Las listas, que los expertos recomiendan escribir a mano, tienen que formar parte de la agenda. Foto: Pexels
MENTE
Por qué hacer listas te puede ayudar a controlar el estrés y cómo hacerlas bien
Son prácticas, ayudan a no olvidarse de las cosas y a organizarse mejor. Y, además, pueden ser una gran herramienta para gestionar la ansiedad siempre que se hagan siguiendo unas pautas.
09 DE DICIEMBRE DE 2024 / 17:33
Puede que no le pase a todo el mundo. Pero qué placentero es tachar las tareas pendientes en una lista. Tiene algo de objetivo conseguido, de liberación e, incluso, de dar un paso al frente. «Es lo en psicología conductista llamaríamos un refuerzo negativo. Es decir, premiar algo quitando otra cosa que no nos gusta», sostiene Buenaventura del Charco, director de la clínica de psicología online Estar contigo Terapia. Hacer listas es una de esas costumbres -o manías- que todo amante del orden tiene. Sin embargo, sus beneficios son aplicables a cualquier persona.
Como señala el psicólogo, «la mente siempre prefiere aquello que es definido, claro y que puede entender». Por tanto, «al hacer una lista damos forma, concretamos lo que hemos de hacer. En cierto modo nos ponemos un rumbo que nos permite arrancar e ir hacia ello», añade. Es una manera de combatir la incertidumbre y la desorganización, grandes palancas de emociones como la ansiedad y el estrés. Podríamos decir, por tanto, que esos listados tienen un efecto calmante.
Aligerar la carga mental
El otro gran beneficio de hacer listas lo destaca Patri Psicóloga. «Nos ayudan a liberar la mente de muchas cosas que no es necesario estar recordando a cada momento». De ese modo, cuando en un papel escribo que tengo que pedir cita al médico; comprar el regalo de una amiga y llamar al banco, estoy aligerando la temida carga mental que tanto nos acecha. «Así, uno puede centrarse más en el momento presente para concentrarse en el trabajo o disfrutar del ocio», añade la autora de Cómo tener tiempo para todo (Grijalbo). Precisamente, en su libro, Patri dedica un apartado especial a la elaboración de listas para que sean realmente útiles. En su opinión, lo ideal es que estén dentro de la agenda -o añadidas al planner, si es que preferimos este formato-, en hojas aparte o en pósits.
Otros trucos prácticos y efectivos de la psicóloga: recoger todo en la misma lista (a excepción de los futuribles que no puedes resolver en el día o en la misma semana); marcar en fosforito palabras clave y, una vez terminada, hacerle una foto con el móvil para tenerla siempre a mano. «A veces -añade Del Charco- es interesante descomponer la tarea en subtareas más pequeñas, para tener esa sensación de tachar cosas y de avanzar». Por ejemplo, en lugar de limpiar la habitación, se podría detallar en «ordenar el cajón de camisetas», «cambiar las sábanas» y «barrer el suelo». Aunque, advierte, puede que esta técnica agobie a algunas personas.
Hacer las listas por escrito
Aunque si hay un consejo que comparten todos los expertos en hacer listas por escrito. «El proceso de escribir ayuda a ordenar y calmar el pensamiento», asegura el experto. De hecho, existe gran cantidad de estudios neurocientíficos que demuestran el poder de la escritura. Desde su capacidad para fijar la memoria a largo plazo, hasta provocar una mayor activación del hipocampo, así como de áreas asociadas al lenguaje y la visualización imaginaria.
Esto no quita que, de manera ocasional, o, incluso, complementaria, tiremos de recursos tecnológicos. Estos ofrecen funcionalidades que el papel de la agenda no aporta. Por ejemplo, cualquier sencilla app de notas permite compartir listados, algo muy útil para organizar la compra con la pareja o el compañero de piso. O añadir las tareas al calendario del móvil para recibir avisos. También hay otras más sofisticadas, como Asana, que resultan perfectas para los trabajos en equipo. O Monday.com, la favorita de los amantes de los excels… Pese a todo, nunca hay que olvidarse por completo del combo pósit-bolígrafo.
Un poco de realismo y autocrítica constructiva
Más allá de los trucos prácticos, es importante tener en cuenta otros aspectos de carácter subjetivo. «Las listas han de contener expectativas realistas: escribe sólo lo que seas capaz de hacer», aconseja Patri Psicóloga. En la misma línea, Buenaventura del Charcho recomienda quitar siempre dos o tres elementos al listado o fijarnos un máximo. «Siempre tendemos a incluir más objetivos de los que podemos abarcar», explica. No es sólo una cuestión de organización, sino de evitar el efecto contrario. Hacer listas debe contribuir a estar menos estresado no a provocarnos culpabilidad o más ansiedad.
Por eso, es importante relacionarse con ellas de forma flexible, realista y sin perder la autocrítica. «Las listas hablan. Cuando no conseguimos tachar algo día tras día, nos dice que esa tarea es aburrida, complicada o que no deseamos realizarla. En este caso, es importante analizar el porqué y, sobre todo, sacarla del listado», concluye Patri Psicóloga.
- TEMAS
- PSICOLOGÍA
WeLife hoy
Pensamientos negativosPilates con pesasMúsculo soleoAcné en menopausiaTardeoSiguenos :)