Chiara Ferragni y Fedez cuando todavía eran felices. Foto: Instagram
Relaciones
Firedooring, la tendencia tóxica que se ha hecho viral y destroza las parejas
Se trata de una relación desigual en las que un miembro de la pareja sólo muestra interés cuando le conviene, creando una dependencia emocional en la otra persona.
Por Sara Flamenco
04 DE ABRIL DE 2024 / 07:50
Parece que España sigue siendo un país para vivir en pareja. Al menos eso es lo que arrojan los datos del Instituto Nacional de Estadística, que asegura que en nuestro país hay más de 9,8 millones de parejas. Que sean saludables ya es otro cantar, y más con la irrupción de las redes sociales y las apps de citas, que permiten comportamientos más cobardes amparándose en el anonimato. Y es que es más fácil comportarte mal cuando no tienes a la otra persona delante.
Existe un nuevo léxico para todos estos comportamientos tóxicos. Así, palabras como ghosting, breadcrumbing o stashing comienzan a sonarnos pero ahora se añade un nuevo término que empieza a ser habitual: el firedooring. Vamos a explicar detenidamente qué significa, cómo detectarlo y las claves para evitarlo.
Qué es el firedooring
Este término viene de la palabra inglesa firedoor, que no es otro que puerta de emergencia, esas que se usan en situaciones límite, como un incendio, y que sólo puede abrirse por el interior, no desde fuera. Así, se refiere a esas relaciones en las que existe un claro desequilibrio, en las que un miembro de la pareja muestra un gran interés mientras el otro sólo lo muestra cuando le conviene. De este modo no hay reciprocidad ni en el compromiso, ni en la satisfacción emocional, ni en la responsabilidad afectiva ni, probablemente, en el propio cariño y amor. En este tipo de relaciones, una persona tiene la libertad de entrar y salir a su antojo, mientras que la otra queda atrapada, esperando un cambio. Una de las partes mantiene el control sobre la relación, ofreciendo pequeñas dosis de interés de forma intermitente para mantener viva la esperanza de la otra persona, lo que dificulta su avance y su capacidad para seguir adelante.
Aquellas personas que se ven inmersas en este tipo de dinámicas suelen enfrentar problemas de autoestima, sintiendo que no son suficientes para encontrar algo mejor y deben conformarse son lo que tienen, por lo que se dejan controlar por el otro y recoger las migajas de su afecto. Y el problema está en auge, promovido por la forma de comunicarse en la actualidad, muy frecuentemente a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea; además de las expectativas poco realistas sobre el amor que ofrecen este tipo de tecnologías.
Este tipo de relaciones son tóxicas y desiguales, ya que el amor y el cariño fluyen en una sola dirección. Según explica el psicólogo Rony Begood en un artículo, este desequilibrio ocurre porque la persona que ejerce el firedooring carece de responsabilidad afectiva, involucrándose en una relación para alejarse cuando ya ha satisfecho una necesidad concreta. Pero, ahí es donde entra el refuerzo intermitente, y es que no sale del todo de la vida de la otra persona, sino que vuelve a contactar en los momentos en los que le interesa. Así, el miembro de la pareja que es víctima de esta situación tiene una gran dependencia emocional del otro, hecho que se aprovecha para ejercer un control total sobre esa persona, a quien utiliza para cumplir un determinado objetivo y, luego, guarda la suficiente distancia como para no romper el vínculo.
Cómo detectar el firedooring en la pareja
Lamentablemente, este comportamiento tóxico es más común de lo que podríamos imaginar y, una vez atrapado en esta dinámica, es complicado salir de ella. Por eso es importante estar atento a las señales tempranas que pueden indicarte que estás siendo víctima de firedooring:
- Desigualdad: todas las personas pueden tener mejores y peores momentos pero si tu sensación es que ganan más los malos que los buenos y siempre tienes que hacer esfuerzos para mantener la relación, pero no ves la misma implicación por la otra parte, quizá estés siendo víctima de este comportamiento tóxico.
- Sensación de control: el control y la manipulación se suelen manifestar de una manera muy sutil, por lo que a veces es difícil identificarlo. Debes observar el comportamiento de tu pareja y su reacción ante tus sentimientos. Si te sientes emocionalmente invalidado y la otra persona no quiere afrontar el tema, deberías considerar alejarte.
- Se salta los límites: en toda relación, ya sea de pareja o de amistad, deben existir unos límites claros, unas líneas rojas (red flags, por continuar con los términos en inglés) que nadie debería traspasar para salvaguardar tu salud mental. Si observas que la otra persona se salta sistemáticamente esos límites sin importarle tus sentimientos al respecto, te encuentras sin duda en una relación poco saludable.
- Normalizar sentirte mal: si cada mañana al levantarte no te sientes feliz y plena con tu pareja, quizá te encuentres sin saberlo en una relación tóxica. Es común normalizar estos sentimientos, sobre todo si sufres de falta de autoestima, pero debes tener en cuenta que una relación debe aportarte, no restarte felicidad.
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