Asterisco ticker noticias

NO TE PIERDAS Qué es el síndrome de Houdini y por qué deberías evitarlo en tu pareja

X

En la película Agosto, los problemas de las hijas con la madre, personaje que interpreta Meryl Streep, les influyen hasta en sus relaciones de pareja.

Mente

Cómo mejorar la relación con tu madre cuando parece imposible de solucionar

En las consultas de terapia psicológica, la mala relación con la progenitora es una de las consultas que más se repiten. Una experta explica si se puede superar.

Por Paka Díaz

25 de abril de 2024 / 13:00

En la película Agosto, los problemas que las hijas tienen con su madre, personaje impresionante interpretado por Meryl Strep, son tan profundos que les afectan en su vida actual. Precisamente, para afrontar posibles problemas con tu progenitora toca mirar hacia la infancia y quizá romper patrones familiares. Darle voz al niño o la niña que fuiste es la clave para explorar la relación con tu madre.

La psicóloga experta en el apego y el trauma Marta Segrelles ha escrito Querida Mamá, me dueles para mostrar cómo hacerlo y tratar de sanar, en lo posible, las heridas del pasado.

Identificar las heridas emocionales

La psicóloga Marta Segrelles decidió escribir el libro Querida Mamá con el objetivo de ayudar a quien lo lea “a identificar que el malestar que aparece en el presente tiene mucho que ver con el pasado, para entender que las heridas emocionales con nuestra madre nos dejan huella aunque hayan pasado años”.

Querida mamá, me dueles, el libro de la psicóloga Marta Segrelles (ed. Bruguera).

El libro está enfocado en concreto a las hijas y lo ha escrito, admite, “para darles voz, no para culpar a las madres, sino para que toda nuestra historia deje de estar en silencio, pueda salir a la luz y nos podamos sentir más libres para mostrarnos y relacionarnos”. De hecho, la experta señala que “las mujeres cargan con más presiones y expectativas de buen hacer y sobre todo en las funciones maternales”. Y lanza una reflexión: “la sociedad nombra a padrazos a padres que ejercen su responsabilidad, pero ¿cuándo llamamos madrazas a las madres?

TE PUEDE INTERESAR

Problemas con la madre

En consulta aparecen con mucha frecuencia los problemas con la madre. Algo que también percibe Segrelles entre sus pacientes. “Hay personas que tienen identificada su demanda en terapia como que lo que genera malestar tiene que ver con su madre. Otras no vienen por ese motivo y luego al avanzar nos damos cuenta que de alguna forma también está relacionado con lo que le pasa”, cuenta.

La terapeuta explica que eso ocurre “porque aprendemos a relacionarnos con los demás y con nosotras mismas a través de como se relacionan con nosotras en la infancia”. Por eso “nuestra forma de hablarnos, responder a la adversidad, la manera de tratarnos, validarnos y acompañarnos tiene mucho que ver con nuestras experiencias primarias, y en terapia basada en el apego y trauma, atendemos al origen de ese malestar”.

¿Eres una mala hija?

Una de las preguntas que propone Segrelles en Querida mamá, me dueles, es, ¿soy una mala hija? “Suelo huir de las etiquetas con connotaciones de cualquier tipo, sin embargo, a veces nos sentimos malas hijas y no necesariamente hemos hecho cosas malas”, explica la terapeuta.

Se trata de una sensación, comenta que “puede aparecer cuando decepcionamos a nuestra madre, si no hacemos lo que ella quiere. O cuando sentimos sensaciones desagradables hacia a ella a través de recuerdos del pasado o situaciones del presente”. Pero también “cuando necesitamos distanciarnos pero no queremos que lo note o le sepa mal. Cuando nos enfadamos con ella en silencio, o no satisfacemos sus deseos…” Esa presión puede dificultar las relaciones.

Dolores de la infancia

La mayoría de los problemas que lastran la relaciones con la madre proceden de la infancia. La psicóloga explica que esas “heridas emocionales hablan del impacto que han tenido las situaciones en nuestra vida”. Pero también indican “el acompañamiento que hemos recibido. Nos muestran las veces donde no se pudieron satisfacer nuestras necesidades”. Aunque subraya que “no hay una herida mayor que otra”, sí que se pueden haber vivido hechos graves puntuales o leves que se han repetido en el tiempo. Ambos destaca la experta “nos han podido generar el mismo daño, desde no sentirnos vistas, reconocidas, queridas, a sentir que merecemos lo malo que nos ocurre”.

OTROS TEMAS WELIFE

Aparte, Segrelles aclara que el trauma “no solo tiene que ver con lo que nos sucedió, sino también lo que ocurrió alrededor y sentir que vivimos una experiencia intensa o estresante en soledad es terriblemente doloroso en la infancia”. Por eso, puntualiza, para conseguir un vínculo seguro y evitar el baile ansioso-evitativo, puntualiza que “vamos a necesitar de empatía, que la persona se dé cuenta que sus acciones nos han impactado o que se haga cargo cuando lo verbalizamos, para que sea posible la reparación”.

La solución está en ti

El objetivo del libro no es proponer curas. Sino hacer comprender a quien lo lee que todo lo que echa de menos de su infancia –aquello que necesitó y no obtuvo–, se puede reparar ahora. Para ello toca convertirse en la adulta que necesitabas. O sea, en la fuente de amor que buscaste sin éxito. Así, tú misma, “puedes suplir a esa fuente para darte a ti misma y que otros te den lo que no pudieron darte en el pasado”, escribe Segrelles. Al ser una persona adulta, ya puedes tomar las rindas de tu vida y comenzar el camino de sanación.

Lo mejor es que ese proceso dependerá de uno mismo. “Sé que quizá mi planteamiento no es tan atractivo como otros, pero prometo que es más realista y esperanzador si cabe”, afirma la experta en traumas. Porque, si bien señala que “no hay una cura de la relación como tal”, si que apunta que “cada día nos relacionamos y cada vínculos nos mueve cosas distintas, por ello cuanto más nos conocemos, podemos detectar mejor nuestras necesidades en ese vínculo y otros y así saber lo que nos viene mejor en cada momento”. Y nadie mejor que tú para saberlo con certeza.

MÁS NOTICIAS

WeLife hoy

Síndrome de HoudiniHormonas ejercicioDesayunar plátanoCafé antes del gimnasioMinimalismo emocional

Suscríbete a la Newsletter de WeLife para cuidar de tu cuerpo, tu mente y del planeta

Suscríbete a la Newsletter de WeLife para cuidar de tu cuerpo, tu mente y del planeta