Por qué el té matcha va a sustituir al café en tus desayunos y meriendas

La mañana ha venido cargada de café. Y finalizada tu comida, no puedes perdonar esa taza que te ayudará a mantenerte despierto el resto de la jornada. Incluso es posible que aún añadas alguna más cuando llegues a casa. ¿Cuántas tazas van en total? Has perdido la cuenta y es (bastante) probable que, finalizado el día, te cueste dormir. El café te genera una excitación excesiva, pero no puedes, ni quieres, renunciar a la cafeína. No te preocupes. Existe una alternativa que te proveerá de cafeína sin tener que sufrir algunos de los efectos no tan positivos asociados al café: el té matcha.

El matcha es una infusión oriental que se prepara a partir de la hoja entera del té verde, si bien lo más común es encontrarla ya molida –en polvo–. Una bebida cuya popularidad, dado su sabor fuerte e intenso y los numerosos beneficios que induce en el organismo, crece día a día. Te contamos por qué te conviene plantearte pasarte al té matcha y aparcar el café.

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Fuente de cafeína, aunque no tanta como el café

Tanto el café como el té matcha contienen cafeína, un estimulante natural que, explica Rocío del Pozo, dietista-nutricionista en el Consultorio Médico Los Ángeles de Madrid, «nos ayuda a mantenernos despiertos y concentrados. Para ello, bloquea un neurotransmisor, la adenosina, que es sintetizado por el cuerpo de forma natural y que nos hace sentir somnolientos y cansados». Y aquí, la cantidad importa.

Se estima que cada taza de café contiene entre 80 y 100 mg de cafeína, mientras que las de té negro o verde suele tener entre 30 y 50 mg. ¿Y el té matcha? Pues dado que las hojas son sometidas a un proceso especial de cultivo, recolección y secado –y molienda–, la concentración de cafeína es un poco mayor que en sus «hermanas verdes»: en torno a 60 mg.

Llegados a este punto, ¿cuál es la cantidad segura de cafeína que se puede tomar al día? Pues en torno a 400 mg, que alcanzarás mucho más rápido en caso de optar por el café. Pero si lo que quieres es atiborrarte de cafeína siempre puedes recurrir a las bebidas energéticas (hasta 250 mg por lata).

Efecto duradero

Pero no es sólo una cuestión de cantidad. El efecto energético de la cafeína también es diferente: más inmediato en el caso del café, y más lento y sosegado en el del té matcha. Lo que no implica que elegir este último te condene a un día de somnolencia. El té matcha también es eficaz para dejar el sueño atrás, pero su efecto estimulante es menos explosivo y más estable y continuado.

Relajante natural

Además, el café provoca en muchas personas un estado de agitación y nerviosismo. Lo que es menos probable en caso de tomar té matcha. Y no sólo por su menor cantidad de cafeína, sino porque también contiene L-teanina, un aminoácido presente en todos los tipos de té verde –y negro– que como destaca un estudio de la Universidad Hebei facilita la relajación corporal y, por ende, ayuda a conciliar el sueño.

Sea como fuere, el té matcha también puede, como el café, provocar un estado de sobreestimulación. Cada persona es un mundo, y como apunta Rocío del Pozo, «la sensibilidad a la cafeína puede derivar en la presentación de cefaleas, insomnio, irritabilidad y taquicardias».

Múltiples beneficios

El té matcha también es rico en antioxidantes, muy especialmente en polifenoles –aunque menos que el café– que reducen el estrés oxidativo y el riesgo de inflamación; y es fuente, entre otros muchos nutrientes, de vitaminas y minerales esenciales entre los que se encuentran el hierro, el calcio y el potasio y las vitaminas C, E y K.

Entonces, ¿ha llegado el momento de guardar la cafetera? No necesariamente: el café comparte muchos de los efectos positivos del matcha. Depende de tus gustos –obviamente, el sabor es muy diferente– y «de si prefieres un subidón de energía más intenso que tendrás que recargar con nuevas dosis (café) o una estimulación más suave (matcha)», concluye la experta en Nutrición y Dietética.