Menguar se puede evitar con ejercicio y alimentación adecuada./ Foto: Porque lo digo yo.
Cuerpo
Por qué pierdes centímetros de altura cuando te haces mayor (y cómo evitar que pase)
La reducción de la estatura, de hasta un centímetro por década a partir de los 40, puede evitarse con una alimentación saludable y la práctica de ejercicio.
Por Marcos López
26 DE FEBRERO DE 2024 / 08:00
La infancia es una etapa de crecimiento, tal y como queda reflejado en las mediciones que, año tras año, recogen los padres en una pared del domicilio familiar para, no sin orgullo, disfrutar de cómo sus vástagos se alzan poco a poco hacia el cielo. Una tradición que suele mantenerse durante la pubertad y que, finalmente, se abandona en la edad adulta. Porque alcanzado el tope de altura, ¿para qué medir lo que ya no va a cambiar? Lo que no es del todo cierto. Por el contrario, cumplidos los 40, esta estatura empieza a «menguar».
No, no es tu sensación, ni que tus hijos y sobrinos crezcan a toda velocidad (que también), menguar es un proceso que sucede con la edad pero te contamos por qué sucede y qué puedes hacer para que no ocurra. Porque tiene solución (o más bien prevención).
Por qué las mujeres pierden más centímetros
Es posible que no lo hayas notado, pero si ya hace tiempo que disfrutas de la mediana edad eres un poquito más bajo que en tu juventud. Alcanzada la cuarentena, la estatura se ve reducida a un ritmo de un centímetro por década. Por lo general, «esta pérdida es más acusada en mujeres que en varones», explica el doctor Eric Berg, quiropráctico y autor del exitoso The Healthy Keto Plan.
Es más; esta disminución parece incluso acelerarse a partir de los 50, con 11 milímetros de pérdida por año en el caso de los varones y de 17 milímetros en el de las mujeres, según han observado investigadores de la Universidad de Zúrich.
Columna vertebral más «comprimida»
La primera razón por la que se reduce la estatura es por la pérdida de agua de los discos intervertebrales, esto es, las almohadillas cartilaginosas que evitan que las vertebras de la columna choquen entre sí durante el movimiento. Por ejemplo, los discos contienen un 85% de agua en la infancia, por solo un 70% alcanzados los 70 años. Y cuanto menor es su volumen, más cercana es la distancia entre las vértebras, con lo que la columna se «acorta». Un proceso que, además, se acelera con el exceso de peso y con el consumo de tabaco.
Huesos menos densos (y más frágiles)
La segunda causa es la pérdida de masa que sufren naturalmente los huesos a partir de los 40. Una disminución de la densidad ósea que, de resultar más acelerada de lo normal, da como resultado la osteoporosis. Y como el hueso es más débil, es más propenso a sufrir pequeñas fracturas. También las vértebras, que a consecuencia de estas microrroturas –por lo general, indoloras– puede comprimirse o cambiar de forma, lo que puede contribuir a una postura más arqueada –y, por ende, a una menor estatura
Músculos menos fuertes
Pero no son sólo los huesos. Durante el envejecimiento se produce igualmente una disminución de la masa muscular. También en aquellos músculos con una función postural, caso de aquellos encargados de «apuntalar» la columna para mantenerla recta. Así, y dado que los músculos tienen menos fuerza y resistencia, el cuerpo se encorva.
Cómo evitar la pérdida de centímetros
El doctor Berg recuerda que «una vez perdidos esos centímetros con el envejecimiento es demasiado tarde para volver atrás». Pero la buena noticia es, puntualiza el experto, que «la pérdida de estatura asociada a la edad se puede evitar».
Ha llegado el momento de luchar contra la gravedad. Y no precisamente con un viaje al espacio, dado que es un remedio sólo temporal. Es cierto que los astronautas, como destaca la NASA, pueden llegar a crecer más de tres centímetros durante sus estancias en órbita. Pero de vuelta a la Tierra, el cuerpo recuperará su longitud habitual.
Alimentación saludable y ejercicio
No es una mera cuestión de ego: luchar contra la reducción de estatura es beneficioso para todo el organismo. Y para ello, lo primero es seguir una dieta saludable que, entre otros nutrientes, vitaminas y minerales, aporte una cantidad adecuada de calcio que ayude a salvaguardar la densidad ósea.
Por ejemplo, «puedes obtener calcio de las verduras de hoja verde y de productos lácteos orgánicos», apunta el doctor Berg, que igualmente recomienda la toma de vitamina D para ayudar a absorber este mineral esencial.
También hay que hacer ejercicio, pues como alerta el doctor Berg, «su falta supone un riesgo para la salud. El ejercicio ejerce una presión beneficiosa sobre el cuerpo y ayuda a fortalecer los huesos». También los músculos, para lo que los expertos recomiendan hacer flexiones, sentadillas, estocadas y planchas para fortalecer el core.
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