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WeLife Experiences
Jana Fernández: «Necesitamos dormir para sobrevivir»
El psicólogo Iván Eguzquiza, la coach y divulgadora Jana Fernández y la esteticista Ana Toribio dieron las claves para dormir y descansar mejor en WeLife Duerme.
23 de noviembre de 2023 / 18:45
El psicólogo Iván Eguzquiza abría su ponencia sobre los mitos que hay en torno al sueño con una pregunta clara a la par que aparentemente sencilla: «¿Para qué dormimos?». El silencio se hizo en la suite presidencial de NH Collection Madrid Eurobuilding, lugar donde se celebró el primer WeLife Duerme dentro del contexto de los eventos WeLife Experiences. «Parece como si hubiera una sola razón para dormir, pero hay muchas», contestaba el experto a su propia pregunta. Porque lo cierto es que «necesitamos dormir para sobrevivir», confirmaba la coach Jana Fernández tras la intervención del psicólogo. Un problema en una sociedad en la que, tal y como apuntaba María Fernández-Miranda, directora de WeLife, al dar la bienvenida al evento, «el insomnio es la enfermedad del siglo XXI, según los expertos. El 44,8% de los españoles no descansa bien y en el caso de las mujeres la cifra se eleva hasta el 74%».
Los problemas de sueño se pusieron sobre la mesa, pero también las soluciones. Algo muy necesario, porque «el sueño no lo podemos controlar, y la obsesión por dormir nos puede ocasionar insomnio», advertía Fernández. A través de desmentir mitos, de trucos sencillos para conciliar el sueño más fácilmente y técnicas de masaje facial para relajarnos de la mano de Ana Toribio, esteticista y manager de la Boutique Spa Caudalíe de Madrid, los invitados a WeLife Duerme descubrieron cómo dormir bien para vivir mejor.
Por qué hay que dormir bien
Como coincidieron todos los expertos que protagonizaron WeLife Duerme, dormir es una de las funciones principales que necesitamos para superar el día a día. «Durante la jornada desgastamos el organismo, por eso el sueño profundo es fundamental», explicaba Eguzquiza, psicólogo del Instituto de Investigaciones del Sueño (IIS), mientras hacía referencia a ese que se produce en la fase REM. «Este sueño es imprescindible para la regeneración de los tejidos musculares y para fijar la memoria a largo plazo«, añadía.
Gracias a esa fase, lo que hemos percibido durante el día se asienta por la noche: «Toda la información que nos pasa por el cerebro antes de dormir se nos va a quedar mejor porque el cerebro la va a procesar en la fase REM. Por eso conviene no irnos con preocupaciones a la cama«, explicaba. Por eso, recomendó a los asistentes justo lo que él hace con sus pacientes depresivos: hacerse una lista cada noche de todas las cosas buenas que les habían sucedido durante el día. De esta forma, la calidad de vida aumentará y se vivirá con más optimismo.
Es importante ir a la cama tranquilos porque «todas las emociones que tenemos durante el día afectan a cómo dormimos. Durante la noche el cerebro busca formas de solucionar los problemas. Se ocupa de las cosas que evitamos pensar durante la jornada. Cuando dormimos, el cerebro se limpia a sí mismo y se produce la recuperación emocional», advertía.
Además, quiso hacer hincapié en que quien no duerme bien verá que no ha recuperado su energía y por eso al día siguiente no sólo se sentirá más cansado, sino que también tendrá más despistes, más errores, será menos productivo y tendrá menos facilidad para concentrarse.
Mitos sobre el sueño
Pero no todos dormimos igual ni necesitamos dormir lo mismo. El psicólogo quiso dejar esta idea clara prácticamente desde el primer minuto de su ponencia. Y recalcó que hay gran cantidad de mitos alrededor del sueño que lo que hacen es mantener a la sociedad más preocupada por dormir bien, lo que es contraproducente para una buena calidad del sueño.
«No todos tenemos que dormir lo mismo. Hay personas que necesitan dormir poco porque hay gente que tiene un sueño muy eficiente. Luego hay otros que tienen sueño de peor calidad o problemas de melatonina y por ello necesitan dormir cerca de nueve o diez horas. Además, incluso la misma persona, en función de cómo sea su calidad de sueño y del momento, necesita más o menos número de horas», contaba el experto.
Hay que tener en cuenta también que «hay personas diurnas y nocturnas», clasificaba. Es decir, que viven más de día que de noche, y viceversa. Así, «un nocturno (que prefiere irse a dormir más tarde) tiene más despertares en la parte primera de la noche porque genera menos melatonina en ese periodo; y un diurno (que duerme a horas más tempranas) se despierta más al final porque es ahí donde genera menos melatonina», aclaraba Eguzquiza.
Otro de los mitos que subrayaba el psicólogo es que «dormir bien es dormir seguido toda la noche«. «Generamos equis despertares por hora por supervivencia. Sólo nos acordamos de los que duran más de cinco o seis minutos», tranquilizaba al público, que reconocía despertarse por la noche.
Junto a esta afirmación falsa del sueño desvelaba también la de que por la noche no deben usarse pantallas. «Para un 25% de la población mirar luces brillantes por la noche puede ser positivo y terapéutico», afirmaba el terapeuta. Porque realmente lo que es perjudicial para el sueño es lo que vemos en esas pantallas, confirmaba la siguiente ponente del evento, la coach y divulgadora Jana Fernández.
