Este es el número de amigos de verdad que deberías tener siempre para ser feliz, según Harvard

Ya hemos hablado otras veces del mayor estudio sobre la felicidad humana que se ha realizado en el mundo y que comenzó nada menos que en 1938. Esta investigación, realizada por la Universidad de Harvard, llegó a la conclusión de que las relaciones sociales son el pilar clave para aumentar nuestra felicidad, pero Robert Waldinger, psiquiatra estadounidense y cuarto director de este estudio, ha dado un dato más: cada uno de nosotros deberíamos tener, al menos dos personas importantes a las que podríamos llamar en mitad de la noche si no nos encontramos bien o tenemos un problema.

«Durante nuestro estudio les preguntamos a nuestros participantes a quién llamarían en mitad de la noche si estuviesen enfermos o asustados. Les pedimos que hiciesen una lista. Casi todos los participantes tenían a varias personas en su lista pero hubo gente que no pudo apuntar a nadie. (…) Todos seamos tímidos o el alma de la fiesta necesitamos una o dos relaciones de apego seguro. El resto depende de cada cual, de tu personalidad, de tu carácter y de tus necesidades», ha asegurado Waldinger en su ponencia de la serie Aprendemos Juntos, de BBVA, que puedes ver en YouTube.

La relación entre la felicidad y las relaciones sociales

Según este psiquiatra de la Universidad de Harvard, la relación entre la felicidad y las relaciones sociales reside en cómo las personas de tu círculo cercano pueden ayudarte a gestionar el estrés del día a día. «Las relaciones nos protegen del estrés crónico«, afirma en su charla.

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«Si te estresas entras en el modo de lucha o huida (…) aumenta la circulación de hormonas del estrés y también la inflamación. Es normal. Pero nuestro cuerpo debería volver al equilibrio cuando desaparece el estrés y eso puede conseguirse manteniendo una conversación con una amiga o con tu pareja», asegura Robert Waldinger.

«Lo que le pasa a la gente aislada es que nunca vuelve al equilibrio, al punto de partida, sino que permanecen en un estado basal de lucha o huida constante. Por eso tienen mayores niveles de hormonas del estrés, de inflamaciones crónicas y eso acaba destrozando los sistemas corporales con el tiempo. Así es como las relaciones influyen en las arterias coronarias o las articulaciones», concluye.

Pero el experto diferencia entre estar aislado de la sociedad y ser introvertido, una característica de la personalidad que no tiene por qué ser negativa. De hecho, asegura que ser introvertido tiene un punto positivo. Estas personas «se recargan estando solas» y no necesitan a tantas personas para ser felices.

Los extrovertidos, por su parte «se nutren de la energía de los demás, así que necesitan a mucha gente en sus vidas», asegura. Eso sí, todos, introvertidos o extrovertidos, necesitan tener unas relaciones sociales sanas, y es necesario al menos una o dos relaciones de apego seguro, relaciones en las que sientas que hay alguien ahí a quien puedas llamar y que va a estar ahí cuando haga falta.

Porque otro de los hallazgos de este estudio es que los vínculos fuertes e íntimos con otras personas no sólo nos hace ser más felices, sino que también nos ayuda a mantenernos sanos. «La gente solitaria que vive aislada de la sociedad desarrolla enfermedades fruto del envejecimiento antes y vive menos que quienes no están solos y tienen relaciones sociales solidas. (…) Es un descubrimiento asentado que las buenas relaciones fomentan la salud física y la longevidad«, asegura.

Cómo cuidar las relaciones para ser felices

Cuando somos jóvenes creemos que los amigos están ahí y lo van a estar siempre, lo damos por sentado, pero con el paso de los años entendemos que las amistades hay que cuidarlas. «Uno de los descubrimientos de nuestra investigación fue que la gente que más hacía por mantener sus relaciones era más feliz y tenía mejores relaciones. Mucha gente tenía buenas relaciones que se diluían y desaparecían, no porque hubiesen problemas, sino porque las desatendían», explica Waldinger en su charla.

¿Y cómo podemos cuidar nuestras relaciones sociales? Según el psiquiatra, lo ideal es tener pequeñas muestras de atención constantes, como llamar por teléfono a un amigo para saber cómo está o sacar tiempo para dar un paseo. «Hacer planes de manera habitual con la gente a la que quieres mantener en tu vida cotidiana», resume.

Otro de sus consejos que podemos poner en práctica es establecer rutinas con las personas que verdaderamente nos importan, ya sea un hermano, un amigo o la pareja.

Estos pequeños espacios de tiempo establecidos de manera regular estarían reservados a no hacer nada más que disfrutar de la compañía del otro, tener un tiempo para hablar de vuestra relación o de vuestra vida en general. «Cuando tienes niños pequeños muchas veces te conviertes en una especie de equipo y te limitas a «tú haces la cena y yo los baños» y no hay tiempo para hablar de cómo estamos como pareja«, ejemplifica el experto. Por eso aconseja reservar un espacio para cuidar de esa relación y que no se estanque ni desaparezca el vínculo con el tiempo.

Cómo hacer nuevas amistades

El experto también ha dado ciertos tips para conocer a gente nueva y ampliar de este modo nuestro círculo social. Pequeños consejos prácticos que podemos aplicar fácilmente en nuestro día a día.

Lo primero que recomienda es realizar actividades con gente como una buena manera de entablar relaciones. «Una de las formas mas fáciles de entablar nuevas relaciones es hacer una actividad que nos importe, algo que nos guste, pero que lo hagamos con otras personas para ver a esa gente asiduamente una y otra vez. Podemos hacer voluntariado o unirnos a un club de jardinería, de futbol… lo que sea. Mientras lo hagamos con otra gente tendremos temas de conversación naturales porque estaremos haciendo algo que nos gusta a los dos», afirma.

Su segundo consejo si te cuesta conocer gente nueva, es ayudar a otra persona. «Dedicar tu tiempo y tu energía a ayudar a los demás es un buen método para sentirte útil y también para sentir que la gente te valora. (…) Esa es una manera estupenda de combatir la soledad», asegura en la charla.

Y su tercer consejo es hablar con gente que no conoces de nada. Según cuenta en la charla, llevaron a cabo un estudio con usuarios del tren suburbano de Chicago en el que un grupo tenía que entablar conversación con otra persona y otro grupo debía pasar el viaje escuchando su música o leyendo un libro. Al finalizar el trayecto, las personas que habían hablado con alguien eran más felices que el otro grupo, aunque al principio pensaban que no lo iban a disfrutar.