Los peligros de la dieta del café que hacen las famosas y tiene efecto rebote

No puedes prescindir de ese primer café que, siempre como parte de un desayuno saludable, te ayuda a desterrar la somnolencia y ponerte en marcha. Un ritual cafetero que continúas a lo largo de la jornada para disfrutar de su sabor y seguir llenándote de energía. Lo que, como ha demostrado la ciencia, tiene un sinfín de efectos positivos para tu salud, incluida la pérdida de peso. Tal es así que la bautizada como la dieta del café lleva ya tiempo arrasando en internet. Pero, ¿realmente merece la pena? (Spoiler: no).

La dieta, popularizada por el doctor Bob Arnot en su libro The Coffee Lover’s Diet, es muy sencilla. Únicamente hay dos reglas. La primera, beber un mínimo de tres tazas diarias de café de tueste suave, mucho más rico en polifenoles con actividad antioxidante. Y la segunda, reemplazar una de las comidas principales por un batido vegetal casero rico en fibra, así como priorizar en las demás el consumo de alimentos con alto contenido en fibra y bajo en grasas, como verduras, frutas y cereales integrales.

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Bloquea la absorción de calorías, pero tiene efecto rebote

El doctor Arnot ideó la dieta a partir de los resultados de su pequeño estudio realizado en una de las cinco zonas azules –la isla griega de Ikaria–. Y es que según sus conclusiones, la gran longevidad y salud de sus residentes se explica por su elevado consumo de café, tan rico en antioxidantes. Pero aún hay más. Beber café varias veces a lo largo del día, recoge el creador de la dieta en su libro, potencia el metabolismo, aumenta la combustión de las grasas, bloquea la absorción de calorías y reduce el apetito.

Dicho de otro modo, la dieta del café te ayudará a bajar de peso de forma rápida. Pero hay un problema. No está exenta del temido efecto rebote, por lo que los kilos perdidos se acaban irremisiblemente recuperando con el paso del tiempo. Y lo que es más importante aún, puede ser (muy) dañina para la salud.

Descafeinado o con cafeína, pero solo

Lógicamente, se trata de tomar café. Solo, sin azúcar ni cremas, que por cierto están expresamente prohibidas. Y en cuanto a su cantidad, puede beberse todo el que se quiera. Nunca menos de tres tazas. O lo que es lo mismo, en torno a 720 miligramos. Lo que por lo que al metabolismo se refiere, no parece resultar suficiente.

Nina Dahan, especialista en Nutrición y Dietética, explica que «para tener un impacto significativo sobre el metabolismo, hay que tomar por lo menos siete tazas diarias. Una cantidad que te dejará nervioso, ansioso y desincronizado con tu vida, algo que no es lo mejor para los hábitos de pérdida de peso». Tanta cafeína te dificultará, y mucho, que concilies ese sueño reparador que tanto necesitas.

Te sentirás agotado y sin energía

Tampoco parece que su efecto sobre el apetito, y por ende sobre la ingesta de calorías, sea mucho mejor. Nina Dahan refiere que «el café puede postergar tus ganas de comer por un corto tiempo. Pero sólo estarás engañando a tu cuerpo, que es mucho más listo de lo que pensamos y la sensación de hambre volverá un millón de veces más fuerte, haciendo que comas de más a la primera oportunidad».

Pero, ¿cuántas son las calorías que se ingieren a diario con esta dieta? Pues unas 1.500. Muchas menos de las que requieren los adultos para llevar a cabo una vida normal. En consecuencia, te sentirás agotado. Además, recuerda Nina Dahan, «el chute de energía que aporta el café suele seguirse de una caída de estos niveles de energía, lo que suele conllevar una mayor sensación de hambre dado que el cuerpo necesita calorías, una menor fuerza de voluntad por la sensación de cansancio, o un incremento de los niveles de la hormona grelina que hará que tengas más hambre».

El café reduce los niveles de hormona de la saciedad

Además, bajar la ingesta de calorías no siempre se asocia a una bajada de peso. El cuerpo, como muestra la Universidad de Colorado, se adapta a esta reducción calórica reduciendo el metabolismo. Incluso puede provocar, como revela la Universidad de Valladolid, que reduzca los niveles de la hormona de la saciedad, la leptina, y tengas más hambre. Tal es así que hasta un 80% de la gente que sigue una dieta baja en calorías recupera parte del peso al mes de dejarla; y casi un 100% vuelve a pesar lo mismo, sino más, al cabo de cinco años.

Pero lo que realmente hay que tener en cuenta es que no hay ningún estudio que respalde su eficacia. Tampoco que no acabe mermando la salud. Tomar tanta cafeína durante mucho tiempo tiene efectos perniciosos, por lo que la dieta del café no puede considerarse en ningún caso segura. Como concluye la experta, «tu cuerpo tiene una tolerancia limitada a la cafeína, por lo que tienes que respetar la necesidad de sueño de tu cuerpo. Y si lo que quieres es potenciar tu metabolismo, ¡nada mejor que dar un paseo!».