Ser amable contigo mismo cuida tu salud mental y emocional. FOTO: fotograma de Euphoria.
Mente
Autocompasión: cómo usarla a tu favor para tratarte mejor
La autocompasión consiste en hablarte con la misma amabilidad y empatía con la que tratarías a tu mejor amigo cuando comete un error.
Por Sara Flamenco
19 DE DICIEMBRE DE 2024 / 13:15
La psicóloga e investigadora Kristin Neff define la autocompasión como «la capacidad de tratarnos a nosotros mismos con la misma amabilidad y comprensión con la que tratamos a los demás cuando cometemos errores o nos enfrentamos a situaciones difíciles». Ser compasivo con uno mismo es sumamente beneficioso para la salud mental y emocional, ya que permite reconocer las dificultades de cada uno sin caer en la autocrítica destructiva. «Las investigaciones muestran que quienes practican la autocompasión tienen menos probabilidades de experimentar ansiedad o depresión, ya que desarrollan una relación más saludable consigo mismos», asegura Silvia dal Ben, psicóloga y directora clínica de Unobravo en España.
No creas que la autocompasión te lleva irremediablemente a la autocomplacencia. Ser compasivo con uno mismo «no implica evitar la responsabilidad o la autorreflexión constructiva«, dice la experta. Se trata de tratarte con la misma empatía y apoyo con la que tratarías a un amigo. Esta práctica forma parte de tu propio autocuidado, que es todo aquello que puedes llevar a cabo en tu día a día para potenciar tu salud física, emocional, mental y social.
Cómo debes hablarte: así debe ser tu diálogo interno
Consiste en procurar tener una mirada amable y comprensiva contigo mismo en lugar de criticar y juzgar duramente tus errores o fracasos. «Hablarnos de esta forma implica sustituir la autocrítica destructiva por un tono amable y alentador, como lo haríamos con un amigo cercano«, afirma dal Ben. ¿Y cómo se baja esta teoría a la práctica real? Por ejemplo, en lugar de decirte a ti mismo que eres un fracaso cuando cometes un error, podrías cambiarlo por la frase: Cometí un error, pero puedo aprender y mejorar. «Este cambio fomenta la resiliencia, ya que nos permite reconocer nuestros errores sin dejar que definan nuestro valor personal», asegura la experta.
Deberías hablarte (y escucharte, como matiza la especialista de UnoBravo) con empatía, respeto y objetividad. Y en la objetividad está la clave. «Es importante usar un lenguaje de responsabilidad y no de victimización», asegura. Se trata de componer un diálogo interno que te anime a reflexionar, a crecer y a cuidarte, construyendo una autoestima sana basada en el respeto hacia ti mismo sin caer en la indulgencia.
No confundas autocompasión con autocomplacencia
Pero ser excesivamente autocompasivo con uno mismo, puede ser contraproducente. «Cuando la autocompasión se desbalancea, puede convertirse en autocomplacencia o en una forma de evitación, donde justificamos comportamientos o decisiones que podrían ser perjudiciales a largo plazo», aclara Silvia dal Ben. Este tipo de comportamiento, en lugar de ayudarte a crecer, puede frenar tu desarrollo personal y disminuir tu capacidad de asumir las responsabilidades que te corresponden.
Una autocompasión saludable significa «reconocer los pensamientos propios, emociones y dificultades con empatía, pero también con una dosis de autorreflexión constructiva«, como afirma dal Ben. Es decir, es vital cuidar de ti mismo, pero sin excusarte en exceso. En su medida adecuada, la autocompasión impulsa la mejora y el desarrollo pero en exceso, puede promover la pasividad y el conformismo.
Los beneficios de ser compasivo contigo mismo
- Fortalece la autoestima: una autocompasión saludable permite reducir la tendencia a la autocrítica destructiva que, en ocasiones, puede acabar socavando la autoestima. Cometer un error no determina tu incompetencia en algunos aspectos y decírtelo a ti mismo hará que te creas más capaz de abordar estas situaciones en otros momentos en lugar de evitarlas.
- Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión: «El autocuidado mental disminuye la activación del sistema de alerta del cerebro, reduciendo el estrés y promoviendo una respuesta emocional más equilibrada», indica Silvia dal Ben.
- Mejora la resiliencia: al ser amable contigo mismo en lugar de castigarte por tus errores, promueves un estado mental de mayor calma y resiliencia. «La autocompasión te facilita enfrentar los desafíos de forma más constructiva», asegura la experta de UnoBravo.
- Fomenta las relaciones interpersonales: un buen diálogo interno también mejora tus relaciones con los demás, ya que la amabilidad hacia uno mismo te permite ser más empático y menos reactivo con los demás. «Al final, tratarnos mejor no solo mejora nuestro bienestar personal, sino que también fortalece nuestra capacidad para adaptarnos, crecer y conectar con los demás desde una postura de mayor salud y empatía», concluye Silvia dal Ben.
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