Sin miedo a la menopausia: Nieves Álvarez defiende «tener arrugas, y poder sonreír y gesticular»

«Nunca pensé que a los 50 seguiría desfilando en la pasarela». En los años 90, convertida ya en un auténtico icono de la moda, Nieves Álvarez pensaba que su carrera tendría la breve vida propia de un oficio ligado a la belleza y la juventud. No podía imaginar entonces que, tras más de tres décadas en lo más alto, aún tendría un lugar destacado en la alta costura. Pero ahí está… y a pesar de la menopausia.

Lo ha explicado en Espejo Público, donde junto a la periodista Marta Robles ha contado cómo vive esta nueva etapa, y lo ha hecho hablando claro, sin tapujos, enfrentándose al viejo tabú que sitúa la menopausia en un rango sottovoce. Se tiene, pero no se dice. “Sigue dando cosa hablar de ello”, como si fuera un tema prohibido.

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En esta ocultación influye el temor de que continúe vigente el estereotipo que asocia mujer menopaúsica con mujer acabada para el amor, las ilusiones, la juerga o la vitalidad. En el caso de las modelos se suma el cliché de que deben saber cuándo retirarse. Pero ese cuándo ya no tiene fecha de caducidad, y la apretada agenda profesional de Nieves Álvarez es ejemplo de ello.

Su charla abierta sobre la menopausia es también un soplo de aire fresco, una muestra de hacia dónde evoluciona la sociedad y la forma de mirar a la mujer. En el proceso de envejecimiento, ha señalado, “cuanto más compartamos y hagamos las cosas naturales va a ser mejor para todas”. En este sentido, Susanna Griso ha comentado el caso de una conocida que dejaba caer los tampones del bolso como dando a entender que aún no le había llegado la menopausia.

Verse guapa sin perder la naturalidad

Es evidente que asumir con naturalidad la menopausia y hablarlo públicamente no implica en absoluto renunciar a los cuidados e intentar tener siempre, en la medida de lo posible, la mejor apariencia. Por ello, Nieves ha creado una línea cosmética para tratar los primeros signos del envejecimiento, aunque defiende la naturalidad frente al artificio: “No quiero ser una momia”, ha señalado, apuntando que prefiere tener una cara con arrugas, «pero poder sonreír al gesticular”.

El estilo de vida y la actitud para encajar bien en tu vida y en tu trabajo con el paso de los años se ve, además, fortalecido con el sentido del humor. “Ahora entramos en la época de las bromas. Cuando cumples 50 años te dicen que seguro que estás menopáusica«, ha dicho. Estas bromas, que no siempre se dicen sin malicia, pueden pillarte por sorpresa al inicio, pero, una vez más, la naturalidad y relativizar los comentarios es la mejor arma. Marta Robles ha añadido que es habitual que a las mujeres se les hagan este tipo de comentarios, primero con la menstruación y más tarde con la menopausia. «Nos tratan todo el día como si fuéramos una hormona«.

De Penélope Cruz a Naomi Watts

Con sus declaraciones, Nieves Álvarez se suma a la tendencia creciente de mujeres poderosas e influyentes que hablan sin tapujos de la menopausia para normalizarla y visibilizar esta etapa. Lo han hecho Michelle Obama, Salma Hayek o Gwyneth Paltrow, y en España tenemos el ejemplo de Penélope Cruz, que también ha querido compartir cómo es para ella este momento. Así lo hizo en un evento sobre vida saludable celebrado en Londres, en el que charló con Paltrow sobre la revolución hormonal que vivía su cuerpo, a la que comparó con una montaña rusa. “A veces sólo quieres mantenerte abajo para estar tranquila”, señaló.

Pero, más allá de los síntomas físicos y de los cambios en el organismo, Penélope se ha posicionado activamente en la lucha contra los estigmas que todavía hoy rodean a la menopausia. En una entrevista para la revista Tatler, defendió que “hay momentos en la vida de una mujer que deben ser reconocidos por su nombre y atendidos. Palabras como periodo, depresión, posparto o menopausia siguen poniendo nerviosa a mucha gente, y más aún cuando hay hombres delante”.

También Naomi Watts se ha pronunciado en este mismo sentido. La actriz ha revelado que la suya fue una menopausia precoz (a los 36 años), lo que le hizo sentirse estigmatizada, y ha instado a las mujeres a perder ese sentimiento de pudor y de vergüenza que impide que muchas de ellas se sientan cómodas al hablar de este tema. Además, ha lanzado su propia línea de belleza y bienestar dirigida a mujeres menopaúsicas y perimenopáusicas. Y no sólo incluye productos para el cuidado de la piel y del cabello, sino también para aliviar la sequedad vaginal. Un tema que, hasta no hace mucho, era absolutamente tabú.

Humor y sofocos

Otra actriz que defiende hablar a las claras es Gillian Anderson. A su juicio, se trata de “admitir, libremente, que esto está pasando. Para que no pensemos que nos estamos volviendo locas o nos sintamos solas ante los síntomas que tenemos”.

De humor han tirado otras grandes de la escena. Así, cuando Emma Thompson recibió un premio en una noche de frío intenso, agradeció los sofocos de la menopausia, que le estaban ayudando a soportar las bajísimas temperaturas. A estos sofocos se refirió también en tono humorístico Whoopi Goldberg en una actuación: “¿Cómo es posible que un hombre pueda tener una erección durante 19 horas, pero nosotras no podemos evitar los sofocos?”.