Asterisco ticker noticias

NO TE PIERDAS Terica Uriol, la nutricionista de la dieta del bocadillo: «Cuando más se pica es por la noche y no pasa nada por comer pan»

X
Pensamientos intrusivos

Cuando los pensamientos intrusivos son muy frecuentes hay que prestar atención. FOTO: Prexels.

Salud mental

Cuándo deberían preocuparte los pensamientos intrusivos: qué son y cómo manejarlos

Según explica la psicóloga Silvia dal Ben, los pensamientos intrusivos son muy habituales, pero cuando causan malestar o interfieren en la vida es necesario prestarles atención.

Por Sara Flamenco

13 DE ENERO DE 2025 / 14:00

Tienes a tu hija en brazos y de repente se cruza un pensamiento fugaz pero paralizante que te ve tirándola al suelo. No, no significa que seas una psicópata y sueñes en secreto con hacer daño a tus hijos. Se trata de pensamientos intrusivos y, aunque puedan ser desconcertantes e incluso perturbadores, es importante entender que se trata de una experiencia muy común. «Los pensamientos intrusivos son ideas, imágenes o impulsos no deseados que irrumpen en la mente de forma involuntaria. Pueden ser perturbadores, angustiantes e incluso absurdos, y muchas veces están en contradicción con los valores o deseos de la persona», explica Silvia dal Ben, psicóloga y directora clínica de Unobravo.

Desde el punto de vista de la psicología, tener pensamientos intrusivos es algo muy habitual. De hecho, según un estudio publicado en 2014, el 93% de las personas ha experimentado al menos un pensamiento intrusivo en los últimos tres meses. Pero aunque forman parte del flujo normal de pensamientos de cualquier persona, lo verdaderamente importante es cómo se reacciona ante ellos. «Cuando causan malestar significativo o interfieren con la vida cotidiana, puede ser necesario buscar apoyo profesional para abordarlos de manera efectiva», aconseja la experta.

TE PUEDE INTERESAR

De dónde surgen los pensamientos intrusivos

Según aseguran desde UnoBravo, no se conoce con certeza el origen de los pensamientos intrusivos, aunque hay algunas teorías al respecto. Una de las más aceptadas sugiere que son la forma en la que la mente maneja y procesa miedos, preocupaciones o traumas. «Pueden tener la función de ponernos frente a una situación ignorada, evitada, silenciada y que, para una parte de nuestro yo, es necesario afrontar y procesar», explica dal Ben. Pero también pueden ser el resultado de la cantidad de información que el cerebro debe procesar diariamente, aunque esta teoría no explica que la mayoría de pensamientos intrusivos sean negativos o desagradables.

«La psicología cognitiva nos dice que en situaciones de tensión emocional se incrementa la probabilidad de experimentar pensamientos intrusivos, ya que el cerebro está en un estado de alerta», explica la experta de UnoBravo. Esto significa que ciertos factores como el estrés, la falta de sueño, determinadas hormonas o incluso ciertos psicofármacos, pueden aumentar la frecuencia de estos pensamientos.

OTROS TEMAS WELIFE

Cómo saber cuándo suponen un problema

En la mayoría de los casos, sufrir pensamientos intrusivos es algo habitual y no afecta al discurrir de la vida, pero pueden existir situaciones en las que se escapen al control del individuo. La clave para detectar si suponen un problema es la frecuencia con las que se sufren y el malestar que generan. «A veces sí que pueden generar angustia, especialmente si la persona los interpreta como significativos o peligrosos, creyendo que reflejan sus verdaderos deseos o intenciones», explica Silvia dal Ben.

Cuando estos pensamientos son muy persistentes y no disminuyen con el tiempo o causan un sufrimiento significativo, generando ansiedad, vergüenza o malestar emocional, quizá ha llegado el momento de consultar a un profesional. «O si como consecuencia de ellos tenemos dificultades para trabajar, relacionarnos o disfrutar de actividades diarias. Y también si nos llevan a evitar situaciones, lugares o personas para no experimentar los pensamientos», especifica la experta.

Es importante aceptar estos pensamiento en lugar de suprimirlos, ya que son un producto habitual del funcionamiento cognitivo. Pero cuando se repiten de manera invalidante, «es importante preguntarse el sentido de estas intrusiones para transformarlos. Cuestionar y cambiar la interpretación de los pensamientos intrusivos, con la ayuda de un psicólogo, puede reducir su impacto emocional», aconseja.

MÁS NOTICIAS

WeLife hoy

Diseño humanoCalorías vacíasGeneración sandwichDucha fríaSan Valentín

Instagram

Suscríbete a la Newsletter de WeLife para cuidar de tu cuerpo, tu mente y del planeta

Suscríbete a la Newsletter de WeLife para cuidar de tu cuerpo, tu mente y del planeta