
Aunque en algunos casos bien controlados puedan ser útiles, existen riesgos que inclinan la balanza a favor de la terapia hormonal convencional, si se necesita. FOTO: Freepik.
SALUD HORMONAL
Los pellets en menopausia: por qué es preferible la terapia hormonal en la mayoría de los casos
Las hormonas bioidénticas aplicadas de manera subcutánea se han retirado de algunas farmacias. Aunque en algunos casos bien controlados puedan ser útiles.
Por Silvia Capafons
04 DE JUNIO DE 2025 / 17:00
Aunque en España un 25% de las mujeres se libra de síntomas importantes durante la menopausia, según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), lo cierto es que lo habitual es transitarla con al menos alguno de estos síntomas: sofocos, insomnio, cambios de humor, sequedad vaginal o dolor en las relaciones sexuales.
Por qué sigue habiendo polémica con los pellets hormonales
La gran pregunta es: ¿cuándo conviene tomar algo para llevarlo mejor? La polémica sobre los pellets hormonales o dispositivos subcutáneos de hormonas bioidénticas con liberación prolongada lleva tiempo activa. Recientemente se ha intensificado tras su retirada de dos farmacias de la Comunidad Valenciana que se distribuían en todo el país.


Qué son exactamente y para qué se usan
Cuando hablamos de pellets hormonales, lo hacemos de formulaciones que se implantan bajo la piel (habitualmente en glúteo o abdomen) y que liberan sus principios activos durante 3 a 6 meses. Las hormonas más comúnmente utilizadas son la testosterona, que en mujeres se emplea para tratar la disfunción sexual hipoactiva, pérdida de energía, disminución del bienestar general o libido; el estradiol, que se utiliza para el tratamiento de síntomas vasomotores, alteraciones del sueño, síntomas genitourinarios y otros relacionados con la deprivación estrogénica, y la progesterona (menos frecuente), para la protección endometrial en mujeres con útero cuando se administra estradiol.
Una retirada que pone el foco en la falta de regulación
La retirada no está relacionada con una mala partida o contraindicaciones directas. El doctor Santiago Palacios, ginecólogo y fundador de la Clínica Palacios, puntualiza que responde sobre todo a cuestiones regulatorias y de trazabilidad. Además, como explica el especialista, «los pellets hormonales se preparan como formulación magistral sin estar aprobados como medicamentos industrializados por la AEMPS, presentan dificultad para ajustar la dosis una vez implantados y no cuentan con ensayos clínicos robustos a largo plazo comparativos». Es decir: aunque puedan tener valor en casos seleccionados y bien controlados, la falta de estandarización, el riesgo de sobredosificación y la imposibilidad de reversión rápida ante efectos adversos justifican una postura prudente respecto al uso generalizado.
Qué opinan los expertos sobre su seguridad y eficacia
Los expertos alertan de que hace falta más investigación y regulación antes de considerarlos opción terapéutica habitual. Para la doctora Ángela Llaneza, ginecóloga y directora médica de Instituto Médico Antiaging, «actualmente ninguna sociedad científica aconseja la prescripción en ninguna forma de las bioequivalentes. Sí recomienda el uso de terapia farmacológica hormonal convencional para combatir los síntomas climatéricos en pacientes candidatas, idealmente empezando antes de los 60 años».
Según explican, el porqué de que los pellets sustituyeran al método convencional está en un estudio mal interpretado acerca de este de 2002. Esta investigación analizaba la terapia hormonal en mujeres con alto riesgo cardiovascular. Al detectar un número inesperado de diagnósticos de cáncer de mama fue interrumpido de golpe. Esto hizo que la conclusión fuera mal interpretada y creó la percepción de que la terapia hormonal causaba cáncer de mama. Algo que, a juicio de la doctora Llaneza, no es del todo cierto. «14 años después los autores publicaron una revisión aclarándolo: el estudio se había centrado en mujeres mayores con factores de riesgo elevados y dosis altas de hormonas sintéticas; en aquellas más jóvenes y sintomáticas, sin factores de riesgo y con la dosis adecuada, la terapia hormonal convencional puede aportar beneficios significativos con riesgos menores», confirma.
¿Cuándo está indicada la terapia hormonal para la menopausia?
Para el doctor Palacios, la THM (terapia hormonal para la menopausia) está indicada en mujeres con síntomas climatéricos moderados a severos y sin contraindicaciones médicas como antecedentes de cáncer hormonosensible, trombosis o enfermedad hepática. Lo estaría, según el doctor, si se sufren sofocos, sudoración nocturna e insomnio, cambios de ánimo, irritabilidad o pérdida de concentración, sequedad vaginal, dispareunia, urgencia urinaria o infecciones recurrentes o como prevención de osteoporosis.
Los riesgos de los pellets hormonales: sin control, sin regulación y con posibles efectos adversos
Respecto a los pellets, tal y como señala Llaneza, la AEMM desaconseja su uso por varios motivos de seguridad y calidad.
- Falta de control y ajuste de dosis. Una vez implantado, el pellet libera hormonas de forma continua y no se puede modificar, lo que aumenta el riesgo de sobredosificación o insuficiencia hormonal
- Efectos secundarios como trastornos mensuales, alteraciones del estado de ánimo, acné, retención de líquidos, aumento del vello corporal y problemas cardiovasculares
- Ausencia de regulación sanitaria adecuada, pues los pellets no siguen procesos de control estrictos como los tratamientos farmacológicos convencionales.
Alternativas no hormonales para aliviar los síntomas
Cuando la THM está contraindicada o no se desea, Palacios recuerda que existen alternativas no hormonales:
- Antagonistas selectivos del receptor de neuroquinina 3, recientemente aprobada, eficaz y bien tolerada para reducir los sofocos.
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina, como la paroxetina
- Moduladores del receptor estrogénico
- Láser vaginal fraccionado, radiofrecuencia u ozono vaginal para el tratamiento del síndrome genitourinario
- Ácido hialurónico, probióticos y lubricantes vaginales, que alivian los síntomas locales
- Fitoterapia (polen, cimicífuga o isoflavonas) de evidencia variable pero aceptable cuando hay síntomas leves
- Y buenos hábitos de vida, como ejercicio, dieta mediterránea, técnicas de relajación y mejora del sueño.
En definitiva, no existe una única solución para transitar la menopausia: lo importante es conocer las opciones, entender sus riesgos y beneficios, y tomar decisiones siempre de la mano de un profesional médico cualificado.
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