Antipropósitos, la estrategia para cumplir todos tus objetivos este año

¿Quién cumple todos sus propósitos de Año Nuevo? Se sabe que esta es una de las listas de tareas más olvidadas. Esto ocurre porque normalmente los objetivos que se ponen son muy altos o poco realistas, por falta de precisión en lo que quieres o porque no terminas de hace un planning real que te ayude a cumplirlos. «Cuanto más genérico sea un propósito más probabilidades tiene de no cumplirse», asegura Enric Soler Labajos, psicólogo relacional y tutor del grado de Psicología de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC). Una de las estrategias distintas para lograr cumplir esta lista de propósitos es ponerte «antipropósitos». Se trata de una alternativa que hace referencia a aquellas acciones y planificaciones concretas destinadas a abandonar un hábito concreto o una rutina que no produce satisfacción o positivismo a la persona.

«Un antipropósito no es otra cosa que un propósito que una persona se hace a sí misma con licencia para incumplirlo», explica Soler. Dicho de otra manera, es el propósito de dejar de hacer algo que se hace durante mucho tiempo, pero que no aporta nada. Según los psicólogos, por norma general, suele ser más fácil liberarse de rutinas ya adquiridas que adoptar unas nuevas.

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Cómo establecer antipropósitos

Algunos ejemplos de antipropósitos pueden ser dejar de obsesionarte con las dietas, en lugar de obligarte a perder peso; o dejar de pensar en todo lo que tienes que hacer y vivir más el presente. Es fundamental que los objetivos que te pongas estén bien definidos y que sean realistas, explica el psicólogo.

Sin embargo, para obtener los resultados que deseas, también es necesario hacer una estrategia y tener «fuerza de voluntad y esforzarte«, aseguran desde la UOC. Para ello, se pueden poner en marcha una serie de herramientas psicológicas como, por ejemplo, hacerte las preguntas adecuadas sobre ese objetivo. Estas deben estar vinculadas a la motivación o a la finalidad del objetivo, ya que «las respuestas que nos demos, nos proporcionarán pistas sobre si el antipropósito en cuestión es adecuado o no», asegura Soler.

Un ejemplo es proponerse hacer deporte cuando es algo que odias. Si te planteas esto porque no se te ocurre ponerte ningún propósito más, según Soler, es algo que de lo que es mejor olvidarse porque el fracaso está garantizado.

Para llegar a cumplir con esta alternativa a los propósitos de Año Nuevo, el psicólogo aconseja seguir una serie de pautas que te facilitan el camino hacia tus objetivos y son mucho más fáciles de adaptarlos a tu vida que con una infinita lista de cosas que jamás vas a cumplir.

Lo primero que debes hacer, según el psicólogo, es preguntarte para qué te sirve ese antipropósito en ese momento en el que te lo planteas. Si la respuesta no es clara y contundente, olvídate de él porque no lo vas a cumplir.

Cuantos menos antipropósitos tengas, mejor. Soler recomienda que te centres sólo en aquello que de verdad te interesa. Además, para facilitar su cumplimiento puedes ponerte objetivos a corto o a medio plazo, poner el foco en las metas propias sin que te influyan los objetivos de los demás, liberarte de dinámicas que no te aportan nada, disfrutar del presente y del camino, y persistir tras las recaídas. Estas debes tomártelas como «oportunidades para remontar», añade.