Qué es la sologamia y por qué se ha convertido en un problema para solteros y singles

Un solo anillo, unos únicos votos, nada de familia política ni beso que selle la unión. No hay enlace entre dos personas, sino una declaración pública del amor y compromiso con uno mismo, una reivindicación de la individualidad. Es la sologamia, también conocida como automatrimonio, una ceremonia simbólica que cuenta cada vez con más adeptos.

Aunque hoy es tendencia, la idea no es nueva. Hace ya más de 20 años, en el episodio titulado A Woman’s Right to Shoes de la sexta temporada de la serie Sex and the City, Carrie Bradshaw, interpretada por Sarah Jessica Parker, plantea una reflexión sobre las expectativas sociales y las normas sobre el matrimonio y los regalos. Con el objetivo de dar una lección a una amiga a la que ha hecho multitud de regalos por sus matrimonios y nacimiento de sus hijos, y que le reprocha su derroche en zapatos, decide abrir una lista de bodas y pedir unos Manolo Blahnik, señalando que la vida de una persona soltera puede ser tan valiosa y digna de celebración como la de alguien casado y con hijos.

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Unos años después, en el episodio titulado A Wedding de la sexta temporada de Glee, Sue Sylvester, un personaje conocido por su carácter mordaz y su tendencia a hacer cosas poco convencionales, decide que ella también quiere casarse, pero con ella misma. Y así lo hace, en una ceremonia simbólica que aparece retratada como una broma irónica, pero también como un comentario sobre la confianza en sí misma y su actitud ante la vida.

La sologamia de los circuitos televisivos no es sino un reflejo de la reflexión sociológica sobre la presión que muchos solteros sienten ante el matrimonio. En su libro Singled Out: How Singles Are Stereotyped, Stigmatized, and Ignored, and Still Live Happily Ever After, la psicóloga social Bella DePaulo explora cómo las personas solteras son frecuentemente estigmatizadas y cómo se les atribuyen estereotipos negativos en una sociedad que valora predominantemente las relaciones de pareja y el matrimonio.

En qué consiste la sologamia y cómo saber si es para ti

“Es verdad que muchas personas solteras pueden sentir la presión social y familiar que les incita a casarse, tener hijos, comprar una casa…”, explica Sonia Díaz Rois, coach experta en gestión de la ira y en relaciones de pareja. “Desde esta perspectiva, es posible que se sienta la tentación de pendular e ir a lo más radical, al otro extremo. Es una forma de decir “yo puedo sola”, pero tal vez no haga falta ese ir al polo opuesto”.

Desde su perspectiva, el concepto puede tener tanto puntos a favor como en contra. “Es bueno aprender a estar solo, a ser la naranja completa en lugar de pasarte la vida buscando una media naranja que te complete y te dé lo que te falta. Hay momentos para dedicarse a uno mismo, para el autoconocimiento, para la autoafirmación. Pero eso no implica que debas hacer una renuncia a la posibilidad de que un día quieras estar con una persona y comprometerte con ella”.

Al fin y al cabo, lo que parece estar en juego con esta provocación de la sologamia es la autoafirmación y el amor propio, dos conceptos que DePaulo defiende en su libro: “Las personas solteras, al igual que las casadas, pueden vivir vidas plenas y satisfactorias, y con la sologamia se simboliza un compromiso con uno mismo y con la propia felicidad, sin depender de una relación romántica para la validación”.

El punto de partida, la reivindicación de que se puede estar completo sin necesidad de una pareja, no se cuestiona. Más polémica es la puesta en escena, esa perfomance que puede rayar o confundirse con el narcisismo. Para Díaz Rois, la cuestión puede estar en el equilibrio: “Buscar un cierto compromiso con uno mismo, entrar en la burbuja y salir más reforzado. Pero hacerlo en forma de juramento para siempre puede significar que uno esté dispuesto a sacrificar el resto de su vida como rechazo al patrón imperante. Yo creo que todos nos debemos permitir cambiar de opinión. Porque, al final, si termina apareciendo el amor es fácil olvidarlo todo”.