Por qué es importante desayunar ciruelas pasas a partir de los 50

Son muchas las ocasiones en las que el remedio para aliviar una dolencia no se encuentra tanto en el botiquín como en la despensa. Así sucede, por ejemplo, con las ciruelas, a las que ya recurrían los humanos primitivos para tratar sus problemas digestivos, sobre todo el estreñimiento. Pero esta fruta sumamente sabrosa tiene efectos positivos para la salud que van mucho más allá de la mejora del tránsito intestinal. Más aún si están deshidratadas. Y es que comer ciruelas pasas, tal y como ha demostrado la ciencia, previene el envejecimiento prematuro y el desarrollo de diversas enfermedades letales.

Las ciruelas, explica Rocío del Pozo, dietista-nutricionista en el Consultorio Médico Los Ángeles de Madrid, «son una rica fuente de nutrientes como las vitaminas C y K y minerales como el boro, el potasio y el magnesio. Además, tienen un alto contenido en fibra, lo que contribuye a la sensación de saciedad y nos ayuda a perder peso».

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Mejor pasas que frescas

La pregunta es, ¿por qué priorizar las ciruelas pasas? Pues porque con la deshidratación se concentran sus propiedades nutricionales y, apunta Rocío del Pozo, «es más fácil comer cinco ciruelas pasas que la misma cantidad de ciruelas frescas». Además, los efectos positivos para la salud observados en los estudios se han obtenido en su mayoría con las ciruelas pasas. Y si bien es esperable que estos beneficios sean también comunes a las frescas, puede que no sea así. Te contamos por qué es importante que las añadas a tu dieta una vez cumplidos los 50.

Reducen el colesterol

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte tanto en nuestro país como en todo el mundo. Y aquí las ciruelas pasas tienen mucho que decir. Y es que tomar entre 50 y 100 gramos diarios durante un año, tal y como demuestra un estudio de la Universidad Estatal de Florida, reduce los niveles de colesterol malo y aumenta los de colesterol bueno, lo que disminuye, y mucho, el riesgo de que se formen placas que acaben taponando las arterias. O lo que es lo mismo, que se desarrolle la aterosclerosis.

Disminuyen la inflamación

La inflamación crónica contribuye a la aparición de patologías como la diabetes tipo 2 o diversos tipos de cáncer. Lo que puede prevenirse, una vez más, añadiendo ciruelas pasas a la dieta. No en vano, revelan investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, reducen los niveles de citoquinas proinflamatorias, proteínas que en caso de ser liberadas continuamente durante un amplio periodo de tiempo acabarán dañando diversos órganos del cuerpo.

Para todas las edades

Un apunte importante: estos dos estudios fueron llevados a cabo con mujeres que ya han llegado a la menopausia y varones cuyas tartas de cumpleaños sumaban más de 55 velas. Lo que no quiere decir, ni mucho menos, que haya que llegar a la mediana edad para empezar a comer ciruelas pasas. Con independencia de la edad, recuerda Rocío del Pozo, «lo recomendable es seguir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras. Y, evidentemente, las ciruelas pasas se incluyen en esta categoría».

Mejoran la salud de todo el organismo

¿Necesitas más razones para incluir las ciruelas pasas en tu desayuno? También, como ha observado la Universidad George Mason, ayudan a prevenir la pérdida de masa ósea y, por ende, el desarrollo de la osteoporosis; permiten que el cuerpo se sienta saciado y no demande la ingesta de más calorías, lo que como destaca la Universidad de Illinois ayuda a lograr y mantener un peso adecuado; facilitan el control de los niveles de glucosa en sangre, evitando así, como refiere la Universidad Estatal de San Diego, la aparición de la diabetes tipo 2; y son muy eficaces a la hora de tratar los problemas digestivos, algo que ya conocían de sobra nuestros ancestros y que ha sido constatado por la Universidad de Iowa.

Tres al día son suficientes

Pero tampoco es cuestión de atiborrarse. ¿Cuál es la cantidad ideal? Los expertos indican que 100 gramos de ciruelas pasas contienen en torno a 38 gramos de carbohidratos, por lo que su consumo excesivo puede enemistarse con la báscula. Como concluye la experta, «comer tres al día, o cinco alcanzada la menopausia, es más que suficiente para disfrutar de sus beneficios». Deléitate con un desayuno sabroso que te llenará de energía y cuidará de tu cuerpo.