Los refrescos saludables arrasan en Internet pero tienes que tener mucho cuidado con ellos

Tienes que beber agua. Hidratarte para proporcionar a tu cuerpo el componente principal de sus células, órganos y tejidos. Más aún cuando haces ejercicio, lo que aumenta tu pérdida de líquidos a través de la sudoración. Pero hoy no te quieres limitar al agua: buscas una alternativa con más sabor. Por qué no, una bebida que, además de deleitar tu paladar, aporte a tu salud beneficios que vayan mucho más allá de los que te ofrece el líquido elemento. Por ejemplo, los nuevos «refrescos saludables» que triunfan en Estados Unidos y que se han hecho virales en Internet. Lo que no es una buena idea.

La doctora Alisha Reed, farmacéutica y consultora especializada en autocuidado, explica que «lógicamente, consumir estos nuevos productos es mejor que beber los refrescos tradicionales, tan ricos en azúcares. Pero estas bebidas no pueden en ningún caso reemplazar a una alimentación saludable». Estos son sus supuestos beneficios

Supuestos beneficios de los refrescos saludables

Básicamente, los nuevos refrescos son «saludables» porque incluyen entre sus componentes fibra soluble. Lo que es muy beneficioso para la salud digestiva dado que, una vez en el intestino, este tipo de fibra forma un gel que ralentiza tanto el tránsito como el vaciado intestinal. Esto aumenta así, tal y como muestra la Universidad de Camberra, la sensación de saciedad.

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Pero aún hay más. Esta fibra, como ha revelado la Universidad de Shandong, también tiene un efecto prebiótico al servir de alimento a muchas bacterias «buenas» del microbioma intestinal. Y a ello se suma, entre otros efectos positivos, que según ha observado la Universidad de Harvard, que también se une al colesterol y evita que llegue a los vasos sanguíneos, en los que se depositaría formando placas que dificultarían un flujo sanguíneo adecuado –la consabida y temida aterosclerosis.

Da igual que puedan evitar infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Aquí lo importante es el beneficio digestivo, que es en lo que se han basado las empresas que comercializan estas bebidas para etiquetarlas como «saludables». ¿Y realmente lo son? Pues no. Al menos por el momento. Como indica la doctora Reed, «aún no hay evidencias que respalden estas afirmaciones de que son beneficiosas para la salud. Se necesita más investigación».

Dicho de otra manera, aunque aporten fibra, concretamente inulina, su beneficio está aún por ver. Más aún cuando, recuerda la experta, también tienen zumos de frutas en su composición. O lo que es lo mismo, edulcorantes y azúcares. Aunque su cantidad sea muy inferior a la de los refrescos de toda la vida: un máximo de 5 gramos de azúcares por lata, frente a los cerca de 40 gramos que tienen los tradicionales.

Por qué es mejor beber agua

Además, dado este menor contenido en azúcares, su aporte de calorías es mínimo: un máximo de 35 por lata, cuando los clásicos llevan entre 140 y 150. Lo que ayudará a que no ganes peso. Pero si lo que se busca es hidratarse y no ponerse a malas con la báscula, ¿cuántos azúcares y calorías tiene el agua? Pues cero y cero.

No pueden sustituir a la alimentación

No importa. Te gusta su sabor. Y cuando bebes estos novedosos refrescos, varias veces al día, te llenas de fibra. Lo que en realidad es un error. La inulina no debe ser tu fuente principal de fibra, pues como han mostrado investigadores de la Universidad de Minnesota, provoca hinchazón y otros síntomas gastrointestinales.

Además, destaca la doctora Reed, «la Asociación Americana del Corazón sugiere comer fibra de una variedad de alimentos, por lo general verduras, cereales integrales y frutos secos, para una ingesta diaria total de 25-30 gramos de fibra obtenidos a través de la dieta, no de suplementos».

Veredicto: no son saludables

En definitiva, estos refrescos cada vez más populares en las redes son mejor que los de siempre. Pero eso no significa que, como quiere vendernos las campañas publicitarias, sean saludables. Si, como es aconsejable, sigues una alimentación sana y equilibrada, poco, o más bien nada, van a hacer por tu salud.