Las tres palabras clave que te ayudan a superar la ansiedad, según los psicólogos

Parece que los astros se hayan alineado en tu contra. Al exceso de trabajo que sacar adelante se suman las acaloradas discusiones que, cada vez más frecuentes, tienes con tus amigos, familiares y/o pareja. Llevas así demasiado tiempo, por lo que vives en un estado continuo de preocupación. Y temes que, incluso, todo vaya a peor. Lo que no tiene por qué ser –y seguramente no será– así. Es el momento de que te calmes y limpies tu mente de pensamientos negativos. De que recurras a las tres palabras clave que, según la Psicología, te ayudarán a vencer tu ansiedad: «¿qué pasaría si?».

La ansiedad, explica Elena Jiménez, psicóloga clínica, «es básicamente una respuesta a la incertidumbre y amenazas que percibimos, lo que nos hace caer en una espiral de preocupación en la que nuestra mente no deja de dar vueltas a posibles peligros y resultados negativos».

Escapa de la trampa cognitiva que es la ansiedad

Dicho de otro modo, la ansiedad es como una trampa cognitiva en la que sólo se vislumbra el peor de los futuros. En la que difícilmente se puede pensar con claridad, lo que limita en gran medida que se tomen las decisiones adecuadas.

TE PUEDE INTERESAR

Por qué confundimos estrés y ansiedad: cuáles son sus diferencias y cómo ponerle solución

Claves fáciles para aprender a gestionar la ansiedad y convertirla en algo útil

Y para salir de esta vorágine de pensamientos negativos, de este bloqueo mental, hay que recuperar la lógica y la sensatez. Analizar qué es lo peor que podría ocurrir para, así, ver que nunca se va a llegar a esa situación tan tremebunda. O en caso de que finalmente llegue, que siempre se contarán con herramientas para afrontarla.

Retoma el control de tu mente

No importa si estás sobrepasado por el día a día, si te abruman los errores del pasado o si tienes miedo a lo que el futuro te puede deparar. Tienes que retomar el control de tu mente. Pregúntate «¿qué pasaría si?» y explora todas las posibilidades que se abren ante ti. No te ciñas a esa única resolución aterradora que tu mente, fruto de la ansiedad, no deja de rumiar.

Como apunta Elena Jiménez, «el pensamiento especulativo nos permite viajar por el mundo de las posibilidades, en el que la ansiedad pierde su poder, y sentirnos libres para explorar diferentes alternativas e imaginar futuros mucho más halagüeños».

Te permite crecer y aprender

Tu bola de cristal, ni la de nadie, no funciona, por lo que no puedes saber qué deparará el mañana. Y es muy probable que la vida, poco amable, te acabe poniendo alguna zancadilla. Pero no dejes que tu mente empiece a elucubrar –y se regodee y bloquee– con futuros tropiezos.

Además, una vez analizados con la pregunta «¿qué pasaría si?», los posibles desafíos y adversidades se transforman en oportunidades de aprendizaje y crecimiento, con lo que aumentará tu resiliencia y capacidad de adaptación.

Refuerza tu autoestima

¿Has recuperado el control de tu mente? Ya no te sientes sobrepasado. Ni abrumado. Vuelves a tener la capacidad de tomar tus propias decisiones y, por ende, de llevar las riendas de tu vida. Y al vislumbrar todas las posibilidades para afrontar la situación que tanta preocupación te generaba, serás más capaz de tomar la decisión más adecuada. Ganarás confianza en ti mismo. Reforzarás tu autoestima.

Te ayuda a ser más creativo

No hagas caso a tu mente ansiosa: la cosa no tiene por qué acabar mal. Además, no existe una única vía para arreglar la situación. De hecho, hay una que desconocías. Y es que al abordar las diferentes posibilidades, al dejar volar la imaginación, se exploran territorios aún no explorados y se alcanzan soluciones novedosas. La ansiedad ha tornado en innovación y al preguntarte «¿qué pasaría si?» has potenciado tu creatividad.

Piensa en positivo

En definitiva, cuando el mañana te atormente, pregúntate qué es lo peor que te podría pasar. Comprobarás que no es tan grave y que, incluso así, cuentas con los medios para superar la situación. O mejor aún, cuestiónate «¿qué pasaría si doy lo mejor de mí mismo?». La preocupación deja de ser tal para convertirse en una oportunidad. Dale la vuelta a la situación y aprovéchala en tu favor.

Con esta sencilla pregunta que, concluye la experta, «despierta nuestra curiosidad, resiliencia y creatividad, podemos superar los límites de los pensamientos negativos y encaminarnos hacia un futuro mucho más prometedor». Un fácil remedio al que recurrir la próxima vez que la ansiedad amenace su bienestar mental.