Los 12 hábitos de las personas resilientes que les hacen invencibles emocionalmente

La vida no es un camino fácil. No está exenta de situaciones negativas que pueden ponerte al límite y hacer que te cuestiones si podrás afrontarlas y seguir adelante. Cuando esto sucede existen dos opciones: dejarte vencer o sobreponerte a la adversidad y salir fortalecido. Esto último es lo que se denomina resiliencia, una característica psicológica muy deseada. La resiliencia es, según la RAE, la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Pero en psicología, se va un paso más allá y consideran la resiliencia como la capacidad de afrontar las crisis y de aprender algo con ellas.

Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles que pueden ser superados con tenacidad y optimismo. La resiliencia no es una cualidad innata, aunque ciertos caracteres sí pueden ser más proclives a desarrollarla. Si no es tu caso puedes estar tranquilo, ya que los expertos aseguran que la resiliencia puede desarrollarse a lo largo de la vida cambiando tus hábitos.

Los 12 hábitos que practican las personas resilientes

La psicóloga y psicoterapeuta Rosario Linares, autora de los libros Resiliencia o la adversidad como oportunidad y Duelo y resiliencia. Guía para la reconstrucción emocional, ha recopilado los 12 hábitos que, a su juicio, caracterizan a las personas resilientes:

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1. Conocen sus limitaciones y capacidades: «El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor», destaca la experta. Al conocer perfectamente sus fortalezas y defectos, pueden fijarse metas más objetivas que tengan en cuenta, no sólo sus necesidades, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.

2. Son personas muy creativas: ser resiliente implica tener una gran imaginación para ser capaz de ver los diferentes caminos que puedes tomar para superar una situación difícil. Pero no únicamente superarla, sino aprovechar lo que ha ocurrido para crecer y crear, del caos, una oportunidad.

3. Confían en sí mismos: al conocerse íntimamente, tanto sus debilidades como sus fortalezas, las personas resilientes confían mucho en sus capacidades. Por ello, son más perseverantes a la hora de lograr sus objetivos, puesto que los han trazado de forma realista sabiendo que son capaces de conseguirlos.

4. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender: la vida es un conjunto de situaciones alegres y dolorosas. No se pueden eliminar las más desagradables, por lo que es clave aprender a sobrellevarlas. Las personas con un alto nivel de resiliencia «asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer», comenta Linares. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen ante ellos.

5. Viven el momento presente: una de las características del mindfulness es buscar la conciencia plena que supone estar en el aquí y el ahora, no perderte en situaciones del pasado o del futuro. Y esto lo ponen en práctica las personas resilientes aún sin saber qué es el mindfulness y en qué consiste. Para los resilientes, el pasado forma parte del ayer, mientras que el futuro no les paraliza ni es una fuente de preocupación extrema. Además, al vivir el momento presente, disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.

6. Son optimistas dentro de la objetividad: como hemos mencionado, las personas resilientes son muy conscientes de sus capacidades, trazándose de ese modo sus objetivos de manera realista. Pero eso no significa que no sean optimistas ante la vida. Como saben a ciencia cierta que nada es bueno ni malo al 100%, se centran en los aspectos positivos y disfrutan de los retos, desarrollando un optimismo realista, también llamado optimalismo.

7. Se rodean de personas que tienen una actitud positiva: las personas resilientes saben cultivar sus amistades, rodeandose de personas que tienen una actitud positiva ante la vida y evitando a aquellos que sólo ven lo malo, robándote la energía. «De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles», comenta la experta.

8. No intentan controlarlo todo: una de las mayores fuentes de estrés y frustraciones es la necesidad de controlar todo lo que te rodea. Las personas con gran capacidad de resiliencia saben que esto es imposible, por lo que tratan de controlar sus emociones ante las cosas imprevistas, y no las situaciones en sí. Han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control.

9. Son flexibles ante los cambios: aunque las personas resilientes saben trazar sus objetivos en función de sus capacidades, hay veces que los imprevistos de la vida hacen que esas metas sean difíciles de lograr. Cuando eso ocurre, estos individuos tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas. Estas personas siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse a sus planes iniciales.

10. Son tenaces: las personas resilientes pueden cambiar sus metas cuando así lo requiere la situación, pero eso no significa que no sean perseverantes en la consecución de sus objetivos. Se trata de individuos muy perseverantes que luchan por lo que quieren conseguir mientras eso sea posible, pero que no se aferran a un imposible si las cosas cambian. «La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella», especifica Rosario Linares.

11. Afrontan la adversidad con humor: el sentido del humor es cave en las personas resilientes, que son capaces de reírse de las cosas negativas que les ocurren para no caer e la desesperanza. La risa hace que se mantengan optimistas ante las adversidades, enfocándose en los aspectos positivos.

12. Buscan la ayuda de los demás: como las personas resilientes son muy conscientes de sus capacidades, también saben cuándo necesitan ayuda para superar cualquier hecho que les supera. Por eso no tienen ningún problema en solicitar la ayuda de su entorno o de un profesional cuando el momento así lo requiere.