Los libros feministas se han convertido en todo un género./ Foto: Unsplash.
Salud mental
Diez libros escritos por mujeres que van a subir tu autoestima
Desde historias que inspiran a obras que hablan directamente de la mujer hasta otros libro que sirven de ayuda para creer en ti misma, esta es nuestra selección de libros feministas por y para mujeres.
08 DE MARZO DE 2024 / 07:30
Acostumbro a llevar en el bolso siempre un libro que pueda sacarme un poco de la realidad, y sino de ella, que logre centrarme en otra. Y sé que, como yo, muchas mujeres lo hacen. Lo que me llama la atención es que cada vez que miro qué leen esas mujeres, o cuando hablo con mis amigas de qué libro llevan con ellas, me sorprende que las mujeres cada vez leen más a mujeres. Es decir, las mujeres beben de otras mujeres, se empapan de ellas, inspiran y aprenden a vivir de lo que leen de las vivencias, experiencias e ideas de otras contemporáneas o no. Y esta es una reflexión que no he podido evitar tener hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Hubo un tiempo en el que encontrar libros escritos por mujeres no es que fuera raro, es que era imposible. Lanzaban sus títulos bajo seudónimos masculinos y muchos de ellos fueron obras que marcaron la historia. Por suerte, las mujeres ahora son reinas en la literatura gracias a nombres como el de Jane Austen, que firmaba sus historias con «By a Lady» y las llenaba de mujeres; las hermanas Brontë o Mary Shelly. Pero también Emilia Pardo Bazán y Rosalía de Castro dentro de nuestras fronteras. Tras ellas, se ha escrito (valga la redundancia) una gran lista de mujeres que escriben: Virginia Woolf, Carmen Laforet, Simone de Beauvoir, María Dueñas, Rosa Montero, Nora Ephron y un sinfín más que llega hasta el día de hoy y dedican sus letras a las mujeres de las distintas sociedades y tiempos.
Hablan de sus propias historias, vidas y experiencias, reflejan en la ficción problemáticas sociales que enganchan o dan tips de lo que han aprendido en su trabajo y con sus errores y aciertos. En definitiva, escriben para inspirar, pero también para acompañar con sus relatos. Estos son algunos de los libros feministas que no pueden faltar en tus noches o trayectos en transporte público.
Una habitación propia, de Virginia Woolf
Este es uno de los libros que no faltan en cualquier lista de imprescindibles. Se trata de una obra de 1928 en la que Woolf da su opinión sobre lo que una mujer necesita para escribir buenas novelas y, en en definitiva, desarrollarse: independencia económica y personal, o lo que es lo mismo, una habitación propia. Junto a este punto central también se contemplan muchos matices psicológicos y sociales, en general el tema de la condición femenina y la enajenación de la mujer en la sociedad. Algo que, a pesar de que parezca mentira, todavía se mantiene en la misma línea (aunque algo evolucionado) por lo que hace que este libro no pierda actualidad sea la época que sea de la que se hable.
Todo lo que necesito existe ya en mí, de Rupi Kaur
Rupi Kaur se ha convertido en la voz de una generación y lo reconfirma con este nuevo poemario. En él aborda, de nuevo, algunos de los temas con los que ya se dio a conocer como el feminismo, el trauma, la pérdida o el amor. Pero, además, en esta ocasión da a conocer experiencias personales como cómo ha lidiado con la depresión, el éxito y la presión que ha vivido por los dos anteriores. Y a ello suma también el análisis a través de la poesía de males del tiempo presente como la autoexigencia, las enfermedades mentales o las relaciones tóxicas.
No me gusta mi cuello, de Nora Ephron
Nora Ephron es ese lugar seguro al que acudir cuando tu propia vida te supera. Ephron da consejos muy prácticos desde la experiencia y usa el humor como herramienta principal para hablar de su vida y su realidad en sus ensayos y de lo que supone ser mujer en diferentes ámbitos, desde la maternidad, los divorcios o envejecer, hasta cuánto odia su bolso o las arrugas de su cuello.
