MENTE
_Qué es el síndrome de Houdini y por qué deberías evitarlo en tu pareja
Un sentimiento de culpa excesivo puede derivar en problemas psicológicos./ Foto: Wildfox.
Salud mental
Hemos hablado con Unai Aso, psicólogo de Buencoco, y nos ha contado de dónde viene el sentimiento de culpa y cómo podemos gestionarla para que no suponga un problema.
Por Sara Flamenco
18 de febrero de 2024 / 09:00
La culpa es un mecanismo en el que, a partir de un acto u omisión, realizamos un juicio moral de nuestra conducta o de nuestros pensamientos y dictaminamos que hemos cometido un error y deberíamos tener un castigo, afirman desde el Centro Clínico de Psicología Area Humana.
«La culpa surge cuando una persona cree haber violado algún estándar moral (por ejemplo, mentir) o cuando percibe que ha causado daño a otras personas. Esto puede ser el resultado de transgredir normas sociales (incumplir un compromiso, por ejemplo), de sentirse excesivamente responsable por eventos que están fuera de su control (excesiva autoexigencia), o de mantener expectativas poco realistas de uno mismo», aclara Unai Aso, psicólogo de Buencoco.
Sentir culpa es algo normal y habitual en el ser humano, y funciona como una respuesta adaptativa. «Básicamente, sentimos culpa porque esta emoción, evolutivamente hablando, nos ayuda a fortalecer las relaciones sociales y fomenta comportamientos cooperativos y altruistas (esto aumenta el éxito reproductivo y mejora la supervivencia), ya que promueve la reparación de las transgresiones sociales y desalienta a las personas a realizar acciones que podrían perjudicar a otras personas o dañar relaciones», asegura el experto.
El problema surge cuando el sentimiento de culpa es muy alto o persiste demasiado en el tiempo y genera un malestar insoportable. Según Aso, puede llegar a convertirse en un problema psicológico que interfiere con el funcionamiento diario de la persona, sobre todo cuando es desproporcionada en relación con el evento que la causa.
Según nos cuenta el psicólogo de Buencoco Unai Aso, la predisposición a sentir culpa puede verse influenciada por varios factores. «Desde una perspectiva de personalidad, se ha observado que las personas con mayores niveles de neuroticismo (la tendencia a experimentar emociones negativas) son más susceptibles a expresar mayores niveles de culpa», explica.
Pero la personalidad no es el único factor que influye en estar más predispuesto a sentir culpa. Los antecedentes culturales y la educación también juegan un papel importante. «Sabemos que las emociones son universales, pero su expresión puede variar social y culturalmente.
Las prácticas culturales y las creencias familiares pueden predisponer a las personas a experimentar más culpa, especialmente en sociedades más colectivistas que enfatizan la interdependencia y la conformidad con las normas grupales», señala Aso.
Por otra parte, la historia personal y vivencias de la persona también pueden influir. Hay estudios en los que se ha observado que determinadas experiencias tempranas, como el abuso infantil, pueden ser un factor de riesgo para el desarrollo de una mayor tendencia a sentir culpa, incluso en situaciones que están fuera del control de la persona.
Según Unai Aso, desde una perspectiva psicológica, la culpa crónica o que se vuelve excesivamente intensa puede conducir a varios problemas psicológicos. En algunos estudios se ha hallado una correlación significativa entre la culpa y un aumento de la sintomatología depresiva.
Además, la culpa puede impactar negativamente en las relaciones interpersonales. Las personas que experimentan culpa de una forma crónica y disfuncional pueden volverse excesivamente complacientes o evitativas en sus relaciones, buscando compensar o evitar situaciones que podrían generar más culpa.
En casos más extremos, la culpa puede ser incapacitante. Puede afectar la toma de decisiones, haciendo que las personas se sientan paralizadas o incapaces de actuar debido al miedo a cometer más errores o a hacer daño a otras personas. Esto puede llevar a un ciclo de inacción y aumento de la culpa, lo que también puede propiciar la procrastinación.
WeLife hoy
Síndrome de HoudiniHormonas ejercicioDesayunar plátanoCafé antes del gimnasioMinimalismo emocionalMENTE
_Qué es el síndrome de Houdini y por qué deberías evitarlo en tu pareja
Mente
_Qué es el narcisista maligno y cómo evitar convertirte en su víctima
EJERCICIO
_Así es el cóctel de hormonas que liberas con el ejercicio y hace que te dé un subidón
Alimentación
_Café antes de ir al gimnasio: así ayuda la cafeína a mejorar el resultado del entrenamiento
MERCEDES-BENZ WELIFE FESTIVAL
_Mario Alonso Puig: "Si tienes ira y una persona con catarro pasa a tu lado, lo pillas seguro"
Siguenos :)