Di qué tipo de pareja te atrae y sabrás qué debes trabajar en ti

Nos gusta pensar que el amor tiene algo de destino y también de inevitable. Que existe esa persona que parece diseñada para ti, y que estaba ahí esperándote. En una cafetería, en la fiesta de tu amiga o en la aplicación de citas, da igual el lugar, lo importante parece ser romantizarlo. Sin embargo, como le gusta recalcar a la psicóloga experta en mindfulness y neurociencia afectiva Emma Ribas, el amor es, ante todo, “una elección”. Y las elecciones que hagas de tus parejas, sobre todo si siguen un patrón más o menos repetitivo, revelan mucho de las heridas emocionales que cargas contigo. Una baja autoestima no ayuda tampoco, por ejemplo.

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Si analizas tus patrones puedes descubrir que tus dolores vitales tienen mucho que ver con la personalidad y actitud de las personas que te suelen gustar. Detectar tus heridas –que pueden ser de humillación, abandono, injusticia, rechazo, traición– te puede ayudar a comprender mejor tu propia personalidad y cómo puedes sanar esas heridas para establecer vínculos afectivos saludables, duraderos y conscientes.

La importancia del amor consciente

Como explica la autora de Mindful Love, el amor no es una emoción, sino un estado de consciencia. Por eso es fundamental que, en vez de dejarte llevar por la pasión –pero sin renunciar en absoluto a ella– utilices tu cabeza para disfrutar del mejor amor posible y para elegir bien a tu pareja. O sea, en vez de conformarte con lo que el destino o el azar te tenía preparado, se trata de tomar las riendas de tu vida para decidir tú qué es lo que quieres en ella.

Para eso conviene analizar tus patrones de pareja y ver si son repetitivos, para entender por qué eliges a ese tipo de personas y no a otro que, quizá, te podría hacer más feliz. “Los patrones más habituales son personas con dependencia emocional que atraen a personas que no se compromenten. O personas con herida de humillación que atraen personas que les acaban faltando al respeto o humillando”, apunta Emma Ribas.

Síntomas de que una relación falla

Para que cualquier relación sea sana, equilibrada y satisfactoria hay que respetar tus valores y los de la otra persona. Pero si tendemos a repetir patrones, puede que una y otra vez nos veamos en la misma encrucijada, que sintamos que nos falta respeto, o un proyecto de vida común que realmente no nos interesa y nos haga felices. Si volvemos a elegir el mismo tiempo de persona como pareja, no estamos dejando espacio para probar otro tipo que quizá esté más alineado con lo que soñamos.

En muchas ocasiones es difícil detectar estos patrones repetitivos. Pero hay síntomas que nos pueden alertar de cuál puede estar afectando a nuestras relaciones de pareja. “A veces no nos damos cuenta de que repetimos un patrón y la vida nos lo acaba mostrando hasta que lo veamos”, destaca Ribas. Uno de los síntomas más habituales que nos deberán alertar, señala la psicóloga “es el malestar. El amor no duele, no es sufrimiento, esto proviene de los mitos del amor romántico, una creencia errónea que fomenta las relaciones tóxicas. El amor es respeto, el amor suma, el amor es paz”.

Qué dice de ti tu elección de pareja

Esos patrones que se repiten entre tus parejas dicen mucho de ti. También te señalan qué deberías de trabajar según el tipo de pareja que te atrae. “La pareja que eliges es el reflejo de tus heridas, por lo tanto es una oportunidad de introspección, autoconocimiento y sanación de la propia infancia y sistema familiar, porque muchos patrones son heredados, transgeneracionales”, advierte Ribas. Por ejemplo, si te atraen personas que no están disponibles, puedes preguntarte ¿yo estoy disponible para mí?, ¿quién sentí que no estaba disponible para mí en mi infancia? “Quizá inconscientemente descubras que buscas a tu papá en tus parejas”, señala la experta.

Para determinarlo y empezar a superarlo y no caer en la evitación, la psicóloga propone hacer una práctica donde te pongas delante de la imagen de tu progenitor y decirle unas frases sanadoras para ti: “Por ejemplo, papá, me dolió mucho que no estuvieras, me sentí muy sola durante mi infancia. Ahora puedo ver tu dolor y que no me pudiste dar lo que no recibiste. Tomo aquello que sí me pudiste dar, lo más grande, la vida. Y a partir de ahora te llevo en mi corazón y dejo de buscarte en otros hombres”.

También te pueden atraer personas que te humillas, quizá porque normalizaste que te lo hicieran en tu infancia. “Para dejar de repetir este patrón debes entrenarte en detectar humillaciones, hacerte responsable y enfocarte en elegir relaciones en las que el gran innegociable sea el respeto”, concluye la psicóloga.