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Las personas que pulsan el botón de posponer de la alarma más de tres veces continúan en la cama hasta 30 minutos más. FOTO: Pexels.
Sueño
¿Eres de los que apaga dos, tres y hasta cuatro veces el despertador antes de saltar de la cama? Hay sencillos trucos para dejar de ser un reincidente matutino de la alarma en bucle. Conócelos.
Por Carol López
26 de septiembre de 2024 / 07:29
Posponer. Es la primera palabra del día para muchas de las personas que recurren cada día al despertador (o al móvil, el reloj inteligente o la tableta) para despertarse a la hora indicada. Que no es la hora que les pide el cuerpo, sino la que dictan las obligaciones de la jornada que acaba de empezar.
Los fabricantes de relojes inteligentes han calculado el dato: más del 60% de las personas que utilizan este tipo de dispositivos pulsan al menos una vez la función posponer cuando el reloj suena, vibra, se ilumina, emite la canción elegida para dar los buenos días o se encarga, por el método que sea, de avisar de que ha llegado el momento de saltar de la cama. El comportamiento se repite sobre, todo, según varios estudios los días laborables, aunque también ocurre los fines de semana e incluso los días libres.
“Colocar el despertador o el móvil alejado de la mesilla para obligarse a levantarse de la cama para apagarlo, no dejar la habitación totalmente a oscuras durante la noche para permitir la entrada de la luz natural cuando amanezca o colocar una lamparita de intensidad regulable junto a la cama para rodearte de un halo suave apenas te despiertes son consejos que ayudan a que nos levantemos a la primera cuando suena el despertador”, dicen los expertos de Zentrity by Naturitas, la marca española de productos naturales enfocada a mejorar el bienestar integral de las personas. Con estos sencillos hábitos “tus ojos se adaptarán al nuevo día a la vez que motivas al cerebro a levantarse y moverse”, aseguran.
La sintonía con la que decidas dar los buenos días a tu organismo no es una cuestión baladí. Está demostrado que las melodías armoniosas y los sonidos naturales (como los clips de audio de lluvia o el rumor del mar) favorecen la transición natural del cerebro al estado de vigilia, mientras que las alarmas repetitivas (¡Bip, bip, bip!) interrumpen dicho proceso.
También hay aplicaciones digitales cada vez más especializadas en estabilizar nuestro reloj interno en el momento de pasar del sueño a la vigilia, “como las que sincronizan el momento de hacer sonar la alarma con tu sueño REM”, una fase de sueño profundo en la que, paradójicamente, el cerebro está muy activo y despierto. “Si la alarma suena justo en ese momento puede facilitarte el hecho de despertar”, dicen en Zentrity by Naturitas.
Y es que, aunque pueda parecer chocante, “cuanto mejor es el sueño, mejor es el despertar”, aseguran los expertos. Dormir permitiendo que entre la luz natural y regular la temperatura de la habitación para generar un ambiente propicio para el sueño es básico. “Si sientes mucho calor o mucho frío, te será difícil conciliar el sueño y no descansarás bien durante la noche. La temperatura ideal para dormir es entre 18 y 20 grados”, añaden.
También es importante crear un entorno armonioso y sereno antes de acostarse para facilitar el descanso: “purificar el aire y vaporizar aceite esencial de lavanda o una ducha caliente para relajar el cuerpo y destensar los músculos pueden ayudar a liberar tensión, eliminar estrés y reducir los niveles de cortisol, permitiendo que el sueño sea más profundo”. Y no acostarse sin haber hecho la digestión. “Es aconsejable cenar mínimo tres horas antes de irse a la cama y no de forma copiosa, dando prioridad a las proteínas y evitando los azúcares y las bebidas con cafeína o alcohol; mejor beber alguna infusión relajante que te ayude a conciliar el sueño”, aconsejan en Zentrity by Naturitas.
Una vez arriba, es frecuente que los bostezos, la pereza, la vista borrosa y la sensación de sopor continúen casi hasta la hora del aperitivo. Si la somnolencia matutina es y esa sensación de levantarte como si no hubieras pegado ojo el estado que define tus mañanas cuando te levantas temprano, es fácil ponerle remedio. La primera medida es, obviamente, no trasnochar. O, mejor dicho, “dejar siempre un margen mínimo de ocho horas de descanso desde que te acuestas hasta que te levantas”, dicen en Zentrity by Naturitas. También es esencial “no usar ningún dispositivo tecnológico una hora antes de acostarnos para evitar que las luces, colores y sonidos que emiten activen nuestro sistema nervioso”.
A la mañana siguiente, “bebe un vaso de agua nada más despertarte para que la hidratación despierte los sentidos. Y toma un desayuno nutritivo que te aporte una buena dosis de energía, por ejemplo “huevos (que son ricos en proteínas), cereales integrales y fruta”. Además, “la actividad física es una forma excelente de poner el cuerpo en movimiento, mejorar los niveles de adrenalina y sentirte revitalizado. Si no tienes tiempo para una rutina de ejercicios completa, utiliza una tabla corta de ejercicios, haz estiramientos o practica algo de yoga matutino”.
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