
Las relaciones de maltrato comienzan de manera progresiva. FOTO: Escena Ni una más.
Mente
La dependencia emocional detrás de las relaciones tóxicas: por qué es tan difícil dejar a una pareja manipuladora
Descubre cómo la dependencia emocional se forma en las relaciones tóxicas y por qué es tan difícil dejar a una pareja manipuladora. Aprende las claves para reconocer este patrón y romper el ciclo.
Por Sara Flamenco
18 DE MAYO DE 2025 / 08:00
«Pero, ¿por qué no lo has dejado antes?». «¿Cómo podías estar aguantando eso?». «Me hace eso a mí y no aguantaría ni un minuto». «Pero si tú eres una mujer fuerte, ¿cómo has caído en eso?». Estas son solo algunas de las frases que tienen que escuchar las mujeres. Especialmente aquellas que, después de mucho tiempo de sufrimiento, finalmente dan el paso y rompen la dependencia emocional que las unen a su pareja manipuladora. Para aquella parte de la sociedad que no ha vivido estas relaciones tóxicas es muy difícil entender que las mujeres aguanten relaciones tóxicas llenas de desprecios, humillaciones, agresiones sexuales o golpes.
Lo cierto es que, a menudo, el cambio de una relación idealizada a una de maltrato es tan gradual que la víctima no se da cuenta hasta que ya es demasiado tarde. Según la psicóloga y sexóloga Silvia Sanz, «el maltrato en una relación comienza disfrazado de un tipo de amor que castiga y que progresivamente se va normalizando. Se inicia una dinámica que intercala el control, las críticas, los celos, la manipulación, la infravaloración, la no validación de las emociones, los gritos… con gestos de cariño, afecto o perdón».
La dependencia emocional que te mantiene atrapada en una relación tóxica
El ciclo emocional dentro de las relaciones tóxicas con una pareja manipuladora genera un nivel de dependencia tan alto que se convierte en casi imposible dejar la relación. Silvia Sanz ha identificado varios factores que explican por qué las víctimas no pueden huir de una situación tan dañina:


«Una de las razones por las que la víctima no se marcha es porque sigue esperando que su pareja cambie y cree que puede volver a ser como al inicio de la relación«, explica la experta. No está hablando de aquellas relaciones en las que una parte de su pareja espera que con el tiempo haga lo que él o ella quiera, sino a que vuelva a ser lo que era antes. Y es que la pareja tóxica se suele presentar como una persona atenta y encantadora. Y va cambiando progresivamente hasta convertirse en el depredador del que cuesta huir.
«Se combinan ciclos intermitentes de castigo y recompensa, lo cual provoca un enganche emocional que provoca una adicción a la relación«, continúa Sanz. Este ciclo de expectativa y decepción genera dependencia, pues la víctima se aferra a la esperanza de que el comportamiento de su pareja mejore.
¿Por qué creamos relaciones con una pareja manipuladora?
No solo influye lo que ocurre dentro de la relación, sino también las razones subyacentes que permiten que se establezcan este tipo de dinámicas. «La víctima suele estar buscando afecto, seguridad o aprobación. Unas necesidades que el maltratador sabe identificar y cubrir de manera desproporcionada, creando una dependencia emocional hacia esa idealización», señala Silvia Sanz.
Además, la alternancia entre los momentos de ataque y de reconciliación provocan un estado de confusión y adicción emocional. «La víctima sufre, pero también experimenta momentos intensos de cariño en los periodos de reconciliación», manifiesta la experta.
La confusión y la duda: ¿es real lo que estoy viviendo?
A veces, la persona que sufre maltrato no siempre lo padece de manera inconsciente. Hay veces que estas mujeres son conocedores de su situación. Aún así no consiguen dejarlo, en algunas ocasiones, porque «se duda de si es cierto lo que se vive». Esto ocurre, sobre todo, en aquellas ocasiones en las que el maltrato es psicológico y no físico: «A causa de la manipulación llegan a sentir confusión entre lo que sienten con la realidad y pueden llegar a preguntarse si realmente es tan grave lo que han vivido, o si es cosa de ellas, incluso si están exagerando», cuenta Silvia Sanz
Esta desconexión con la realidad hace que se alejen de su entorno con más facilidad. En muchas ocasiones no les entienden y se sienten juzgadas. La experta aconseja a los seres queridos de las personas que están sufriendo esta situación que les apoyen. «Pero sobre todo no juzgar y ser compasivos. Ofrecerles siempre un espacio para estar y hablar donde pueda sentirse rescatada», recomienda.
Romper con el ciclo de la dependencia emocional
Es importante recordar que nadie está exento de caer en este tipo de relaciones. Criticar a una víctima por haber aguantado en una relación de abuso no sólo es ofensivo, sino también falso. «Las mujeres que caen en este tipo de relaciones no tienen por qué ser débiles o dependientes por naturaleza. Pueden haber crecido en un entorno con patrones de relación similares o tener carencias emocionales que los abusadores saben detectar y explotar», concluye Silvia Sanz.
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