Comer con amigos te hace mucho más feliz y alarga tu vida, según Oxford

Comer el menú del día a solas, tomar un sándwich frente al ordenador, cocinar para uno… Es fácil que la idea de comer sin compañía te pueda resultar gratificante en algún momento en el que huyes del ruido y buscas tiempo para ti, pero también es más que probable que te guste disfrutar del placer de comer en compañía. Ahora, una investigación de la Universidad de Oxford viene a corroborar que esos ratos en los que compartimos la comida con los demás pueden hacer que nos sintamos más felices.

El estudio ha partido de una encuesta nacional realizada por The Big Lunch, un evento que cada año alienta a que amigos, vecinos y familiares se reúnan en una comida al aire libre en un espacio público. Los datos obtenidos en el trabajo permiten concluir que:

1. Las personas que comen en compañía tienen más probabilidades de sentirse mejor consigo mismas y de tener una red más amplia capaz de brindar apoyo social y emocional.
2. Comer con alguien por la noche hace que nos sintamos más cerca del otro que si comemos a mediodía.
3. Las cenas en las que nos reímos, evocamos recuerdos y bebemos alcohol tienen más probabilidades de que los sentimientos de cercanía aumenten.

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Este estudio sugiere, explica el profesor Robin Dunbar, del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford, «que comer en compañía tiene un papel importante en la facilitación de los vínculos sociales, e incluso que la alimentación en comunidad puede haber sido un mecanismo favorecido por la evolución”.

Asimismo, ha señalado que, por estudios anteriores, se sabe que «los vínculos sociales son importantes para combatir las enfermedades físicas y mentales. Una proporción significativa de los encuestados consideró que comer juntos era una forma importante de crear o reforzar estas redes. En estos tiempos cada vez más tensos, en los que la cohesión comunitaria es cada vez más importante, dedicar tiempo a las comidas comunitarias y participar en ellas es quizás lo más importante que podemos hacer, tanto por nuestra propia salud y bienestar como por el de la comunidad en general».

Ventajas de no comer solo

Comer en compañía se considera beneficioso por varias razones que van más allá de la simple nutrición.

• Promoción de relaciones sociales. Comer con otras personas proporciona una oportunidad para socializar y fortalecer las relaciones. El acto de compartir una comida es una forma natural de conectarse con amigos, familiares o colegas. Fomenta la comunicación y el contacto humano, lo que contribuye a una vida social saludable y al bienestar emocional.
• Mejora del bienestar emocional. Las interacciones sociales durante las comidas pueden generar emociones positivas, como la alegría, el afecto y el sentido de pertenencia. Estas emociones pueden mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
• Diversidad alimentaria. Comer con otras personas puede llevar a la exposición a diferentes tipos de alimentos y estilos de cocina. Esto puede ampliar tus opciones dietéticas y fomentar una alimentación más variada y saludable.
• Educativo. Comer en compañía puede ser una oportunidad para aprender sobre la comida y la cultura culinaria de otras personas. Puedes descubrir nuevas recetas, ingredientes y prácticas alimenticias que pueden enriquecer tu conocimiento y aprecio por la comida.
• Promoción de hábitos saludables. Cuando compartes comidas con personas que tienen hábitos alimenticios saludables, es más probable que te veas influenciado de manera positiva y adoptes elecciones más saludables en tu propia dieta. En este sentido, un estudio  publicado por la Universidad de Cambridge demostró que, a menudo, comer sin compañía estaba relacionado con el sobrepeso en adolescentes y con tener una ingesta dietética menos saludable.  No obstante, esta misma universidad ha publicado otros estudios que alertan de que comer solo también puede suponer un empeoramiento de la dieta para las personas mayores.
• Apoyo emocional. Comer con amigos o familiares puede ofrecer un espacio para el apoyo emocional mutuo. Puedes hablar sobre tus preocupaciones, compartir experiencias y recibir consejos de personas de confianza.
• Reducir la soledad. Para algunas personas, comer solo puede ser una experiencia solitaria. Comer en compañía puede ayudar a combatir la soledad y proporcionar una sensación de conexión con otros.

Qué es la alimentación silenciosa

Finalmente, merece la pena destacar la conclusión que se extrae del informe Alimentación en la sociedad del siglo XXI Post Pandemia, de la Fundación Mapfre, donde se señala que “las tendencias, en buena medida, nos hacen, casi, nuevos cavernícolas, fundamentalmente los más jóvenes: así, llegamos a nuestro hogar, nos preparamos una bandeja delante de una pantalla o varias, sin mirar lo que comemos o pararnos a pensar cómo lo hemos preparado. Y además, todo el proceso, desde la compra hasta el hecho de la propia ingesta, muchas veces lo hacemos casi sin comunicarnos…lo que podríamos denominar “alimentación silenciosa”, desde luego muy alejada del modelo de comer y relacionarse en nuestro Mediterráneo. Y sabemos que, nutricionalmente, cuando no se comparte la comida, la calidad de la dieta empeora, e incluso algo más preocupante, se es menos feliz. En este sentido, conviene recordar que la alimentación sólo recibe la plenitud de su sentido humano en el compartir”.