El funcionamiento cognitivo está condicionado por factores internos, como el ciclo menstrual, en el caso de las mujeres, o problemas intestinales. Comprender por qué te cambia el humor es la clave.
Este grupo de proteínas son un elemento clave en el proceso de envejecimiento. Su investigación ha comenzado a dar frutos, pero tú también puedes mejorar su funcionamiento.
La toma de algunos alimentos y suplementos, así como los paseos bajo el sol, evitarán que tus niveles de vitamina D se desplomen.
Correr cuando hace frío potencia aún más el sistema inmune y la pérdida de peso. Es importante vestirse adecuadamente, calentar y no olvidar hidratarse.
Generar nuevas conexiones neuronales es posible y ayuda a dejar de fumar, comer mejor o hacer deporte, entre otros.
Añadir pesas a tu entrenamiento acelerará el fortalecimiento y tonificación de tus músculos y te ayudará a que pierdas (más) peso.
La caída de energía con la llegada de la noche, la sensación de soledad o de que el día no ha sido suficientemente productivo, pueden hacer que el estrés aumente al atardecer.
La ciencia confirma el impacto positivo de los entornos verdes sobre la salud física y mental. Integrar esta práctica en el día a día es casi obligatorio. Existe una app que nos ayuda a lograrlo.
El BDNF favorece la creación de nuevas neuronas y ayuda a tu cerebro a estar en forma, y tiene relación directa con la actividad física.
Jengibre o hinojo para la hinchazón abdominal. Canela para controlar el peso o melisa para descansar mejor. Las bebidas de plantas infusionadas pueden ser de gran ayuda en esta etapa.
Según un estudio reciente, tomar de 2 a 3 tazas de café al día reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas hasta en un 48%.