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Las bebidas isotónicas se han convertido en una parte fundamental de la rutina de entrenamiento de muchos deportistas. FOTO: Pexels.
Ejercicio
Las bebidas istónicas te ayudan a mantenerte hidratado y a recuperarte después del entrenamiento. Pero dado su contenido en azúcares, sodio y potasio, no deben tomarse fuera del contexto deportivo.
Por Marcos López
24 de septiembre de 2024 / 13:46
Has concluido con la rutina diaria de ejercicios que te ayuda a disfrutar de una salud de hierro, por lo que ha llegado el momento de hidratarte. De reponer los líquidos que, fruto de tu esfuerzo, has perdido a través de la sudoración. De beber mucha agua. O mejor aún, de tomar una bebida que, además del líquido elemento, te aporte minerales que faciliten su absorción. Así que te decides por una bebida isotónica o deportiva de intenso color. En grandes cantidades, como harías con el agua. Lo que, en realidad, no es una buena idea.
Alina Hanschke, entrenadora personal y especialista en Nutrición, explica que «si bien las bebidas isotónicas se han convertido para muchos deportistas en una pieza fundamental para un óptimo desempeño durante el entrenamiento o ejercicio, un incorrecto modo de empleo puede perjudicar a nuestro cuerpo».
Las bebidas isotónicas están diseñadas para reponer los fluidos y electrolitos que, vía sudoración, se pierden durante el ejercicio. Para ello, además de agua, contienen electrolitos –o lo que es lo mismo, minerales con carga eléctrica– como el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio. También carbohidratos simples o azúcares como la glucosa, la fructosa o la sacarosa, que no tienen un alto valor nutricional pero son digeridos rápidamente por el organismo para obtener energía.
Alina Hanschke apunta que «el consumo de estas bebidas durante el ejercicio favorecerá la hidratación y la retención de líquidos por su contenido en electrolitos. También el mantenimiento del combustible muscular con el aporte continuo de carbohidratos, reduciendo así la percepción del esfuerzo y la sensación de vacío en el estómago».
Pero sus beneficios no acaban ahí. También son ideales para la hidratación tras el entrenamiento. No en vano, destaca la experta, «sus carbohidratos contribuyen a la recuperación del glucógeno muscular y a la reparación de las fibras musculares dañadas por el ejercicio».
Estás en pleno esfuerzo y estás transpirando a chorros. O ya has terminado tu ruina y tienes que recuperar tanto líquido fugado con tu sudoración. Así que, ¿cuál es la cantidad idónea de bebida isotónica que tienes que tomar? Pues varía en función del peso corporal y del estado de hidratación previo al entrenamiento, si bien Alina Hanschke considera que una ingesta cercana a los 300 mililitros es más que suficiente.
Pero no sólo has acabado realmente empapado. Tienes muchísima sed que sabes que no podrá ser saciada con este (casi) tercio de litro. Pero da igual. No debes abusar de estas bebidas deportivas. Y no únicamente por el azúcar, sino por su contenido en sodio y potasio, cuya acumulación en grandes cantidades por el organismo resulta muy perjudicial para la salud. ¿Sigues teniendo sed? Bebe agua.
Asimismo, la nutricionista y entrenadora personal recomienda tomar estas bebidas a una temperatura que oscile entre los 15º C y los 21º C. Nunca más frías, pues ralentizan la absorción y pueden ocasionar desvanecimientos. Tampoco más calientes, dado que resultarán menos apetecibles y se beberá en menor cantidad.
Pero no es únicamente una cuestión de cantidad y temperatura. También es importante el sabor, «pues tiene que gustar para facilitar la ingesta y estimular el mecanismo de la sensación de la sed», refiere la experta, que aconseja «probar diferentes sabores para acostumbrar el organismo y ver cómo afecta a la digestión».
También es importante que las bebidas isotónicas se consuman únicamente en el contexto para lo que han sido diseñadas. Para ayudarte a mantenerte hidratado mientas haces ejercicio y a recuperarte a su conclusión. Por muy coloridas que sean, no son refrescos para disfrutar en un momento de ocio. Por mucho que apriete el calor. Como concluye la experta, «estas bebidas no deben nunca utilizarse para el consumo recreativo, pues en este caso no son saludables debido a su contenido en azúcares añadidos y sal».
Un último apunte: algunas bebidas isotónicas también contienen cafeína. Pero no deben confundirse nunca con las comercializadas como bebidas energéticas, en las que la cantidad de cafeína resulta abrumadora, llegando en algunos casos a los 250 miligramos por lata. Mucho más del doble de la contenida en una taza de café.
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