Swimming Underground, de Mary Woronov
Mary Woronov fue una de las musas de Andy Warhol, que vivió a finales de los sesenta la vorágine del período de fama de la Fábrica de Andy Warhol. Ahora, como superviviente de aquello, cuenta de primera mano la fascinación tóxica que se vivía por la cercanía al círculo de artistas de este personaje, las drag queens, las fiestas y los excesos. Ella sola consigue hacer un retrato de aquella época, convertirse en personaje protagonista y dejar al propio Warhol como un secundario.
Las mujeres salmón, de Patricia Cazón
Si se habla de superar barreras, un ejemplo de ello son las mujeres deportistas. De hecho, es justo en lo que se centra Las mujeres salmón. «Nada como el salmón explica el transcurrir de las mujeres en el deporte. Siempre a contracorriente, aunque cueste la vida; porque cuando desova no muere, sino que ya puede irse: su semilla está puesta», señalan en el libro sobre la analogía que hacen de las mujeres y el salmón. Lilí Álvarez en los Juegos Olímpicos de París en 1924, Gemma Mengual, Mireia Belmonte o Jenni Hermoso son algunos ejemplos de este espíritu de superación que llevan por bandera las deportistas de élite, que debería ser tan inspirador para el resto de la sociedad.
Impostoras y estupendas, de Neus Arqués
Tras trabajar con muchas mujeres para ayudarles a construir su marca personal, Arqués llega a la conclusión de que muchas desconfían de su propio éxito, tienen miedo a ser juzgadas por él y se imponen su propias barreras. Por eso, con este libro trata de dar las claves para definir tus éxitos y reconocer tu valía para vencer, por fin, el síndrome de la impostora.
No madres, de María Fernández-Miranda
Todavía, en pleno siglo XXI, todavía se da por hecho que una mujer va a ser madre o desea serlo y que de no cumplirlo estará incompleta. Frente a esto se impone María Fernández-Miranda, directora de WeLife, en su libro No Madres. En él habla desde su propia experiencia cuando, después de numerosos intentos con la fecundación in-vitro, no logra quedarse embarazada. Ella misma, que asegura que convertirse en madre nunca había sido una de sus prioridades, busca ejemplos de no madres que le cuenten sus motivos para haber tomado ese camino. Y llega a una conclusión que ya conocía: una mujer no tiene por qué realizarse ni ser feliz al ser madre, sino que puede encontrar el sentido de la vida en su trabajo, su familia, sus relaciones de amistad o amorosas o en otros muchos factores que, en general, dan sentido a una vida.
El país bajo mi piel, de Gioconda Belli
Otra de las mujeres que ha sufrido en su propia piel lo que se espera socialmente de la feminidad y las mujeres ha sido Gioconda Belli. Así lo cuenta en El país bajo mi piel. «He sido dos mujeres y he vivido dos vidas. Una de mis mujeres quería hacerlo todo según los anales clásicos de la feminidad: casarse, tener hijos, ser complaciente, dócil y nutricia. La otra quería los privilegios masculinos: independencia, valerse por sí misma, tener vida pública, movilidad, amantes. Creo que al fin he logrado que ambas cosas coexistan bajo la misma piel. Sin renunciar a ser mujer, creo que he logrado también ser hombre», dice ella misma.
Belli cuenta su propia historia, que empieza en una familia acomodada y termina como una guerrillera sandinista que se convierte en escritora de fama internacional, madre y en una política al final de la dictadura. Belli habla de su vida llena de contradicciones y desafíos para inspirar a todas.
Querida Dolly sobre el amor, la vida y la amistad, de Dolly Alderton
Ser mujer supone un mar de dudas y nada como tener al lado a otra mujer que haya pasado por eso o que logre ponerse en tu piel que te las resuelva. Eso es lo que pasa en Querida Dolly, donde la periodista Dolly Alderton recoge las dudas más comunes y llamativas de sus lectores y las respuestas que ellas les ha dado como solución. Un libro en el que Alderton contesta desde su experiencia a situaciones en las que puede verse sumido cualquiera, lo que te hace preguntarte ante cualquier nuevo dilema: ¿qué haría Dolly?
Lo que hay, de Sara Torres
Sara Torres deja por un momento la poesía para pasarse a la prosa. Y la ocasión lo merece, porque aborda las relaciones entre mujeres de diferentes generaciones y, por supuesto, personalidades. Su relato se construye como una memoria sobre el duelo, el deseo y el amor entre mujeres, madres e hijas.
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