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Cristina Pedroche durante su embarazo. / Gtresonline
Meditación
No, no estamos hablando de hipnotizarte para eliminar las contracciones, como muchos piensan. Se trata de una técnica de relajación que te ayuda a controlar el dolor en el momento del nacimiento.
Por Sara Flamenco
10 DE AGOSTO DE 2023 / 16:37
Cuando Cristina Pedroche comenzó a difundir su intención de utilizar la técnica del hipnoparto para dar a luz a su primera hija, todos se llevaron las manos a la cabeza. «¿Hipnosis para dar a luz?», «Que ganas de llamar la atención», «Cuando empiece, ya verás como pide la epidural y de deja de tonterías»… Y otros muchos comentarios desacreditando esta técnica de la que, en realidad, no tenemos mucha idea. Porque puedes tener la opinión que tú quieras sobre Pedroche (aunque no hace falta que la expreses constantemente), pero lo cierto es que esta técnica está avalada por profesionales y no, no consiste en hipnotizarte para dar a luz.
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Así lo asegura Celia Padilla, fundadora de Ohmamámatrona, definiéndolo, simplemente, como una preparación psicológica previa para la llegada del bebé y el momento del parto, para ser capaz de abstraerte del evidente dolor de las contracciones y concentrarte en lo positivo y lo bonito de esta experiencia. Y es que el objetivo del hipnoparto no es evitar el dolor, ya que este es una respuesta fisiologica a un proceso interno pero, según los expertos en esta técnica, la clave está en diferenciar lo que llaman un dolor bueno, que te acerca a tu bebé, de un sufrimiento, lo que se consigue con diferentes técnicas de meditación.
La plataforma web de Natalben explica que el hipnoparto es un conjunto técnicas que tienen por objeto reducir el miedo al parto llevando a la embarazada a un estado de relajación profunda. «Una relajación que es capaz de transformar las emociones negativas del parto en una experiencia positiva, reduciendo el dolor y acortando el proceso.» Según asegura Natividad García, Matrona del Hispital Clínico San Carlos, el hipnoparto puede reducir el dolor al mejorar la vivencia negativa del parto pero para ello es esencial aprendar a conseguir una relajación profunda y manejar la respiración. Al eliminar los pensamientos negativos, se logra una reducción del dolor, pudiendo acortar los tiempos del parto al relajar también el músculo uterino.
El ciclo miedo-tensión-dolor fue descrito por el obstetra británico Dick-Read, quien explicaba cómo el miedo y la anticipación del dolor del parto provocan tensiones musculares y psíquicas que tienen la función de proteger a la madre preparándola para la situación que imagina, pero que producirá una vivencia más dolorosa y podría bloquear el proceso fisiológico. Si entendemos este proceso, con las ténicas de hipnoparto se puede sobrellevar este momento y evitar ese bloqueo.
1. Información: Antes de comenzar a explicar las herramientas propiamente dichas, cabe resaltar que uno de los puntos más importantes a la hora de manejar el hipnoparto es la información. Según afirma Carmen Moreno, fundadora de Parto Positivo y autora del libro Hipnoparto. Preparación para un parto positivo, es importante entender el proceso del parto, cómo funciona tu cuerpo en este momento y cómo afectan tus emociones. No sólo eso, sino también qué hormonas se producen en el parto y cómo favorecer su producción a través de tus sentimientos y la adecuación del entorno. La información veraz hace que puedas comprender y normalizar las reacciones de tu cuerpo y te sientas más segura y confiada.
2. Relajación profunda o autohipnosis: no, no te vas a convertir en gallina o vas a hacer lo que el profesinal de hipnoparto quiera, como ocurriría en los shows de la televisión. Las técnicas de autohipnosis persigue conseguir un estado de profunda relajación que nos aleje de pensamientos negativos. ¿Duele? Claro que sí, las contracciones duelen, pero la idea es no quedarte anclada en el dolor, sino conseguir reconectar con los instintos del parto y con los sentimientos previos positivos que ha practicado en el último trimestre.
3. Visualización de imágenes positivas: consiste en tratar de eliminar las connotaciones negativas que tradicionalmente se asocian al parto, como el dolor, el miedo a que algo salga mal o incluso para las más aprensivas, la sangre. Es algo que también debe practicarse previamente, durante la etapa de formación, escogiendo imágenes de nuestra vida que nos den paz para evocarlas en el momento adecuado durante el parto. También ayuda mucho haberse imaginado la carita del bebé y tenerla presente cuando aparezcan los dolores que, obviamente, aparecerán.
4. Técnicas de respiración: el control de la respiración nos ayuda a conseguir un estado de tranquilidad a la vez que mantiene la correcta oxigenación de nuestro cuerpo y de nuestro bebé. Estas técnicas se enseñan en todos los cursos de preparación al parto, pero centradas sobre todo en la relajación pélvica y distensión del útero para conseguir que el expulsivo dure menos. En los cursos de hipnoparto, se trabaja de forma más profunda, entendiendo las técnicas de respiración como un aspecto que puede aprotarnos sensación de paz mental, no sólo una ayuda física en el momento final del parto.
5. Concentración y consciencia: este estado se consigue con la aplicación de las técnicas anteriores. Si eres consciente del trabajo de tu cuerpo durante el parto y de la influencia de tus emociones en el proceso, será más fácil que logres concentrarte desactivando así el mecanismo del miedo para conseguir un estado de relajación profunda. No es magia, es trabajo psicológico y emocional porque, al fin y al cabo, el dolor no es algo físico, es una respuesta de nuestro cerebro a un proceso fisiologico. Si consigues concentrarte a nivel mental, serás capaz de manejar el dolor y, como dijo Cristina Pedroche, «surfear las olas uterinas», que no es otra cosa que manejar el dolor que provocan las contracciones.
¿Y cómo se consigue esto? Existen muchas maneras, dependiendo del profesional que te ayude a prepararte para este momento, pero quizá los más conocidos son los audios y las afirmaciones positivas.
Por un lado, los audios inducen a la relajación y meditación, siendo capaces de hacerte sentir bien y despertar diversas emociones en distintos momentos. El matrón Emilio Bastida recomienda practicar la meditación y la relajación con cierta frecuencia, aumentándola según vayas cumpliendo semanas de gestación. Hasta la semana 29, aconseja hacerlo dos veces por semana, incrementándola a tres veces por semana hasta la semana 34. Y de la 34 en adelante, Bastida recomienda practicarla diariamente.
Por otro lado, las afirmaciones «son una herramienta básica de hipnoparto que tiene como objetivo cambiar las creencias etiquetadas limitantes por creencias positivas y de poder«, según el matrón Emilio Bastida. Las afirmaciones despiertan buenas emociones mejorando la manera en la que vives el embarazo y el parto, transformando así las emociones negativas en positivas y conscientes. El experto recomienda repetir las afirmaciones diariamente, a la misma hora y en voz alta para trabajar y retirar de la mente un miedo o preocupación concreta. Pero si lo que quieres es trabajar a nivel más general para sentirte cada vez más conectada y preparada para el momento del parto, es suficiente con repetir las afirmaciones entre dos y tres veces por semana.
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