Identificar tus creencias limitantes es clave para superarlas. FOTO: fotograma de Gambito de dama.
Mente
Qué son las creencias limitantes, por qué te condicionan y cómo superarlas
Las creencias limitantes son ideas que tienes sobre ti mismo o sobre tu entorno que te impiden alcanzar todo tu potencial.
Por Sara Flamenco
27 DE NOVIEMBRE DE 2024 / 17:19
El sistema de creencias de una persona está integrado por aquellas ideas o pensamientos construidos acerca de uno mismo y su entorno. Estas creencias tienen una función muy importante para los seres humanos, ya que les ayudan a entender el mundo que les rodea. Sin embargo, algunas de estas creencias pueden ser perjudiciales para el bienestar del individuo como las llamadas creencias limitantes. «Las creencias limitantes son ideas profundamente arraigadas que tenemos sobre nosotros mismos, sobre los demás o sobre el mundo, y que nos impiden alcanzar nuestro potencial», explica Silvia dal Ben, psicóloga y directora clínica de Unobravo en España.
Estas creencias suelen originarse debido a ciertas experiencias tempranas que hace que internalices mensajes que funcionan como filtros mentales que limitan la percepción de lo que es posible. «Estas creencias pueden impedirnos intentar cosas nuevas o asumir riesgos necesarios para nuestro crecimiento, y actúan casi como barreras invisibles, condicionando nuestras decisiones y la forma en que abordamos los desafíos», asegura la experta. Identificarlas y cuestionarlas es un paso clave para deshacerte de ellas y abrirte a nuevas oportunidades.
Las creencias limitantes más comunes
Dependiendo de tus debilidades y de dónde provenga tu carencia de autoestima, tus creencias limitantes tenderán hacia un lado o hacia otro. Estos son algunos de los ejemplos más comunes:
- No soy suficiente. Es verdad que no todo está a tu alcance, puesto que las capacidades de cada persona son limitadas, pero pensar que no eres suficiente para afrontar diversas situaciones tiene consecuencias negativas a largo plazo. «Te hace dudar de tus capacidades y te lleva a evitar oportunidades al convencerte de que no estás a la altura de los desafíos», asegura la experta.
- No merezco ser feliz o tener éxito. «Esto puede hacernos sentir que no merecemos alcanzar nuestras metas, lo que nos impide disfrutar de los logros y nos sabotea en el camino hacia ellos», asegura Silvia dal Ben. Esta creencia suele provenir de apegos inseguros en la infancia, que han hecho que el individuo adquiera esta visión para protegerse.
- No puedo fracasar porque es terrible. Todos los individuos tienen derecho a equivocarse, y si no intentas cosas nuevas por miedo al fracaso perderás muchas oportunidades. «Esta creencia limita nuestra disposición a tomar riesgos, ya que percibimos el fracaso como un reflejo de nuestra valía, en lugar de verlo como una experiencia de aprendizaje», indica la experta.
- Tomarme tiempo para mí es egoísta. «Convencernos de que siempre debemos anteponer las necesidades de otros puede bloquear nuestro auto-cuidado y afectar nuestro bienestar emocional», asegura.
- Las cosas siempre han sido así y no pueden cambiar. No todo es inamovible y pensar así, hace que no intentes cambiarlo para tu propio beneficio.
Cómo afectan las creencias limitantes en la vida diaria
Seguro que en algún momento de tu vida has pensado alguna de las frases del apartado anterior, lo que ha supuesto que actuases en función de esas creencias. «Al limitar nuestra percepción de lo que es posible, estas creencias nos llevan a evitar oportunidades y a quedarnos en nuestra zona de confort, impidiendo nuestro crecimiento personal y profesional», asegura la experta de UnoBravo.
En el día a día, estas creencias también pueden causar estrés, ansiedad y una sensación general de estancamiento, ya que suelen abocar a patrones de comportamiento repetitivos. Por ejemplo, una persona que cree que no es buena hablando en público puede dejar pasar oportunidades de liderazgo o desarrollo profesional que impliquen este tipo de exposición. O alguien que piensa que no merece ser amado puede sabotear sus relaciones, comportándose de forma distante o aceptando menos de lo que merece para confirmar esta creencia.
Cómo superar las creencias limitantes
- Identifica y cuestiona tus creencias limitantes. Esto es crucial «para abrirnos a nuevas experiencias y vivir con mayor confianza y plenitud», asegura la experta. No sólo consiste en darte cuenta de que tienes este tipo de cuestionamientos, sino que también es vital cuestionar su validad, es decir, «preguntarte si es cierto eso que piensas o si hay evidencia que lo contradiga».
- Sustituye la creencia limitante por otra potenciadora. Una vez te has dado cuenta de que ciertas formas de pensar sobre ti misma o sobre tu entorno te están limitando, tienes que sustituir esta creencia por otra que te lleve a desarrollar tu potencial.
- Practica. «Partiendo de pequeñas acciones, practica nuevos comportamientos», aconseja dal Ben. Si pones a prueba esas creencias limitantes será más fácil darte cuenta de que no siempre son ciertas.
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