
El aburrimiento y el burnout provocan que te sientas insatisfecho y muy desmotivado en tu trabajo. FOTO: Pexels.
Mente
Aburrimiento o burnout: claves para identificarlo en tu trabajo
Sentirte agotado puede ser señal de burnout. Pero también puede ser aburrimiento por falta de estímulos. La clave está en saber diferenciarlos para poder actuar.
Por Marcos López
17 DE MAYO DE 2025 / 08:17
Ha sido un fin de semana lleno de alegría. Pero cuando el domingo empieza a oscurecer, esa sonrisa que llevas en la cara se borra sin remedio. Mañana toca volver al trabajo. Aunque este bajón dominical es bastante común, hay veces que va más allá de lo emocional y te golpea a nivel físico. ¿Se trata de aburrimiento o es ‘burnout’?
La doctora Natalia Moreno, directora de la Unidad de Psicología de HM Hospitales, lo explica: «El burnout o síndrome del trabajador quemado aparece cuando el estrés o la presión laboral es tan intensa, frecuente o duradera que empieza a interferir en nuestra vida». Se manifiesta a través del agotamiento mental, la disminución del rendimiento, ansiedad, irritabilidad, desmotivación, y un cansancio que lo impregna todo».
No siempre es estrés: a veces es hastío
Pero no siempre es el estrés lo que explica el malestar. A veces, el trabajo simplemente te provoca un soberano aburrimiento. Y aunque no sea tan nocivo como el ‘burnout’, tampoco es una buena señal. Te contamos cómo distinguir entre ambos para saber cómo actuar.


Cuando el trabajo te gusta… pero no te deja vivir
En realidad te encanta tu trabajo. Lo que explica que le hayas dedicado, y le sigas dedicando, tantas horas. Incluso cuando, como sería durante los fines de semana, supuestamente no toca. Pero no puedes más. Como apunta la doctora Moreno, «como otros tipos de estrés crónico, el burnout depende de muchas variables. En este caso muchas son externas, como los cambios de horarios, la desorganización en las tareas o la presión por la consecución de objetivos. Pero también están involucrados factores personales, es decir, las personas más autoexigentes, perfeccionistas, detallistas, con dificultad para delegar, que suelen dedicar más horas y días, presentan en mayor medida los síntomas del ‘burnout».
El resultado: de tanta ansiedad acumulada, de tanto sentir que tu trabajo ha tomado las riendas de tu vida sin dejarte tiempo para pensar en nada más, te has acabado quemando. Que sufres burnout y, víctima del estrés crónico, no puedes dar respuesta a tus obligaciones laborales. De hecho, tampoco eres capaz de cuidar como merecen tus relaciones personales. Estás física, mental y emocionalmente extenuado. Ni siquiera eres capaz de cuidar de ti mismo. Has llegado al límite.
Tu cuerpo también lo nota
Como refiere la experta, «además de la sintomatología cognitiva y emocional, el burnout puede generar y afectar a otras áreas de la vida. Afecta al sueño y al descanso, lo que nos hace estar más irritables, con menos paciencia y generar así un aumento de los conflictos, especialmente en la unidad familiar«.
Pero aún hay más. El burnout «también puede generar una disminución en el número de actividades gratificantes que se realizan, aumentado así el aislamiento y generando un deterioro en el área social y de amistades, aumentado la sintomatología depresiva», alerta la doctora Moreno.
Aburrirse también agota
Tus jornadas laborales se te hacen interminables. Demasiada rutina. Todos los días parecen iguales y te aburres sin remedio. La monotonía hace que no te sientas para nada motivado y que tu productividad no sea tan buena como debería. Cometes errores, pero no por culpa del bloqueo mental que causan el estrés y la ansiedad, sino porque no prestas atención a lo que haces. Incluso hay días en los que no haces nada, lo que acrecienta tu sensación de tedio. Y si bien esta sensación de continua insatisfacción hace que tu estado de ánimo se encuentre bajo mínimos, puedes desconectar cada vez que acabas tu jornada. Lo que no sucede si has desarrollado burnout.
«El burnout y el boreout, aburrimiento en el trabajo, son dos conceptos diferentes cuyas causas suelen ser muy distintas. En el burnout suele aparecer más presión, exceso de demandas laborales, autoexigencia, etc., mientras que el aburrimiento viene más determinado por, entre otros motivos, escaso trabajo, ausencia de objetivos o poca motivación en las tareas que se realizan».
El burnout y el aburrimiento en el trabajo no son lo mismo, ni duelen igual
El burnout genera, entre otros síntomas, estrés, ansiedad, irritabilidad y dificultades para dormir. El aburrimiento provoca desmotivación, apatía y desinterés. Ambos deterioran la salud mental, pero requieren estrategias distintas para abordarlos.
Buscar el equilibrio, aunque cueste
Si trabajas demasiado, te quemas. Y si trabajas poco (o nada), te aburres. Así que, según los expertos, la clave está en encontrar un punto intermedio. Para ello, establece límites entre tu trabajo y tu vida personal, practica el autocuidado –el mindfulness puede resultar de gran ayuda– y prioriza el tiempo que pasas con tus seres queridos.
Trabaja para vivir, no vivas para trabajar.
WeLife hoy
Alimentos migrañasRespirar malBurn outConfesar infidelidadLactasaSiguenos :)