Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando dejas de beber alcohol

Si eres es como la mayoría de las personas, probablemente disfrutes de una bebida alcohólica de forma ocasional. Unas copas el fin de semana, un vinito mientras comes, una caña en el aperitivo, un cóctel después de trabajar, este tipo de brebajes pueden ser una forma agradable de relajarse y socializar. Sin embargo, también hay muchas que luchan contra el abuso y la adicción. Si crees que ha llegado el momento de dejarlo definitivamente, ya sea porque tengas un problema o porque simplemente no quieras beber más, pon atención a lo que le pasa a tu cuerpo cuando ya no tomas más alcohol.

El alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por la población en España, según la Encuesta sobre alcohol y drogas en España (EDADES 2019) realizada a población de 15 a 64 años. Pero no solo eso, sino que un 36% de nuestros habitantes aumentó su consumo en relación con los años anteriores a la pandemia, tal y como ha demostrado el informe de la OECD, titulado Preventing Harmful Alcohol Use.

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Dejar de tomar alcohol es buena idea para tu salud, pero también puede despertar algunos miedos. Primero, porque es la aceptación implícita de que es un vicio a eliminar y no un acompañante de la buena vida como a veces queremos creer. Además, es posible que hayas empezado a notar que las resacas son mucho más duras que antes y que el bajón emocional cada vez compensa menos al ratito de placer. Pero no solo eso, seguro que notas que tu humor ha empeorado y que a veces te cuesta relacionarte con tu pareja o tus amigos.

El alcohol también juega un papel muy importante en el aumento de las lesiones traumáticas graves y muertes por quemaduras, ahogamientos y homicidios. Y además está involucrado en numerosas caídas fatales y accidentes de tráfico, así como en suicidios. No tienes que ser abstemia para estar más segura, pero reducir su ingesta también disminuiría las tasas de todas estas enfermedades y problemas posteriores.

Órganos más sanos

A pesar de que muchos estudios aseguran que tomar una copita de vino (u otras bebidas alcoholicas) de forma regular podrían ser buenas para tu corazón, lo cierto es que  numerosas investigaciones y análisis dicen que eso solo podría funcionar si das un pequeño traguito al día. Si bebes más que eso, crecen las probabilidades de padecer una insuficiencia cardíaca. 

En el caso de tu hígado, su trabajo es filtrar las toxinas. Por ello, el alcohol es tóxico para tus células y su consumo excesivo (8 porciones a la semana en el caso de las mujeres) puede afectar al órgano y provocar hígado graso, cirrosis y otros problemas. La buena noticia es que si dejas de ingerir estos brebajes puede repararse e incluso regenerarse.

Según numerosas investigaciones internaciones, el alcohol además puede aumentar las posibilidades de varios tipos de cáncer como el de esófago, boca o garganta. Y aunque todavía no está claro en qué forma dejar de beber reduce las posibilidades de padecer esta enfermedad, los científicos aseguran que hay muchos beneficios.

Mejores relaciones

Disfrutar socialmente del alcohol en cantidades razonables puede mejorar tu estado de ánimo y ayudarte a relacionarte con los demás. Pero si bebes muchas veces al día se convierte en un hábito muy poco saludable. De hecho, si no puedes controlarlo provocará que no te puedas concentrar en tus relaciones o en el trabajo, lo que hará además que crezcan tus niveles de depresión, ansiedad y baja autoestima.

Pero no solo las relaciones sociales mejoran cuando te olvidas del alcohol, las sexuales también. Un poco de alcohol puede hacer que las parejas se vuelvan más juguetonas, pero un poco más de la cuenta tiene el efecto contrario. Los hombres pueden tener problemas para lograr y mantener una erección y la libido de las mujeres puede disminuir, a la vez que su vagina puede volverse más seca.

Mejor sueño, mayores capacidades motoras y adelgazamiento

Aunque el alcohol puede adormecerte al principio, una vez que te duermes puede hacer que te despiertes repetidamente durante la noche. Además, interrumpe la importante etapa REM del sueño e interfiere con tu respiración. También es posible que te levantes con más frecuencia para ir al baño. Si quieres descansar mejor, evita tomarlo especialmente al final de la tarde y al anochecer.

El alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por la población en España.

La dependencia del alcohol puede hacer que sea más difícil pensar o recordar cosas. Con el tiempo, beber en exceso hará que se nuble tu percepción de las distancias y los volúmenes o se ralenticen tus habilidades motoras. Pero no solo eso, además es posible que pierdas empatía hacia los demás. 

Una cerveza normal tiene alrededor de 150 calorías y una copa de vino unas 120. Además de esas calorías vacías, el alcohol aumenta el apetito. Y aunque comer no es el problema, lo cierto es que también te hace más impulsivo y menos capaz de resistir las patatas fritas y otras tentaciones que se puedan cruzar en ese momento.