Callarte para no crear un conflicto tiene serias consecuencias para tu salud mental. / Foto de KoolShooters en Pexels.
Psicología
Por qué NO tienes que callarte tus opiniones para evitar peleas
Aquellas personas que tienden a callarse sus opiniones y necesidades para sentirse aceptado socialmente pueden sufrir el síndrome de la niña buena.
Por Sara Flamenco
11 DE MARZO DE 2024 / 14:24
Los conflictos no son agradables para nadie, por lo que, como estrategia de evitación, ciertas personas tienden a callarse sus opiniones y ponen por delante las de los demás. Dentro de este miedo al conflicto y preocupación por la aprobación de los demás, nos encontramos con el síndrome de la niña buena.
Este concepto que parece de broma es un término psicológico real que se refiere «a un patrón de comportamiento caracterizado por la sumisión, la complacencia excesiva, la falta de asertividad y la incapacidad para expresar deseos o necesidades propias. Las personas que sufren de este síndrome suelen anteponer las necesidades y deseos de los demás por encima de los suyos propios, buscando constantemente la aprobación y evitando el conflicto a toda costa», nos explica la psicóloga Beatriz Galván.
Este comportamiento no es tan extraño, y puede ser el resultado de una baja autoestima, el miedo a la crítica o el rechazo, la necesidad de sentirse amado o la dificultad para establecer límites sanos, según nos ha explicado la experta. «En muchos casos, las personas con el síndrome de la niña buena pueden experimentar altos niveles de estrés, ansiedad y frustración debido a la incapacidad de satisfacer sus propias necesidades y deseos», continúa. Este síndrome puede tener efectos negativos en la salud mental y emocional de las personas, pues puede llevar a la supresión de emociones, la falta de autoexpresión y la dificultad para establecer límites saludables en las relaciones interpersonales.
Razones por las cuales las personas deciden callarse sus opiniones
Hay varias razones por las cuales algunas personas eligen no hablar para evitar conflictos. Algunas de estas razones pueden incluir:
- Miedo al rechazo o al juicio de los demás: «Algunas personas temen que, al expresar sus opiniones o sentimientos, puedan ser rechazadas o juzgadas negativamente por los demás, por lo que prefieren mantenerse en silencio para evitar este tipo de conflicto emocional», nos ha dicho la experta en psicología.
- Falta de habilidades de comunicación: hay gente que puede tener dificultades para expresar sus pensamientos y sentimientos de manera clara y efectiva, lo que puede llevarlas a evitar situaciones conflictivas en las que tengan que comunicarse de manera abierta y honesta.
- Evitar confrontaciones: «Algunas personas prefieren evitar conflictos y confrontaciones directas con los demás, por lo que eligen no hablar para evitar desencadenar una situación conflictiva», nos ha asegurado Beatriz Galván.
- No querer herir los sentimientos de los demás: hay quien puede ser muy sensibles a la hora de expresar críticas o desacuerdos con los demás, por lo que prefieren callar para no herir los sentimientos de los demás.
Factores que influyen en el desarrollo del Síndrome de la niña buena
- Sentimientos de baja autoestima y falta de autoconfianza: las personas que experimentan sentimientos de inseguridad y baja autoestima son más propensas a buscar la validación externa para sentirse valiosas. Esto les hace callarse sus opiniones y acabar las de los demás como propias para tener un sentimiento a corto plazo de satisfacción al sentirse aceptado.
- Expectativas sociales: las expectativas sociales sobre cómo deben actuar las mujeres, como ser amables, serviciales y complacientes, pueden llevar a a adoptar un comportamiento de niña buena para encajar en estas normas de los estereotipos de género.
- Mensajes del entorno familiar y presión familiar: los mensajes recibidos en la infancia por parte de la familia, como la necesidad de ser perfecto o de cumplir con ciertas expectativas, pueden llevar a las personas a adoptar un comportamiento de niña buena con el objetivo de obtener el amor y la aprobación de sus seres queridos.
- Experiencias de trauma o abuso: las personas que han experimentado traumas o abusos en el pasado pueden desarrollar el síndrome de la niña buena como una forma de protegerse, evitar conflictos y las situaciones de peligro.
- Hábitos de comportamiento aprendidos: la observación de modelos de comportamiento en la infancia, como padres sobreprotectores o autoritarios, puede llevar a adoptar un comportamiento de niña buena para evitar el rechazo o la confrontación.
Cómo evitar callarte tus opiniones por miedo al conflicto
Beatriz Galván nos ha detallado antes las consecuencias de callarte tus opiniones para no generar una pelea. Altos niveles de estrés, ansiedad y frustración, además e llevarte a la supresión de emociones, la falta de autoexpresión y la dificultad para establecer límites saludables en las relaciones interpersonales son algunas de estas repercusiones.
«Es importante reconocer y abordar este patrón de comportamiento para mejorar nuestra salud mental. La psicoterapia en estos casos nos ayudará a comprender las causas subyacentes de estos comportamientos y a trabajar en nuestra autoestima y habilidades de comunicación», nos asegura la experta. Pero además nos ha dado unas pautas de comportamiento que puedes aplicar en tu día a día:
- Reconoce y acepta tus propias necesidades y deseos: «Es importante identificar lo que realmente quieres y necesitas en lugar de basar tus decisiones en complacer a los demás», afirma Galván. Y es que todos tenemos necesidades y opiniones propias que no tienen por qué ser peores que las de los demás, sólo hay que saber cómo expresarlas.
- Establece límites sanos: «Aprende a decir no cuando sea necesario y a establece límites claros en tus relaciones para proteger tu propio bienestar«, continúa. Decir no puede ser muy difícil para aquellas personas que siempre buscan encajar y ser aceptados.
- Practica la asertividad: «Aprende a comunicar tus pensamientos, sentimientos y deseos de manera respetuosa y clara», aconseja Beatriz Galván. Decir lo que quieres o lo que opinas sobre un hecho concreto no tiene por qué ser agresivo ni egoísta si lo haces con respeto. De hecho, es uno de los pilares fundamentales para aprender a poner límites sanos en tus relaciones con los demás.
- Cultiva la autoestima: «Trabaja en tu autoestima y en la confianza en ti misma, reconociendo tus propias fortalezas y capacidades», continúa. Todos tenemos nuestros puntos débiles, sí, pero también nuestras habilidades y saber que existen y confiar en ellas hará que tu autoestima crezca.
- Practica el autocuidado: «Dedica tiempo para cuidar de tí misma, a nivel físico y emocional, priorizando tu bienestar por encima de complacer a los demás», aconseja. Las claves del autocuidado pasan por llevar una alimentación saludable, realizar ejercicio físico, aprender a regular tus emociones, satisfacer tus necesidades, dedicarte tiempo a ti mismo y hablarte bien, con amabilidad.
- Busca apoyo: «Apóyate en las personas de tu entorno y también considera la posibilidad de buscar ayuda profesional; la psicoterapia te ayudará a explorar y modificar estos patrones de pensamiento y de comportamiento», propone la experta.