Enemigos del sueño
Tras dejar clara la importancia de dormir y descansar para poder vivir con bienestar y ser productivos día a día, Jana Fernández, autora del libro Aprende a descansar, dio las claves para lograrlo. La coach y divulgadora aconsejaba en primer lugar «identificar ladrones de sueño y enemigos del descanso«. Es decir, todo lo que puede haber a nuestro alrededor que el cerebro siente como una amenaza y que impide que durmamos. «El ser humano tiene mecanismos de protección que le permite llevar periodos de privación de sueño», por una cuestión de supervivencia, coincidía con Eguzquiza. Por tanto, si el cerebro percibe que algo no va bien, no duerme. Hay que estar alerta de:
El estilo de vida moderno y sedentarismo
«Vivimos en la cultura de la hiperproductividad«, señalaba Fernández. «Tenemos que estar constantemente haciendo cosas y además hacerlo en multitarea. Y eso nos hace realmente improductivos. Sólo somos productivos en monotarea. En multitarea hacemos que nuestro cerebro gaste una cantidad de energía brutal sin hacer nada productivo. Lo que hacemos es cambiar el foco de atención de una cosa a otra. Asociamos éxito con una persona que no duerme porque tiene que hacer muchas cosas, y eso es un error», explicaba.
En relación a nuestro modo de vida, también subrayaba el sedentarismo tan propio de los trabajos de oficina como peligroso para el sueño.
La hiperconexión
«No nos permitimos que nuestro cerebro esté conectado a solo una cosa, sino a varias esferas», decía la experta en relación a los dispositivos electrónicos y a las redes sociales. «No permitimos que nuestro cerebro desconecte de nada. Todo lo tenemos en el móvil las 24 horas del día y nuestro cerebro no está preparado para eso», advertía, y hacía referencia también al jet lag social. Es decir, la desregulación de los horarios debido a los planes de ocio.
Claves para conciliar bien el sueño
Además de los factores del modo de vida actual que dificultan conciliar el sueño y merman su calidad, Jana Fernández daba también una serie de claves para poner remedio a esta situación.
- Exposición a la luz natural. «Que vivamos más de cara a la naturaleza y menos de cara a los interiores. Esa luz es la que pone en hora mi reloj. Necesito esa información lumínica del exterior para que mi organismo esté sincronizado», apunta.
- Movimiento y alimentación. «Estamos hechos para el movimiento, que no es sedentarismo activo. Cuando hablamos de movimiento nos referimos a movimiento constante durante todo el día. Para descansar necesito cansarme, así que tened un día lo más activo posible», recomendaba. Y junto a ello, también daba consejos como trabajar de pie, que «quema 20 calorías más por hora que sentados». Además, hay que tener en cuenta que «estamos hechos para comer alimentos y no productos. Los ultraprocesados son mucho más difíciles de digerir, así que esa energía no la estoy utilizando para quedarme dormido», sino para digerirlos.
- Evitar el alcohol. «El alcohol no ayuda a dormir. Nos seda pero no nos ayuda a dormir. Fragmenta el sueño y luego no te puedes volver a dormir, además afecta a las fases de sueño profundo», explicaba Fernández.
- Cuidar el entorno. En este aspecto, la divulgadora recomendaba mantener la habitación en la que se duerme en orden, a una temperatura de 21ºC, con buen olor, con aire limpio para evitar los ronquidos y taparse con materiales que favorezcan la termo-regulación. Todo ello además de realizar un ritual una hora antes de dormir que favorezca el sueño y no altere.
- Trabajar las redes sociales. Pero las de carne y hueso. «Somos seres sociales por naturaleza. Necesitamos el contacto humano para todo. Compartir con otras personas es también conexión y hace más por nuestra salud que cualquier otra cosa que podamos hacer», concluía.
El masaje facial para dormir bien
En relación a esos hábitos relajantes antes de ir a dormir, la esteticista Ana Toribio dio a todos los asistentes el paso a paso para hacer un masaje facial en su propio cuarto de baño. Se trataba de un ritual de autocuidado que consistía en la aplicación de la rutina de belleza, desde la limpieza facial hasta la aplicación final de la crema. Consistía en hacer movimientos ascendentes para alisar la piel tras trabajarla con pequeños pellizcos que reactivan la circulación y relajan la tensión en zonas clave, como es la de abajo de las orejas o las sienes.
Para realizar este masaje, utilizó el tratamiento de sérum y crema con Resveratrol, una patente desarrollada por Caudalíe que es tres veces más potente que el retinol y que ayuda a producir más colágeno. La Resveratrol-lift Crema Tisana de Noche y el Sérum Lifting Firmeza se incluían en la bolsa de regalo que hizo la marca para que los asistentes pudieran practicar su masaje en casa. Estos productos fueron acompañados por una bolsita de infusión de tisana de la firma francesa.
Los asistentes pudieron disfrutar de estas infusiones en un delicioso cóctel que se les ofreció una vez acabado el evento. En él, además de relajarse con las tisanas de Caudalíe no dudaron en compartir impresiones sobre la calidad de su sueño y lo aprendido de los expertos para ponerlo en práctica esa misma noche.
Además, los asistentes pudieron llevarse a casa sorpresas de las otras dos marcas que patrocinaban el evento. Se trataba del aceite esencial con CBD y melatonina de Phexia, perfecto para relajarse y reducir la ansiedad; y unas braguitas menstruales de DIM, ideales para usar mientras duermes en los días del período.
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