Cómo aceptar tu cuerpo tal y como es. / Unsplash
AUTOESTIMA
Cómo usar el mindfulness para aceptar tu cuerpo tal y como es
Valorarnos y aceptar nuestro cuerpo no siempre es fácil. Aprende a hacerlo a través del mindfulness y empieza a amar tu propia imagen.
Por Andrea Verdejo
02 DE FEBRERO DE 2022 / 09:42
La presión por mantener una imagen ajustada a los cánones de belleza que ejercen las redes sociales, los medios y la sociedad en general puede perjudicar gravemente nuestra salud, tanto física como mentalmente. Nuestro cuerpo es nuestro hogar y, sin embargo, son muy pocos quienes están conformes con su aspecto.
Además, en los últimos años parece haberse infiltrado entre las tendencias saludables una especie de ‘gordofobia’ camuflada que puede hacer mucho daño. Menos mal que existen cada vez más profesionales que defienden una salud holística y que combaten la cultura de dieta a través del HAES. Teniendo en cuenta que una mala relación con nuestro cuerpo y su imagen puede desencadenar en problemas de autoestima, desórdenes alimenticios y otra serie de trastornos graves, lo mejor es que aprendamos a mejorar nuestra relación con la comida de la mejor forma posible, por ejemplo a través de libros de alimentación saludable.
Por supuesto, existen diferentes herramientas para aprender a aceptarnos, respetarnos y querernos tal y como somos. Podemos hacerlo poniéndonos en manos expertas (como psicólogos o coaches especializados en imagen personal), a través de actividades físicas, como por ejemplo el yoga dance, que nos diviertan y motiven y, por supuesto, también a través de la meditación guiada.
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Mindfulness para hacer las paces con tu cuerpo
¿En qué consiste el mindfulness?
El mindfulness se traduce como ‘atención plena’ y se trata de una práctica basada en la meditación. Su objetivo es reducir el estrés y hacernos más conscientes del momento presente, con interés y aceptación. Este último aspecto del mindfulness es la clave de por qué puede servirnos para mejorar la relación que tenemos con nuestro propio cuerpo.
Para ser conscientes de cómo es nuestro cuerpo deberíamos empezar a aceptar que éste está en un proceso de cambio constante. El mindfulness nos ayuda a prestarle atención y a detenernos a pensar en qué estado se encuentra nuestro cuerpo sin juzgarlo por su apariencia. De esta forma –dedicándole tiempo y esfuerzo–, la opinión más importante comienza a ser la que emitimos nosotros mismos, evitaremos compararnos y que nos afecte lo que piensen los demás sobre nuestro cuerpo.
¿Cómo puede ayudarnos el mindfulness a aceptar nuestro cuerpo?
«Dos de los pilares básicos del mindfulness son la aceptación y el no juicio», explica Aura Costa, mindfulness trainer y periodista. «Aplicado a la valoración de nuestro cuerpo se trataría, por un lado, de aprender a aceptarlo y a quererlo tal y como es y, por otro lado, a dejar de criticarlo continuamente», añade. Para ello, nos propone dos actividades distintas y sencillas de practicar:
- Valorar la funcionalidad de nuestro cuerpo por encima de la estética.
- Un diálogo interior más amable y respetuoso.
Tu cuerpo no tiene que ser bello para ser válido
La primera técnica que nos propone la entrenadora de mindfulness para empezar a aceptar el propio cuerpo consiste en dejar de observarlo sólo estéticamente, para centrarnos más en sus funcionalidades. Es decir, «en lugar de valorar mis piernas por lo bonitas o feas que son, poner en valor si están sanas, si son fuertes y, especialmente, todo lo que mis piernas me permiten hacer: bailar, andar, correr, pasear», explica.
Para ello, existe una meditación de mindfulness llamada body scan compasivo. En ella, trataremos de sentir, una a una, las distintas partes del propio cuerpo y, a medida que pasamos por cada una de ellas, reconoceremos «lo sanas que están, lo bien que funcionan, el gran servicio que nos prestan y todo lo que podemos hacer en nuestra vida gracias a que las tenemos», cuenta.
De esta forma conseguimos que nuestro foco de atención pase de la estética a la funcionalidad y sentirnos agradecidos con nuestro cuerpo. «Dar cada día las gracias a nuestros ojos, nuestros labios, nuestras piernas, nuestro estómago, etc., por todo lo que nos permiten hacer en la vida es un paso enorme hacia la reconciliación con el propio cuerpo», asegura.
Háblate con cariño y respeto
Otro de los aspectos que podemos trabajar a través del mindfulness es la autocrítica constante hacia nuestro cuerpo. El objetivo consiste en reeducar nuestra voz interior y conseguir que en lugar de juzgarnos, señalarnos, humillarnos o avergonzarnos a nosotros mismos continuamente por cómo es nuestro cuerpo, empecemos a hablarnos y tratarnos con más amabilidad y respeto, como nos enseñan las afirmaciones positivas.
«Somos, en gran medida lo que nos decimos»
«Si te repites 20 veces al día que eres fea, flacucha o que ‘dónde vas con esos kilos de más’, eso que sólo es una apreciación subjetiva se va a acabar convirtiendo en una creencia y entonces la daremos por real», explica Costa. Construir una visión más amable, respetuosa y positiva es, según ella, posible si cambiamos la forma en que nos hablamos a nosotros mismos. Para ello debemos decirnos mensajes reales pero positivos que nos ayuden a cambiar nuestra autopercepción.
Así, cuando nuestra voz interior nos lanza un comentario negativo –como, por ejemplo, «vaya cara tienes hoy»– debemos identificarlo como un mensaje altamente destructivo –además de subjetivo y, por tanto, no necesariamente real–. La entrenadora de mindfulness nos propone reformular la frase por otra del estilo de: «Mi cara hoy refleja cansancio, voy a maquillarme un poco para tener mejor aspecto».
«No se trata tanto de negar lo que creemos, sino de formularlo de un modo más amable y, sobre todo, constructivo«, afirma Costa. Con el tiempo y trabajo aprenderemos a identificar y resaltar los aspectos más positivos de nuestro cuerpo.
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