Guardar secretos mejora tu autoestima./ Foto: Pexels.
SALUD MENTAL
Por qué guardar secretos te hace más feliz (y te llena de energía)
Que te confíen un secreto puede ser estresante, sobre todo cuando lo que se oculta es negativo. Pero guardar un secreto positivo puede hacer que nos sintamos más vivos y llenos de energía.
Por María Corisco
19 DE ENERO DE 2024 / 14:00
Una de las virtudes que más se valoran en las personas del entorno de cada uno es que sean capaces de guardar un secreto. Todos conocemos a alguien a quien no se le puede hacer una confidencia sin correr el riesgo de que se propague por todas partes, y también a quien es “una tumba”. Pero, desde la perspectiva de quien es depositario del secreto, permanecer con los labios cerrados puede tener consecuencias diferentes en función de qué es lo que se debe callar.
“Guardar secretos puede tener tanto aspectos positivos como negativos, y la evaluación de estos depende en gran medida del contexto, la naturaleza del secreto y cómo se maneja”, señala la psicóloga Esther Cantos.
La parte positiva de guardar secretos
- Confianza y privacidad. Mantener secretos puede fortalecer la confianza en las relaciones personales y ofrecer un sentido de privacidad. Saber que puedes confiar en alguien para guardar un secreto, o que tú mismo eres una persona en la que se puede confiar, ayuda a profundizar las conexiones interpersonales.
- Protección de los demás. En algunos casos, guardar un secreto puede ser necesario para proteger a otras personas de información que podría ser perjudicial para ellas.
- Protección de la propia privacidad. Guardar secretos sobre aspectos personales puede ser una forma de proteger la privacidad y mantener ciertos aspectos de la vida fuera del escrutinio público.
- Evitar conflictos innecesarios. En algunas situaciones, revelar cierta información puede provocar conflictos innecesarios. Guardar secretos puede ser una forma de evitar tensiones y mantener la armonía.
Aspectos negativos de guardar secretos
- Carga emocional. Mantener un secreto puede generar una carga emocional significativa, especialmente si la información es estresante o conflictiva. Puede afectar la salud mental y emocional del individuo que guarda el secreto.
- Impacto en relaciones. Algunos secretos pueden tener un impacto negativo en las relaciones si se revelan más adelante. La falta de transparencia puede generar desconfianza y afectar a la calidad de las conexiones interpersonales.
- Dilema ético. En ciertos casos, guardar un secreto puede plantear dilemas éticos si la información tiene consecuencias graves y negativas para otros.
- Aislamiento. Guardar secretos puede llevar al aislamiento emocional si la persona siente que no puede compartir sus preocupaciones o experiencias con los demás.
- Posible explosión de la verdad. En algunos casos, los secretos pueden salir a la luz de una manera no controlada, lo que puede tener consecuencias imprevistas y perjudiciales.
- Creación de barreras. En ciertos contextos, mantener secretos puede crear barreras en la comunicación y limitar la resolución de problemas a través del diálogo abierto.
En qué situaciones guardar un secreto te hace sentir mejor
Durante años, desde la Psicología se ha considerado que guardar secretos podía generar estrés y perjudicarnos. La cuestión, explica el doctor Michael Slepian, profesor en la Universidad de Columbia, es que las investigaciones “se han hecho en torno a secretos que tienen implicaciones negativas para nuestras vidas”.
Slepian ha liderado una investigación sobre la repercusión que pueden tener en nuestro bienestar los secretos felices. Si bien los negativos son mucho más comunes que los positivos, apunta, “algunas de las ocasiones más felices de la vida comienzan como secretos, incluidas propuestas de matrimonio secretas, embarazos, regalos sorpresa y noticias emocionantes”.
Previamente a este estudio, el equipo realizó una encuesta entre 500 personas en la que se les preguntaba qué harían al enterarse de una buena noticia. “Tres de cada cuatro (el 76%) dijeron que lo primero sería compartirla con alguien”. Desde ahí, los investigadores trataron de dilucidar qué lleva al 24% restante a guardar un secreto positivo “y de qué manera puede llenarles de satisfacción”.
Para ello hicieron diferentes experimentos con miles de personas, y vieron que “guardar secretos positivos con la idea de contarlos más adelante les hacía sentirse bien y con más energía”. De alguna manera, tener en nuestro interior una buena noticia y mantenerla en secreto es fuente de vitalidad.
No sucede así con los secretos negativos o vergonzosos, “que, a menudo, están gobernados por presiones o miedos externos. La gente guarda secretos positivos para su propio disfrute o para hacer que una sorpresa sea más emocionante. Les hacen sentirse bien, y estas emociones positivas son un conocido predictor de sentirse llenos de energía”.
Todo ello está relacionado con el disfrute que proporciona la preparación del momento de la revelación. Pensemos en una fiesta sorpresa: disfrutamos más de la expectación previa que del momento en sí, apunta Slepian: “A veces hacemos todo lo posible para orquestar la revelación de un secreto positivo y hacerlo aún más emocionante. La sorpresa puede ser muy placentera, pero es la más fugaz de nuestras emociones. Tener tiempo extra -días, semanas, incluso más- para imaginar el rostro de aquel a quien queremos sorprender nos permite disfrutar más tiempo de este momento, aunque sólo sea en nuestra mente”.
- TEMAS
- EMOCIONES
- PSICOLOGÍA
WeLife hoy
Alimentos estómago vacíoCaminar 20 minutosBótox autoestimaEspecias mejorar memoriaRucking resistencia caminarSiguenos :)