CBD: así funciona el activo que ayuda a dormir mejor y refuerza el sistema inmunitario

Al CBD se le han dado muchas vueltas desde que empezó a ponerse de moda en el mundo de la cosmética. Cada vez más estudios comienzan a avalarlo y confirman su eficacia para ayudar a conciliar el sueño y a relajar a quien echa mano de él.

El último estudio que lo ha hecho ha sido uno llevado a cabo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) con la colaboración de Phexia, una marca que diseña, produce y distribuye productos basados en CBD, fundamentalmente. Y ha sido justo en la combinación con la melatonina en lo que se ha centrado el estudio.

El doctor Jesús A. Fernández-Tresguerres, profesor de la Facultad de Medicina de la UCM, investigador principal del estudio, ha llegado a la conclusión de que el cannabidol (CBD) puede ser efectivo para proteger el hígado, los pulmones y el sistema inmunitario, ya que combate la oxidación. «Las personas nos oxidamos porque una parte del oxígeno que respiramos, en vez de irse a la fabricación de energía del organismo, se va a la fabricación de los radicales libres. Estos no solamente actúan sobre la piel y la estropean, sino que también dañan todos los tejidos y órganos del cuerpo, lo que nos deteriora gradualmente. Por tanto, una sustancia como el CBD es una gran aliada puesto que es capaz de bloquear el proceso de oxidación que conduce a la inflamación y a un proceso de muerte celular programada», asegura el doctor.

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Fernández-Tresguerres ha estudiado la melatonina desde hace 30 años, así que además de estas nuevas conclusiones, hace ya tiempo que ha descubierto los beneficios que tiene el CBD junto a la melatonina para el sueño. Él, como profesional, se lo recomienda a muchos de sus pacientes para combatir la ansiedad y conciliar el sueño. De hecho, ha sido él mismo quien nos ha convencido de que al CBD hay que convertirlo en un aliado.

Qué es el CBD

«Es un activo que sale de la misma planta que la marihuana, pero que tiene unas características distintas. Para empezar, no es psicotrópico, o sea, no tiene efectos a nivel estimulante del cerebro y, por supuesto, no produce el subidón de la marihuana. Es absolutamente legal en el sentido que no hay ningún problema en su consumo en ningún lugar, ni en España ni en ningún otro país», señala el doctor.

«Hay que diferenciar entre Cannabis Sativa y Cannabis Indica. La primera da THC, que es la parte que tiene el efecto psicotrópico. La segunda es la que tiene más producción de CBD y, por lo tanto, su extracción es más fácil», apunta.

De hecho, el doctor apunta que el cuerpo produce sus propios cannabinoides, por eso no hay que temer al CBD como se le teme: «La utilización de CBD en el dolor o en la ansiedad es algo mucho más natural, porque en realidad está ocupando los mismos receptores que ocupan productos que se producen normalmente en el organismo. Precisamente, para regular toda esa serie de procesos, ya sean dolorosos, de ansiedad, etc.»

Cómo tomar el CBD

El CBD cada vez tiene más uso. Uno de los principales es la cosmética. En este campo se utiliza de manera tópica y lo encontramos en aceite y también como ingrediente principal en cremas. Pero ahora los especialistas lo recomiendan también para combatir la ansiedad, relajarse o conciliar el sueño. En este sentido, Fernández-Tresguerres recomienda poner unas gotas bajo la lengua cada mañana si padeces ansiedad y hacer los mismo por al noche si te cuesta conciliar el sueño.

Con los trastornos de sueño, el experto recomienda unirlo a la melatonina en una formulación como la que posee Night Oil de Phexia: «El CBD y la melatonina tienen un mecanismo de acción muy parecido y son complementarios. La melatonina es un antioxidante y un antiinflamatorio muy potente y además es un inductor de sueño. Tengo muchísimos pacientes tratados con melatonina. A algunos de ellos les estoy dando adicionalmente el CBD para mejorar las características del sueño, por ejemplo, o cuando existen problemas de ansiedad», explica.

En cuanto a las dosis recomendadas, aunque el CBD es apto para todos en todas las edades, como confirma el médico, las cantidades son variables. «Las dosis van desde 150 miligramos diarios para temas de dolor, para la ansiedad y demás, 200 y hasta más de mil, o sea, más de un gramo diario que se utiliza para el tratamiento de las afectaciones, de los ataques epilépticos no controlables. Entonces, claro, las variedades de dosis son muy altas», indica.

«Pero todo este tipo de cosas tiene que tener un control, cada uno posee una susceptibilidad personal a estos activos. Yo, como médico, nunca le daré a una persona la dosis que yo crea que tiene que utilizar, sino que empezaré con una mucho más baja e iré viendo cómo le va sentando. Lo que se recomienda en este tipo de cosas es empezar con dosis muy bajitas y estudiar los efectos», concluye.