Cómo identificar tus microtraumas: las claves de experto para solucionarlos

Cuando se piensa en un trauma, se suele imaginar una gran catástrofe, de cualquier tipo. Por eso, la mayoría se considera a salvo de ellos. Sin embargo, la psiquiatra Rosa Molina señala que esos serían los traumas de alto voltaje, esos sucesos que marcan tu vida y te llena de ansiedad sólo pensar en ellos. Pero, por otro lado, existen los microtraumas, de menor envergadura y más comunes, pero que pueden llegar a, también, condicionar la vida. Saberlos identificar es clave para poder afrontarlos y que no sean los que dibujen tu futuro.

La doctora Molina, especialista en psiquiatría en el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, escribió el libro Tus microtraumas. Cómo identificar tus heridas emocionales para que tu pasado no condicione tu futuro (ed. Paidós) con un claro objetivo: hablar de los traumas. “Visto que desde la pandemia se habla mucho de salud mental, sobre todo en redes sociales, pensé que no se podía hablar de adversidad sin señalar lo que sería el gran trauma, pero también de los microtraumas”, explica.

Diferencia entre traumas y microtraumas

Un trauma sería un suceso único y devastador que marca un antes y un después en la vida de una persona. “Es una experiencia que produce una fragmentación en la salud psíquica, que rompe con la capacidad física y psicológica para enfrentarse a lo que a uno le sucede y que no es capaz de integrar en la experiencia de vida”, matiza. Tras sufrirlo, uno deja de ser él mismo e incluso se altera “cómo te ves y el cómo entiendes el mundo”.

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Esa fragmentación de la identidad y esa rotura con la imagen del mundo que te rodea puede llegar a tambalear tu existencia. Porque, como señala la experta, “daña una de las asunciones básicas del ser humano, la sensación de seguridad, esa creencia de invulnerabilidad y de control sobre la vida. De tal manera que tras el trauma se puede perder la confianza en los demás”.

Pero no ocurre sólo con los traumas. Como cuenta la doctora Molina en su libro, existen los microtraumas: “heridas emocionales de una envergadura aparentemente menor, pero cuyas características, frecuencia o contexto condicionan la vida y la relación con los demás”.

La profesional señala la importancia de ser consciente de que existen y de identificarlos. De lo contrario, se podría cometer “el error de pasar por alto estos microtraumas que son más sutiles y pueden pasar desapercibidos”. Y advierte de que, aunque quizá no supongan una amenaza para la vida, sí que “pueden llegar a tener el mismo impacto en la salud mental que un gran trauma”.

Aparecen, por ejemplo, a causa de vivir situaciones como el acoso escolar, acoso laboral, humillaciones repetidas o la violencia verbal.

Cómo deconstruir los traumas

Para la doctora Molina es esencial deconstruir los traumas para obtener bienestar mental. Por eso, es fundamental detectarlos para “poder entender qué es lo que sucede, por qué te comportas de una determinada manera y por qué repites patrones que pueden resultar poco saludables o disfuncionales”.

Para lograrlo toca buscar respuestas en el pasado. “Eso te permite sentirte mejor y, por tanto, abordarlo de otra manera. Así se podrá, señala la psiquiatra, evitar “establecer relaciones de dependencia con los demás, con las parejas o con los amigos que generan insatisfacción, es decir, restan salud física y mental”.

Para conseguirlo, la doctora Molina recomienda leer sobre el tema, ya que “sólo tener el conocimiento ya provoca un cambio pasivo. La buena noticia es que sólo estar informados ya tiene una una repercusión, un impacto”. Eso sí, para lograr un cambio activo advierte que hay que poner un poco más de esfuerzo. Para ello, recomienda “pedir ayuda de un profesional, un psicólogo o psiquiatra específicamente formado en traumas”.

Estrategias para afrontar los microtraumas

Para afrontar y poder superar los microtraumas, la doctora Molina señala que, lo primero, hay que tener en cuenta que “es una labor muy difícil porque se trata de un tema muy complejo que implica una individualización, más que en cualquier otro campo”. Por eso, la experta señala que es complicado dar unas pautas generales, pero indica tres recomendaciones a tener en cuenta.

Buscar ayuda profesional. Como se ha mencionado, no cualquier psicólogo o psiquiatra, sino elegir a alguien que especializado en traumas.

Hábitos de vida saludable. La médica explica que te puede ayudar a sentirte mejor adoptar hábitos como “descansar bien, nutrirte adecuadamente, dedicarte tiempo o hacer ejercicio, y entre ellos se incluye ese pedir ayuda, como también hablar de lo que te sucede con gente de confianza”.

Práctica la autocompasión. Mirarte con cariño, con una mirada amable también puede ayudar. “Tras sucesos que han podido marcar, puedes mandarte mensajes de autocompasión, tipo «pese a que hay parte de mí que puede no gustarme, ahora puedo entender el porqué o comportamientos míos». Al analizar y reflexionar sobre tu historia y tus heridas, puedes entender el porqué y esto te va a ayudar”.