Hay que trabajar la confianza en uno mismo para dejar de tener pensamientos negativos recurrentes./ Foto: Kaboompics.
SALUD MENTAL
Once claves de experto para dejar de autoboicotearte: evita que los pensamientos negativos dominen tu vida
Sin que nos demos cuenta, a diario nos asaltan pensamientos que minan nuestra confianza, bajan nuestra autoestima y nos paralizan a la hora de encarar nuevos retos. Aprende a librarte de ellos.
Por María Corisco
23 DE ENERO DE 2024 / 14:00
“Se me ha olvidado la cita del médico, soy un auténtico desastre”. “No sé ni para qué mandar mi currículum si sé que no me van a llamar”. “Como me salga mal la presentación me van a despedir”… Y así, una y otra vez, podemos caer en la equivocación de interpretar de manera desproporcionada una situación complicada y de ponernos siempre en lo peor. Son los Automatic Negative Thoughts (pensamientos negativos automáticos), a menudo abreviados como ANTs, patrones de pensamiento que surgen en la mente sin que nos paremos a pensar en ello. Su impacto en nuestro bienestar emocional es mayor del que podemos imaginar.
“Los ANTs tienden a estar asociados con pensamientos pesimistas, autocríticos o catastróficos -explica la psicóloga Susana Martín, experta en gestión de la autoestima-. A menudo, están vinculados a la ansiedad y el estrés, y contribuyen a perpetuarlos, ya que anticipar siempre lo peor y centrarse en lo negativo aumenta, al final, los niveles de ansiedad y estrés, con lo que el bucle se retroalimenta”. Además, a menudo incluyen “autocríticas y pensamientos negativos sobre uno mismo, lo que puede contribuir a una baja autoestima”.
Tipos de pensamientos negativos automáticos con los que autoboicotearse
Como explica la experta, este tipo de pensamientos pueden variar en contenido y forma, pero tienden a caer en patrones recurrentes:
- Catastrofización: pensar en lo peor posible, anticipando desastres o tragedias. Ejemplo: «Si fallo en esta presentación, mi jefe me despedirá y nunca encontraré otro trabajo».
- Filtración: enfocarse únicamente en los aspectos negativos de una situación, ignorando las partes positivas. Ejemplo: «Aunque hice bien en la mayoría de la presentación, cometí un error pequeño; seguro todos se dieron cuenta y piensan que soy incompetente».
- Personalización: atribuirse a uno mismo la responsabilidad de eventos negativos externos. Ejemplo: «Mi amigo no me llamó, debe estar enojado conmigo».
- Pensamiento todo o nada (polarización): ver las cosas en términos extremos, sin reconocer matices o situaciones intermedias. Ejemplo: «Si no soy el mejor en todo, entonces soy un fracaso total».
- Descalificación de lo positivo: descartar o minimizar los logros y aspectos positivos. Ejemplo: «Sí, aprobé el examen, pero fue fácil, cualquiera podría haberlo hecho».
- Adivinación del futuro: prever eventos futuros negativos sin evidencia real. Ejemplo: «Sé que voy a arruinar la entrevista de trabajo; siempre lo hago».
- Etiquetado (labeling): aplicar etiquetas negativas a uno mismo o a los demás sin tener en cuenta la complejidad de la situación. Ejemplo: «Hice una tontería, soy un completo idiota».
- Debería (debería y debería no…): imponer reglas rígidas sobre cómo deberíamos comportarnos y sentirnos, y sentirse mal cuando no se cumplen. Ejemplo: «Debería estar más feliz; no hay razón para sentirme así».
Cómo te afectan los ANTs
Si tendemos a tener este tipo de pensamientos, que suelen ser inconscientes, nuestro comportamiento se resiente: “Si alguien tiene pensamientos negativos automáticos acerca de sus habilidades, es posible que evite asumir desafíos o probar cosas nuevas. Si persisten, pueden obstaculizar el progreso personal y profesional, pues actúan como barrera para el crecimiento y el desarrollo”, explica Martín.
Además, son un lastre para la toma de decisiones, ya que “pueden nublar el pensamiento lógico y objetivo”, y afectar a las relaciones interpersonales: “La negatividad constante puede influir en la forma en que interactuamos con los demás y en cómo nos perciben los otros”, añade.
Cómo dejar de boicotearte
No es fácil superar los pensamientos negativos, especialmente cuando los tenemos tan automatizados que brotan a la primera de cambio. Aún así, hay estrategias que nos pueden ayudar a cambiar estos patrones y a fomentar una mentalidad más positiva:
- Conciencia. Lo primero es identificar y reconocer los ANTs cuando surgen. Para ello, presta atención a tus pensamientos y sé consciente de los patrones negativos recurrentes.
- Registra tus pensamientos. Puede ser útil llevar un diario para registrar los momentos en que experimentas pensamientos negativos. Anótalos y, cuando sea posible, contraargumenta con evidencia más realista y equilibrada.
- Desafía tus pensamientos. Cuestiona su validez: ¿Hay evidencia que respalde estos pensamientos? ¿Existen otras interpretaciones posibles de la situación?
- Reformúlalos. Convierte los pensamientos negativos en afirmaciones positivas. Por ejemplo, en lugar de decir «No puedo hacer esto», decir «Puedo ir paso a paso y hacerlo lo mejor que pueda».
- Practica la gratitud. Viene bien dedicar de vez en cuando un momento para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido. Esto puede ayudar a contrarrestar la tendencia natural hacia la negatividad.
- Cambia la perspectiva. Intenta ver la situación desde una perspectiva diferente: ¿Cómo la vería alguien más? ¿Hay aspectos positivos que puedas identificar?
- Enfócate en lo que puedes controlar. Centra tu atención en las cosas que puedes controlar y acepta las que no puedes cambiar. Esto puede reducir la sensación de impotencia que a menudo acompaña a los ANTs.
- Establece metas realistas. Ponte metas alcanzables y celebra los logros, incluso los pequeños. Así puedes contrarrestar la tendencia a sentirte abrumado por las expectativas poco realistas.
- Practica la atención plena (mindfulness). La atención plena puede ayudarte a estar presente en el momento y a observar tus pensamientos sin juzgar.
- Busca apoyo. Comparte tus pensamientos con amigos, familiares o un profesional de la salud mental. A veces, hablar sobre lo que estás experimentando puede proporcionar una perspectiva externa valiosa.
- Cuida de tu bienestar general. Asegúrate de cuidar tu salud física y emocional en general. Dormir lo suficiente, mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio pueden influir positivamente en tu estado de ánimo y en la gestión de los pensamientos negativos.
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