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El amor puede durar para siempre, pero hay que trabajárselo. FOTO: Escena de la película Ghost.

Mente

Silvia Sanz, psicóloga y sexóloga: «El amor para siempre no ha desaparecido»

Las parejas que se prometen amor para siempre siguen existiendo, pero ahora exige más compromiso, comunicación y realismo.

Por Sara Flamenco

04 DE FEBRERO DE 2025 / 14:00

Es más que evidente que las relaciones duran menos que antes. Según el Instituto Nacional de Estadística, los matrimonios duran entre 16 y 17 años de media, cuando antes era difícil no celebrar las bodas de oro junto a tu pareja. ¿Significa esto que vivieron felices y comieron perdices no existe?

«En anteriores generaciones el divorcio no estaba bien visto y las mujeres generalmente dependían económicamente de la pareja. Existía un desequilibrio que provocaba una dependencia económica que alejaba cualquier opción de romper la relación», comenta la psicóloga de parejas y sexóloga Silvia Sanz.

Pero no sólo ha cambiado el equilibrio financiero entre los miembros de la pareja y la concepción del divorcio como algo posible. «El valor del compromiso ha cambiado, las expectativas en las relaciones actualmente son más elevadas, esperamos una conexión plena y una compatibilidad completa. Nuestro desarrollo individual, cuidado y prioridad se encuentra por encima de la pareja y se toleran menos aspectos que antes«, asegura la experta.

Todo esto no significa que el amor para siempre no exista, sino que implica más responsabilidad que antes y «hace falta mucha comunicación y compromiso», como dice Sanz. Además, es clave entender la evolución de las relaciones, desde la enajenación mental transitoria propia del enamoramiento inicial, hasta los sentimientos más maduros, estables y predecibles de las relaciones estables.

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El mito del amor romántico, enemigo de las relaciones

Un amor para siempre, que provoque mariposas en el estómago y una pasión desenfrenada que te obligue a arrancarle la ropa en cualquier momento y lugar. Eso es lo que ha vendido las películas y no puede estar más alejado de la realidad. «El mito del amor romántico provoca desilusiones y frustraciones en las relaciones de pareja», asegura Silvia. Hay que tener en cuenta que en las películas sólo enseñan los inicios de la relación, por lo que idealizar esos momentos es fácil. «El amor no lo puede todo, quererse no es suficiente para lidiar con las adversidades de la vida dentro de la relación, se necesita mucha comunicación, empatía y apoyo mutuo para poder potenciar nuestra conexión como pareja, no solo basta con amarse, hay que querer quererse y cuidar la relación», comenta la experta.

Pero no son sólo los conflictos los que pueden explotar la burbuja del amor romántico. Uno de los obstáculos principales es la idealización del sentimiento, que hace que muchos se decepcionen cuando se dan cuenta de que ya no siente con la misma intensidad que antes. «El amor puede mantenerse, pero cambia de forma según pasan los años, la pasión se modifica y aparece el cariño, el amor, el compromiso…», afirma Silvia Sanz. Quizá es una etapa menos arrebatadora, menos divertida, más previsible… pero también es más reconfortante, más madura y más real, porque no somos esclavos de la química cerebral.

Y otra de las trabas que pone el amor romántico en las relaciones es la mentalidad de que el amor todo lo puede y no hace falta trabajarlo porque surge solo. «El ideal de una pareja, sería el equilibrio entre dar y recibir apoyo, con una responsabilidad compartida del bienestar del otro. Basada en el respeto, la confianza y el sentimiento de libertad dentro de la relación. Cuidando la pareja como si fuera una planta que hay que regar cada día. Con respeto, valoración y comprensión mutua», concluye la experta.

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¿Y qué pasa con la pasión?

Otro melón interesante por abrir es qué ocurre con la pasión a lo largo de una relación duradera. Porque puedes querer a tu pareja, pero caer en la rutina a nivel sexual es algo habitual, lo que resta interés y hace que la frecuencia de las relaciones sexuales caigan. «Algunos de los motivos que provocan la rutina o la falta de pasión, no son la convivencia ni el tiempo juntos, son más la indiferencia o el desinterés, la falta de estímulos, la falta de sintonía con tu pareja o dar prioridad a otras actividades», asegura Sanz. El deseo, al igual que el amor, no se mantiene por sí solo. Hay que trabajárselo porque «el amor por sí solo, no provoca deseo a lo largo de los años».

Al igual que los sentimientos, la pasión también evoluciona con el paso de los años. No es que no le desees, sino que puedes sentir que es más de lo mismo y ante esa coyuntura, puedes elegir dormir. Pero el sexo es una faceta importante en la pareja, y también hay que alimentarla día a día para que vuelva a resultar estimulante. «Hay que tener una actitud activa y comprometida para cuidar cada día la relación. En esencia, el sexo es un modo de comunicarte. Del mismo modo que cuidas tus palabras, debes cuidar tu modo de conquistar cada día a tu pareja», comenta la experta, que ha recopilado más de treinta estrategias para recuperar la pasión en su libro SEXAMOR.

Como conclusión, ¿es posible desearte hasta la vejez? Sí, pero hace falta trabajo para «mantener vivas todas las facetas de la relación: admiración, conquista, intimidad, complicidad…». Conquistar cada día a tu pareja es clave para disfrutar de una buena vida sexual a pesar de los años. Puede que sea más previsible y que falte el factor de la novedad, pero también hay que aprovechar a tu favor otras variables que se dan en las relaciones longevas como la complicidad y el conocimiento de la otra persona.

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