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El estrés es algo muy común para todos pero hay que combatirlo./ Imagen: Pexels.
Meditación
La atención plena puede convertirse en tu mejor aliada para acabar con una vida estresante. Eso sí, requiere entrenamiento diario.
Por Paka Díaz
18 de octubre de 2023 / 15:07
El estrés es algo que cada vez más experimentamos y lo hacemos a diario. Nos hemos familiarizado con él, pero esto no significa que sea algo normal. Por eso es fundamental ponerle remedio cuanto antes, y evitar así que se convierta en ansiedad. Eso es justo lo que busca Germán Jurado, coach e instructor acreditado de Mindfulness para la Reducción del Estrés (MBSR), una técnica creada para salir de sus garras.
Se podría decir que es una de las grandes enfermedades de nuestra sociedad. De hecho, como apunta Jurado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2030, las enfermedades de la salud mental, la ansiedad y la depresión, serán la primera causa de discapacidad en el mundo. Incluso puede influir en tu peso. “El estrés es coexistencial a nuestra propia existencia y naturaleza humana y en estos últimos años, debido a nuestro estilo de vida se ha agravado, así que si queremos vivir con mayor plenitud y sin estrés, necesitamos comprender donde se origina, para aprender a reducirlo mediante diferentes recursos y herramientas como son las prácticas de meditación y atención plena”, subraya.
Su libro Vivir sin estrés (Vergara) es una guía imprescindible para calmar la mente y reducir el estrés, lleno de ejercicios que puedes hacer en tu día a día. “Mi propuesta, a través de este libro, es poner al servicio todas las herramientas y recursos de valor que he aprendido a lo largo de todos estos años, basadas en la práctica del mindfulness y de la atención plena para que otras personas, al igual que yo, puedan vivir con mayor plenitud”, cuenta Germán Jurado.
El estrés es tan antiguo como la propia humanidad y el terapeuta explica que es un mecanismo excelente de adaptación frente a los peligros. Siempre que estos sean reales. «El estrés, según Hans Selye, una de las primeras personas que acuñó este término en los años 40, tienes tres fases. La primera es la reacción de alarma frente a un estímulo. La segunda, la fase de resistencia, en la cual tratamos de recuperar el equilibrio. Y, por último, si la situación de emergencia continua, la fase de agotamiento, el estrés, lo cual produce desgaste físico y emocional», explica Jurado
Sin embargo, ese mecanismo que nos ha sido tan útil a lo largo de la historia para sobrevivir como especie, ya no lo es tanto. Como apunta Jurado: «Hoy en día no funciona, ya que la gran mayoría de nuestras amenazas son de carácter psicológico o psicosocial. Ya no nos persiguen animales salvajes, son más complejas y, por tanto, esta reacción no nos ayuda. Necesitamos aprender a gestionar este estrés, comprender su origen, y así encontrar mejores respuestas a nuestras amenazas del día a día».
Pese a todo, el estrés por sí mismo no es malo. De hecho nos puede beneficiar. “El estrés nos puede ayudar, a través de su reacción, porque nos pone a salvo cuando hay una situación de peligro real”, explica Germán Jurado. El problema llega cuando la amenaza no existe. O sea, la mayoría de las veces en nuestra sociedad moderna. “En el resto de los casos, cimentamos esos escenarios de preocupación, le damos vueltas a los mismos tipos de pensamientos, lo que en psicología se llama rumiación. Este estrés no nos sirve, ya que se genera desgaste y un desequilibrio físico y emocional”, apunta el terapeuta.
Entonces, como la salud es multifactorial, “cuando estos intentos de adaptación no están bien regulados o se sostienen por el tiempo de forma prolongada, pueden afectar a nuestra salud y llegar a provocar una enfermedad. La presión arterial elevada, problemas en el aparato digestivo, disfunciones en el aparato reproductor sexual, problemas en la piel o infecciones en el sistema respiratorio, son algunos de ellos”.
Para reducir nuestro estrés, hay un programa de entrenamiento que consigue muy buenos resultados: MBSR (Mindfulness para la Reducción del Estrés). En 1979, el Dr. Jon Kabat-Zinn, en la Universidad de Massachusetts, creó esta exitosa técnica. “Se trata de uno de los entrenamientos más conocidos y de mayor eficacia, contrastada por numerosos estudios científicos”, cuenta Jurado, que asegura que “el mindfulness, aunque pueda parecer una técnica, va mucho más allá de eso».
Por eso, destaca que “MBSR es un entrenamiento experiencial e interactivo de ocho semanas, en el que, a través de diferentes prácticas, como son la meditación, formal e informal, los movimientos conscientes tipo yoga y las explicaciones sobre los procesos de la mente y el cuerpo, en relación con la salud, se trata de reducir el estrés, el malestar y la tensión emocional”.
El programa MBSR nos puede ayudar a acabar con el estrés o, al menos, a disminuirlo con técnicas basadas en la atención plena. Pero, ojo, como recuerda Jurado, se trata de cambiar hábitos. “La meditación es un estilo de vida, una manera de vivir, en el que practicamos para estar más conscientes, más despiertos y así poder actuar con mayor claridad en la vida”, apunta.
En su caso, reconoce que “la práctica de la meditación me ha ayudado a vivir con menos estrés, de manera que ha mejorado mi salud, física y emocional, mi atención, con lo cual puedo hacer mejor mi trabajo como coach. Pero, sin duda alguna, el mayor regalo ha sido una transformación profunda desde el ser, que me ha permitido reconectar con el amor y la compasión, derribar los miedos y el resentimiento que tenía alojados en el corazón, y mejorar así la conexión y la profundidad en las relaciones personales”.
Desde su experiencia personal y el bienestar que le ha aportado esta técnica y la práctica continúa del mindfulness, Germán Jurado ha escrito Vivir sin estrés. En este libro, narra cómo es posible adiestrar nuestra mente y usarla como una herramienta para acabar con el estrés y nuestro malestar. “Pero como todo cambio requiere práctica”, advierte. “Al igual que entrenamos el cuerpo, podemos entrenar la mente y generar de esta forma cambios cognitivos y psicológicos, que nos ayuden a mejorar nuestra salud física, emocional y mental”, añade.
Si se entrena la mente en la atención plena, los beneficios se suceden, asegura el coach: “La ciencia ha demostrado con estudios que la práctica del mindfulness continuada no sólo nos ayuda a reducir el estrés y el malestar. Además, es capaz de generar nuevas conexiones neuronales y cambios en las regiones cerebrales asociadas con la memoria, los aprendizajes, la empatía y la autoconciencia”.
“Mi recomendación es que comiencen a meditar y que cambien la curiosidad por las expectativas. Para ello, que lo hagan con un grupo, una sangha [comunidad en sánscrito] y con un instructor o un maestro cualificado para ello, que encarne la práctica y sus valores en su día a día”, anima. “Poco a poco, a medida que se medita, se ve cuáles son los cambios que se necesitan hacer en la vida, para vivir con menos estrés y con mayor bienestar y felicidad”.
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