Las ventajas e inconvenientes de ser el hermano mayor, el mediano o el pequeño: así marca tu carácter el lugar que ocupas en tu familia

En el mundo de los cuentos populares infantiles es habitual encontrar historias centradas en cómo se enfrentan a la vida tres hermanos, a cada uno de los cuales se le ha otorgado un don más o menos valioso. A menudo el mayor es el más arrogante, el mediano el que muestra más indecisión y el pequeño el más ingenioso.

Son solo cuentos, pero con ellos se muestra esa idea de que el orden en que se ha nacido puede jugar un papel importante a la hora de forjar el carácter de un niño.

Teorías sobre cómo forja tu carácter el lugar que ocupas en tu familia

Se trata de una cuestión que, en el siglo XX, interesó a sociólogos, antropólogos y psicólogos. Entre ellos, el primer referente de renombre fue Alfred Adler, psicoterapeuta austriaco y uno de los fundadores de la psicología individual, quien desarrolló la teoría del complejo de inferioridad y propuso que los primeros hijos tienden a sentir más presión por el éxito y la responsabilidad, mientras que los hermanos menores pueden sentirse más inclinados hacia la sociabilidad y la búsqueda de atención.

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En su trabajo, Adler consideraba que los primogénitos sufrían por haber sido destronados por sus hermanos tras un tiempo en el que habían vivido sin tener que compartir a sus padres, los intermedios eran más estables gracias a su posición, y los más pequeños serían más ambiciosos.

Unas décadas más tardes entraría en escena otro personaje relevante, Frank J. Sulloway, quien a mediados de los 90 publicó su «Teoría del orden de nacimiento«, en la que profundiza en cómo este orden influye en el desarrollo del carácter.

Hermanos mayores

En su libro «Born to Rebel» (Rebeldes de nacimiento), Sulloway establece una serie de características que imprimirían diferencias entre los hermanos según cuando nacieron. Según él, los mayores tendrían en mayor medida estos rasgos.

• Responsabilidad: suelen asumir roles de liderazgo y responsabilidad en la familia. Son los primeros en establecer normas y expectativas, y a menudo se espera que ejerzan autoridad sobre sus hermanos menores.
• Conformidad: debido a su posición como modelos a seguir para sus hermanos menores y a la presión de los padres para que establezcan un ejemplo positivo, los hermanos mayores tienden a ser más conformistas. Sulloway sugiere que esto puede llevarlos a adherirse más a las normas sociales y a buscar la aprobación de figuras de autoridad.
• Ambición y orientación hacia el logro: Sulloway argumenta que los hermanos mayores a menudo se sienten motivados a sobresalir y tener éxito en la vida. Esta ambición puede ser el resultado de la presión para destacarse y ser reconocidos como el primer hijo en la familia.
• Conservadurismo: en general, los hermanos mayores tienden a ser más conservadores en su pensamiento y comportamiento. Sulloway sugiere que esto puede deberse a su conformidad con las normas sociales establecidas y a su deseo de mantener el orden y la estabilidad.

Hermanos medianos

Algunos rasgos típicos que Sulloway atribuye a los hermanos medianos incluyen:

• Competitividad: los hermanos medianos a menudo se encuentran en una posición intermedia entre los hermanos mayores y los menores, lo que puede llevarlos a competir tanto con unos como con otros por el reconocimiento. Esta competencia puede manifestarse en diversos aspectos de la vida, como el rendimiento académico, los logros profesionales o las relaciones personales.
• Flexibilidad y adaptabilidad: debido a esta posición intermedia en la familia, suelen ser más flexibles y adaptables que sus hermanos mayores. Sulloway sugiere que esto puede deberse a su necesidad de negociar y comprometerse con ambos grupos de hermanos, así como con las expectativas de los padres.
• Búsqueda de identidad: los hermanos medianos a menudo se enfrentan a desafíos únicos en su búsqueda de identidad y autonomía. A diferencia de los mayores, que ya tienen un modelo a seguir, y de los menores, que a menudo buscan la atención y la aprobación de los mayores, los hermanos medianos pueden sentir la necesidad de destacarse y encontrar su propio camino en la familia.
• Habilidad para mediar: dada su posición intermedia, los hermanos medianos a menudo actúan como mediadores en conflictos familiares y pueden desarrollar habilidades para facilitar la comunicación y la resolución de problemas entre sus hermanos y otros miembros de la familia.

Hermanos pequeños

• Rebeldía: los hermanos menores a menudo se sienten menos presionados por las expectativas de los padres y tienen más libertad para explorar y desafiar las normas establecidas. Sulloway sugiere que esto puede llevarlos a ser más rebeldes y a cuestionar la autoridad de sus padres y hermanos mayores.
• Creatividad: debido a su menor conformidad con las normas sociales y su disposición a desafiar el statu quo, los hermanos menores tienden a ser más creativos e innovadores en su pensamiento y enfoque hacia la vida. Sulloway argumenta que esta creatividad puede surgir de su necesidad de encontrar nuevas formas de destacarse en la familia.
• Sociabilidad: los hermanos menores suelen ser más sociables y extrovertidos que sus hermanos mayores. Sulloway sugiere que esto puede deberse a su deseo de buscar atención y aprobación de los demás, así como a su experiencia de interactuar con hermanos mayores y sus compañeros desde una edad temprana.
• Independencia: a menudo, los hermanos menores se ven obligados a ser más independientes y autosuficientes que sus hermanos mayores. Esto puede deberse a una menor atención y orientación por parte de los padres, que pueden estar más ocupados con los hermanos mayores, así como a la influencia de los hermanos mayores que ejercen autoridad en la familia.

¿Es realmente así?

Pese a su impacto, el trabajo de Sulloway sobre el efecto del orden de nacimiento en la personalidad y el comportamiento humano ha sido objeto de diversas críticas y debates en la comunidad académica. En este sentido, a medida que se han ido haciendo más estudios con grandes muestras de participantes, los resultados han ido descubriendo que estos efectos sobre la personalidad desaparecen casi por completo.

Los investigadores continúan trabajando sobre este campo y, aunque se piensa que puede haber sido exagerada la importancia que se atribuye al orden de nacimiento, sí se piensa que éste sea un factor que moldee la personalidad, aunque no en todas las familias de igual modo.