Este es el chocolate que los nutricionistas recomiendan comer antes de dormir

¿Comer chocolate por la noche? Jamás. Eso es lo que se pensaba hasta ahora, porque siempre se ha recomendado cenar ligero para dormir mejor –aunque se ha descubierto que es un error–, además de no añadir calorías vacías a la dieta en un momento en el que el gasto calórico es anecdótico. Ahora los nutricionistas han derribado ese mito, recomendando comer una onza de chocolate lo más puro posible cada noche dada la cantidad de beneficios que tiene para la salud.

El chocolate negro tiene alto contenido en flavonoides y polifenoles, que son sustancias naturales con grandes propiedades antioxidantes. Además, aporta minerales tan importantes como el calcio, el hierro, el magnesio y el potasio, esenciales para favorecer la salud de los huesos, proteger el sistema inmunitario y mejorar la calidad del sueño.

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Por qué es bueno tomar chocolate negro por la noche

Los expertos recomiendan consumir una onza de chocolate negro antes de ir a dormir por la cantidad de magnesio que contiene. Este mineral ayuda a descansar mejor y a dormir sin interrupciones debido a que aumenta la producción de melatonina. También regula la temperatura corporal, lo cual es muy importante para un descanso óptimo. Por otro lado, consumir chocolate negro favorece la liberación de serotonina gracias a su contenido en triptófano. La conocida como hormona de la felicidad estimula la relajación y mejora el estado del sueño, por lo que es importante consumirlo al finalizar el día para notar sus efectos.

Eso sí, no vale cualquier chocolate. Los nutricionistas recomiendan que contenga al menos el 60% de cacao para garantizar todas sus propiedades. El chocolate con leche y el blanco tienen muy poca cantidad de cacao y muchísimo azúcar, por lo que casi no obtendríamos los beneficios del cacao y sí las consecuencias negativas del azúcar. Y al igual que no valen todos los tipos de chocolate, tampoco vale comerse una tableta entera. El cacao contiene teobromina, una sustancia que estimula el sistema nervioso central y que es muy similar a la cafeína. Si consumes poca cantidad la teobromina no te afectará, pero un exceso puede generar el efecto contrario al deseado. ¿Lo ideal? No más de 30 gramos de chocolate al día, es decir, una o dos onzas.

Beneficios del chocolate negro para la salud

• Es una gran fuente de antioxidantes. Según el artículo Las semillas de cacao son una superfruta publicado en la revista Chemistry Central Journal, la capacidad antioxidante del cacao en polvo es incluso mayor que la de los arándanos, las moras y la granada. Y es que los polifenoles del cacao también tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y su contenido en flavanol –un derivado de los flavonoides– es significativamente mayor que en los frutos rojos.
• Protege el corazón. Según un estudio publicado en Clinical Nutrition, el consumo de chocolate está inversamente asociado con las enfermedades cardiovasculares. El estudio –desarrollado por National Heart, Lung and Blood Institute de Estados Unidos– afirma que comer chocolate más de cinco veces a la semana hace disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca hasta en un 57%.
• Regula el colesterol. El cacao incrementa el HDL o colesterol bueno y disminuye el LDL, o colesterol malo. Según un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, esta regulación del colesterol en sangre es gracias a la acción de los antioxidantes.

• Te hace más feliz. La clave para mejorar el estado de ánimo está en su contenido en feniletilamina, una hormona que produce el cerebro humano y que también se encuentra en cantidades pequeñas en el chocolate. Esta sustancia desencadena la liberación de serotonina, melatonina y triptófano, lo que ayuda a mejorar el estado de ánimo y a potenciar la hormona de la felicidad.
• Mejora el funcionamiento del cerebro. Según una revisión publicada en Neuroscience and Biobehavioral Reviews, los flavonoides presentes en el cacao protegen el cerebro contra el deterioro cognitivo que suele ir aparejado al envejecimiento. Lo que se sabe hasta el momento es que los flavonoides absorbidos penetran y se acumulan en las regiones del cerebro involucradas en el aprendizaje y la memoria, especialmente en el hipocampo.