La evidencia científica actual respalda la idea de que no todas son iguales y que su calidad es mucho más importante que simplemente reducir su consumo total.
Las bacterias intestinales podrían modular nuestro olor y afectar al deseo. Por lo que la microbiota influiría directamente en la atracción.
Si supieras las respuestas metabólicas que se producen en tu cuerpo cuando a primera hora te comes un bollo, probablemente optarías por elegir una opción más saludable y energética.
Todas las variedades son buenas. Pero en función de su contenido en algunos nutrientes pueden ser aún más beneficiosas para el organismo.
Al contrario de lo que ocurre con el IMC, el IRC permite conocer la cantidad de grasa abdominal en el cuerpo, por lo que es mucho más preciso para evaluar el estado de salud de una persona.
Así es como puedes olvidarte de las dietas para comenzar a pensar en la nutrición como una forma de nutrir el cuerpo y sentirte bien.
Mejora la salud digestiva, acelera el metabolismo, cuida de tu corazón y resulta ideal para aliviar muchos de los síntomas de los catarros. Pero no hay que pasarse de temperatura.
No todos los hidratos de carbono son los malos de la película. Muchos de ellos no solo no provocan aumento de peso, sino que son necesarios para una nutrición óptima.
Algunos adaptógenos como la ashwagandha, el magnesio y la vitamina B6 son esenciales para mejorar el estado de ánimo y la energía. Te contamos cuándo y cómo tomarlos.
El tempeh es un alimento rico en calcio y magnesio, indispensables para el mantenimiento de los huesos. Además, favorece el aumento de masa muscular y contribuye a la pérdida de peso.
Mantener unos niveles de azúcar en sangre estables a lo largo del día también te ayudará a no sufrir altibajos de energía.