Si los pensamientos intrusivos se adueñan de ti y notas que pierdes la calma o el sentido de la realidad, esta técnica de anclaje te ayuda a reconectar con el aquí y el ahora.
Mayor motivación, energía, efecto analgésico.... Acostumbrarse a hacer este pequeño gesto al despertarse puede convencer a nuestro cerebro de que nos espera un gran día. Pero sus efectos van más allá.
No basta con poner distancia física con esa persona que te hace daño: debes poner distancia emocional. Y, para eso, aprender a dejarle ir de tu vida y así continuar avanzando.
Que alguien sea de tu familia no significa que tengas que aguantar sus manipulaciones y faltas de respeto. Y cuando la conversación suba de tono, toma las riendas y cuenta una buena historia.
La autocompasión consiste en hablarte con la misma amabilidad y empatía con la que tratarías a tu mejor amigo cuando comete un error.
Plantearte una cuestión o un sentimiento incómodo hacia alguien desde una postura contraria a tus emociones puede ayudarte a encontrar una forma más empática y justa de ver las cosas.
El reencuentro con familiares que quieres evitar o el estrés financiero impiden que se cumplan tus altas expectativas sobre las fiestas, lo que puede hacer que te sientas desdichado.
Estás en pleno pico de ansiedad o de estrés e intentas calmarlo recurriendo a la comida. Esta técnica puede ayudarte a cambiar el foco y combatir el hambre emocional.
No consultar el móvil, realizar actividades que potencien tu autocuidado, tomar un desayuno saludable y mantener una actitud positiva te permitirán desterrar la ansiedad y vivir el día con una sonrisa.
¿Te imaginas cómo sería la vida sin un navegador en el móvil y en el coche? Puede que fuera más caótica, pero tal vez tu memoria (y tu cerebro) te lo agradecerían.
La psicóloga e hipnoterapeuta Daniela Constantín analiza el concepto de placer culpable y cómo puede influir en tu forma de actuar.