Cómo manipular a un manipulador: los trucos para desenmascararlos

Hace ya tiempo que sabes que tu amigo te miente a la cara sin ningún pudor. Que es capaz de inventarse cualquier cosa para salirse con la suya. Caiga quien caiga. Que por lo general eres tú. Y poco importa, o nada, que le rebatas sus falacias. Siempre recurrirá a nueva argucias, cada vez más falsas, para huir hacia delante. No puedes más. Estás hasta el gorro. Tu amigo no es un tesoro, sino un manipulador de manual, por lo que estás valorando seriamente mandarlo a paseo. Sumarte a su lista de amistades a las que declaró fallidas y a las que dejó de dar la tabarra porque no podía sacarles ningún beneficio.

Tampoco tiene por qué ser un amigo. Puede ser un compañero de trabajo o una persona a la que sólo acabas de conocer. Da igual. Su objetivo será siempre aprovecharse de ti. Lo que no siempre es fácil de detectar.

Como explica la doctora Nicole LePera, psicóloga clínica y autora, entre otros libros de éxito, de How to meet yourself, “somos muchas las personas que hemos estado rodeadas desde niños por individuos que utilizan la manipulación, por lo que tenemos dificultades para detectarla. Pero aprender a identificarlos es una práctica poderosa que te permitirá navegar la manipulación con un poder interior y estableciendo límites”. Te contamos lo que tienes que hacer para desenmascarar a un manipulador y que, por fin, te diga siempre la verdad.

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Su discurso es muy volátil y cambia según le convenga

Lo primero es fijarse en la coherencia de su discurso. Si sus argumentos son inamovibles o, por el contrario, cambian con el paso del tiempo. En días, horas e, incluso, minutos. Hay que tener en cuenta que una persona manipuladora siempre adaptará su discurso a sus necesidades. Según vayan surgiendo. De hecho, no están realmente mintiendo: creen firmemente en sus diatribas y que su “digo” actual nunca fue un “Diego”.

No te dejes avasallar

Pero tu memoria no es tan voluble como la suya. Tan sólo tienes que fijarte en los cambios en su argumentación. Por sutiles que sean. Prestar atención a los detalles. Y una vez detectada cualquier variación, hacerla ver. Al manipulador y a todo tu entorno. Manteniéndote firme y no dejándote avasallar por el perpetrador de tanta mentira. Que, no lo dudes ni un instante, se rebelará contra ti.

La doctora LePera alerta de que “cuando plantees alguna duda o preocupación, el manipulador te culpará a ti y proclamará que es la autoridad sobre la verdad”.

De haberla, la culpa siempre es de los demás

Nunca son culpables de nada. Que alguien se sienta ofendido, o dolido, no es responsabilidad suya. Jamás hacen nada malo. Siempre es culpa de los demás. Y de admitir alguno de los actos perpetrados, siempre lo justificarán como una reacción a una afrenta previa recibida que requería justicia. Así que no esperes que te pidan perdón. Sin sentimiento de culpa no ha lugar a remordimientos.

Pero no te quedes de brazos cruzados. Exígele que reconozca sus deleznables actos. Lo que hará que, una vez más se revuelva. Tratando de eliminar toda tu credibilidad. Como apunta la experta, “tu pasado será usado contra ti para que parezcas el malo o alguien en quien no se pueda confiar”.

Ponen a la gente contra ti

No conocen la mesura. Tienen que ser el centro de atención. A toda costa. Por lo que más que argumentar parece que estén representando un mal papel en una obra de teatro. Demasiadas exageraciones y aspavientos. Para convencer a un público que, inicialmente dubitativo, acabará entregado. Y es que por muy inverosímiles que parezcan sus mentiras, siempre serán respaldadas por un grupo de palmeros. Que pueden ser mucho más próximos de lo que te gustaría.

Como refiere la doctora LePera, “cuando elijas hacer algo con lo que no estén de acuerdo, las personas manipuladoras reclutarán a tus amigos, o incluso a tus familiares, para que te persuadan de hacerlo”.

Un apunte importante: puede que la persona manipuladora que te hace la vida imposible sea tu pareja. Que duermas con el enemigo. Que tengas una relación tóxica que te causa mucho dolor. Así que ha llegado el momento de que pases página y dejes atrás tu relación.