
El chantajista emocional trabaja de forma muy sutil. FOTO: imagen del El diario de Noa.
Mente
Cómo detectar a un chantajista emocional y evitar que se aproveche de ti
El chantaje emocional es una forma muy sutil de manipulación que puede causar profundas heridas emocionales en quien la sufre.
Por Sara Flamenco
03 DE OCTUBRE DE 2024 / 18:08
El chantaje emocional es una forma inadecuada y agresiva de comunicación donde se suele expresar una petición o una queja con el objetivo de conseguir lo que sea sin tener en cuenta los deseos de la otra persona. El chantaje emocional y la manipulación están relacionados, ya que es una práctica destinada a influir la voluntad de la otra persona con el fin de conseguir que actúe como uno quiere y no como desea realmente. Eso sí, no es difícil de detectar, ya que se trata de una manipulación tan sutil que puede suceder sin que te des cuenta.
Según asegura la psicóloga Rosario Linares, el chantajista suele ser una persona cercana afectivamente, que intenta controlar tu comportamiento sin darte la posibilidad de elegir. Para lograrlo puede recurrir a la intimidación y las amenazas, o a formas de manipulación más sutiles que terminan socavando la autoestima de quien la sufre.
Cómo detectar a un chantajista emocional
Al igual que ocurre con otro tipo de manifestaciones psicológicas, no todos los tipos de chantajes son iguales, por lo que no todos los chantajistas siguen el mismo patrón. Pero sí que existen ciertas características comunes que pueden hacer que detectes a un chantajista emocional antes de que su chantaje cause profundas heridas emocionales.


1. Piden demasiado: los chantajistas emocionales siempre están exigiendo algo que, generalmente, va en contra de las necesidades y deseos de la otra persona. Además, las exigencias suelen ir en aumento puesto que, aunque cedas ante ellas, no se dan por satisfechos y siempre querrán algo más.
2. Oponen una gran resistencia: una persona que ejerce el chantaje emocional es capaz de emplear cualquier herramienta a su alcance para convencerte de algo si piensas diferente. Si no acatas sus deseos, hará lo que sea para que te sientas mal. Puede llegar a llorar, discutir o gritar.
3. Tergiversan las palabras: el manipulador es un especialista en el noble arte de tergiversar las palabras porque no está dispuesto a asumir su responsabilidad. Si la otra persona se da cuenta de sus intenciones, adoptará el rol de víctima o le recordará todo lo que supuestamente ha hecho por él.
4. Recurren a la amenaza continua: no tiene por qué ser una amenaza directa, sino que en muchos casos son amenazas sutiles disfrazadas de comentarios inocentes. Un chantajista puede exagerar las consecuencias que tendrá para él el hecho de que tú no actúes como te pide, asegurando que su sufrimiento va a ser enorme, por ejemplo.

5. No les interesan los problemas de los demás: al manipulador sólo le importan sus propios problemas y deseos, no los de los demás. Por ello, aunque sea evidente que la otra persona cargará con un peso excesivo por cumplir sus demandas, él desviará la atención hacia sus propios problemas para justificar su exigencia. En este tipo de relación, la víctima está obligada a soportar los problemas de ambos, y si no lo hace es tachada de egoísta e insensible.
6. Conocen los puntos débiles del otro: el chantajista conoce perfectamente los puntos débiles de su víctima y no duda en acudir a ellos para lograr sus fines. Si la otra persona no es capaz de decir que no, le pedirá cada vez más cosas para sentirse superior, recurriendo a sus debilidades para manipularla.
7. Son prepotentes: la mayoría de los manipuladores siempre quieren tener razón y se molestan cuando les llevan la contraria porque consideran que se trata de un insulto a su inteligencia. Su objetivo es anular la opinión del otro para que la suya prevalezca.
8. Son muy volátiles: los manipuladores cambian de humor con gran rapidez. Un momento pueden mostrarse felices y satisfechos pero al momento siguiente, si la víctima se resiste, pueden transformarse y comenzar a llorar, enfadarse o gritar.
Cómo protegerte del chantaje emocional
La manipulación emocional puede ser muy dañina yllegar a provocar un desequilibrio emocional en la persona que la padece. Hasta el punto que puede afectar profundamente su autoconfianza y autoestima. La culpa es una de las armas principales que usa el manipulador para explotar las debilidades de su víctima, por lo que es vital identificar que están apelando a tu sentimiento de responsabilidad para lograr evitarlo.
Uno de los consejos de la psicóloga Rosario Linares para evitar el chantaje emocional es usar el tiempo a tu favor a la hora de atender a sus peticiones. Porque el chantajista demandará un compromiso inmediato: si te da tiempo para reflexionar, generalmente no accederás a su petición. Por eso recomienda contestar a sus peticiones con un «me lo pensaré» para tomarte el tiempo que necesites para evaluar pros y contras.
Pero ante todo, lo esencial es aprender a decir no, teniendo en cuenta siempre tus propias prioridades sin sentirte culpable por ello. «Por eso, cuando no estés dispuesto a hacer algo, di no con amabilidad y firmeza. No des demasiadas excusas que el chantajista pueda usar en tu contra y demuestran indecisión», aconseja Linares.
No siempre es fácil, ya que a veces, el chantajista es una persona a la que aprecias. En esos casos, la psicóloga aconseja intentar hacerle entrar en razón y resaltar las consecuencias que su petición tendrían para ti. Pero ten en cuenta que no siempre van a reaccionar bien si ven que sus exigencias no van a ser atendidas, por lo que prepárate para contestar de forma firme y negarte a sus peticiones.
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