medidas a tomar para que no se esfume vuestro colchón. Por muy desagradable que sea la conversación.
No importa que el objetivo sea encontrar –y pactar– posibles soluciones para mejorar vuestra situación económica. Basta con nombrar el dinero para que os lancéis a cruzaros acusaciones gratuitas sobre lo manirroto, y tremendamente irresponsable, del comportamiento de la otra parte. Lo que aunque le pase a todo el mundo no tiene por qué ser así.
Karen Hackman, experta en finanzas especializada en parejas, explica que «sé por experiencia personal que hablar de dinero con tu cónyuge puede ser complicado. Pero las discusiones honestas y abiertas sobre las finanzas personales son cruciales». Te contamos qué hacer para que las conversaciones financieras con tu pareja no os supongan un suplicio.


No le dais el mismo valor al dinero
Tus padres te regalaron en tu infancia una hucha con la que aprendiste el valor del ahorro y la mesura. O, por el contrario, te inculcaron la idea de que el dinero está para gastarlo, no mereciendo la pena privarse de ningún capricho. Por caro, o muy caro, que sea. Da igual. De cara a vuestra conversación, lo realmente importante es conocer cuál es la cultura financiera con la que creció tu pareja. Es muy posible que sea completamente opuesta a la tuya. Lo que, una vez surja el tema, dará lugar a una feroz, y muy violenta, discusión.
Buscad puntos en común en cuanto a las finanzas
Así que lo primero que tienes que hacer es preguntarle a tu pareja cómo considera que deberíais llevar vuestras cuentas. Siempre teniendo en cuenta que no existe una única forma válida y que su visión puede ser tan legítima como la tuya. Además, conocer qué piensa cada uno os facilitará encontrar los puntos en común sobre cómo manejar vuestras finanzas. Lo que también mejorará vuestra relación.
Como indica Karen Hackman, «cuando ambos miembros de una pareja tienen una perspectiva financiera compartida no sólo les ayuda a alcanzar sus objetivos económicos, sino que también los acerca como pareja».
Analizad vuestras cuentas de forma regular
Es común en muchas parejas que la responsabilidad sobre el estado de las cuentas recaiga sobre uno de sus miembros. Que el otro, simplemente, se inhiba. Lo que es un error. Ambos tienen que estar al tanto de la situación. Lo que evitará sorpresas desagradables y sus consecuentes enfados. Por ejemplo, planificando una conversación periódica sobre vuestra situación financiera. No todos los días. Una vez a la semana debería ser suficiente.
No merece la pena discutir por el «vil metal»
Tampoco busquéis resolver todos vuestros «problemas» financieros de golpe. Puede resultar excesivamente abrumador. Y si los ánimos se caldean en demasía, haced una pausa y retomad la conversación cuando estéis más calmados. Pero nunca, como hacen tantas parejas, la pospongáis indefinidamente. El problema no se resolverá por si sólo y al final os veréis forzados a hablarlo. Quizás cuando sea de tal magnitud que os cause tal estrés que os haga perder las formas y el respeto.
Una cosa importante: por obvio que parezca, tenéis que dialogar, no enzarzaros en una bronca por el «vil metal» (expresión que carga al dinero con una connotación negativa, destacando su potencial para corromper y generar conductas poco éticas). Como apunta la experta, «no discutáis por el dinero. Recordad que después de que os hayáis dicho todas las cosas malas la cantidad que tengáis en el banco seguirá siendo la misma».
Haced del dinero algo divertido
Sólo os sentáis a hablar de dinero en los momentos de penuria. Cuando el dinero escasea. Lo que hace que vuestras charlas financieras sean, cuanto menos, incómodas. Así que ha llegado el momento de tener diálogos «alegres» sobre vuestra economía. Por ejemplo, en qué invertiríais el premio, cuantioso, del billete de lotería que acabáis de comprar. De hecho, es muy posible que esta conversación os anime a ahorrar dinero para, transcurrido el tiempo que requiera, costearos ese gasto que ibais a sufragar con el premio, que nunca tocó.
Como concluye Karen Hackman, «soñad a lo grande y acordad juntos algunos objetivos económicos». Os ayudará a que los diálogos sobre vuestras finanzas no se conviertan en un tormento.
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