Por qué no eres capaz de enamorarte (aunque quieras)

En la película El lado bueno de las cosas, ni el personaje de Jennifer Lawrence ni el que interpreta Bradley Cooper están preparados para amar. Sin embargo, ambos consiguen vencer sus desconfianzas previas hasta lograr enamorarse y generar un fuerte vínculo entre ellos. Igual no es filofobia, o miedo a enamorarte, pero no siempre se está preparado para una relación cuando encuentras a la persona adecuada. A veces, uno mismo pone frenos por simple y puro miedo.

Si has tenido una ruptura dolorosa o has pasado demasiado tiempo sin pareja, puede que hayas desensibilizado en el amor. Se nota porque te cuesta enamorarte, seguramente razonas demasiado las relaciones y tú mismo puede que coartes el proceso. Con tu corazón cerrado por varios candados, te sientes más seguro. Todo lo haces para que no ocurra el temido enamoramiento. En ese proceso, dejas de sentir lo malo, pero también lo bueno. Una psicóloga nos explica cómo saber si te pasa y cómo afrontarlo.

Qué es estar desensibilizado en el amor

Si tienes miedo a amar, lo más probable es que te cierres en banda a establecer cualquier tipo de relaciones. También puedes decidir apostar sólo por el sexo y tratar de evitar cualquier vínculo profundo.

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“Cuando decimos que alguien esta desensibilizado en el amor nos referimos a esa condición en la que una persona experimenta una disminución o pérdida de sensibilidad emocional hacia las expresiones de afecto, ya sea en las relaciones románticas o en general”, explica Maribel Ariza, psicóloga experta en trauma y alta sensibilidad.

El riesgo que puede tener esto, según advierte la experta, “es no sólo un impacto negativo en la calidad de las relaciones personales, sino también en la capacidad de experimentar la plenitud emocional en la vida”. A lo mejor, incluso, intentas enamorarte, pero tú mismo pones barreras para que suceda. Esto ocurre porque “la persona desensibilizada en el amor sufre una falta de interés o motivación para la búsqueda de relaciones afectivas y se siente indiferente a la hora de establecer ese tipo de conexiones”. Por ejemplo, puedes percibir las relaciones como complicadas o que no merecen la pena, lo que se traduce en una apatía general hacia el amor.

Qué causas hacen que tengas miedo a amar

La desensibilización en el amor no es una condición permanente y resulta de una variedad de factores, tanto internos como externos, que varían en cada individuo. “Entre las causas más comunes que la originan hay experiencias y situaciones vividas a lo largo del tiempo”, apunta Ariza. Entre las más comunes, la psicóloga destaca los traumas emocionales, que provocan un mecanismo de defensa para evitar el dolor asociado con las relaciones intimas.

También experimentar sucesivas desilusiones en el amor y relaciones fallidas puede provocar que “la persona se cierre emocionalmente para protegerse de futuros desencantos”. Otras causas que pueden provocarlo es el estrés crónico, que hace que te desconectes emocionalmente para evitar otra sobrecarga. También el miedo al rechazo o haber vivido expuesto a relaciones tóxicas o disfuncionales pueden conducir, además de a un apego ansioso o evitativo, a la desensibilización emocional como una forma de autoprotección. El objetivo es evitar la vulnerabilidad y el riesgo de ser heridos.

Cómo saber si estás desensibilizado en el amor

Cuando intentas enamorarte y no eres capaz, puede que la razón sea que estás desensibilizado en el amor. Como explica Maribel Ariza se puede percibir cuando respondes “de forma neutral o sin entusiasmo ante situaciones que normalmente evocarían una respuesta emocional intensa”.

Evitar la intimidad emocional es una forma de protección contra la vulnerabilidad emocional. “Detectar si estás desensibilizado en el amor, es ante todo un proceso personal que requiere una autoevaluación y reflexión honesta sobre tus propios sentimientos y comportamientos en el contexto romántico”, afirma.

La psicóloga enumera una serie de señales que podrían hacer saltar la voz de alarma. Por ejemplo, la ausencia de emociones profundas «en comparación con lo que sentías antes”. También una conducta evitativa de relaciones íntimas o dificultad para expresar afecto. Otra sería la apatía hacía las relaciones afectivas.

Además, anima a estar atentos ante el uso que hacer de tus mecanismos de defensa. “Si recurres con frecuencia a ellos, como la negación de tus emociones románticas o la supresión de tus sentimientos, para evitar la vulnerabilidad”. Pero también recuerda que “experimentar ocasionalmente uno o dos de estos síntomas no necesariamente implica que estés desensibilizado en el amor. Pero si notas una tendencia, podría ser útil buscar apoyo”.

Técnicas para volver a amar sin miedos

Si estás en un proceso de desensibilización en el amor y sientes miedo a enamorarte, la psicóloga Maribel Ariza explica cómo volver a abrirte a la posibilidad de amar.

Lo primero, recuerda que “cada persona es única y su proceso es diferente”. Por eso, subraya que “lo más importante es escuchar tu propio corazón, ser honesto contigo y permitirte experimentar el amor de manera auténtica y significativa”, recomienda, además de “tener en cuenta que el proceso puede llevar tiempo, y está bien buscar apoyo. La clave es ser paciente contigo y estar abierto a nuevas perspectivas y experiencias emocionales”. Estos son sus consejos prácticos para volver a amar:

Autoconocimiento: tómate el tiempo para reflexionar sobre tus experiencias pasadas, identifica las causas de tu miedo al amor y comprende cómo estas experiencias han afectado tus relaciones. Este es el primer paso para superar los obstáculos emocionales.

Trabaja en tu autoestima: cultiva una actitud positiva hacia ti mismo y trabaja en mejorar tu autoestima. Reconoce tus cualidades y fortalezas, y aprende a valorarte como persona única y valiosa.

Aborda las heridas emocionales: si hay heridas emocionales no resueltas que están afectando tu capacidad para amar, considera buscar apoyo profesional, ir a terapia, para abordar estas heridas y sanar emocionalmente.

Permítete ser vulnerable: aprende a aceptar y abrazar la vulnerabilidad como parte natural de las relaciones humanas. Permítete ser auténtico y mostrar tus verdaderos sentimientos a los demás, sin miedo al rechazo o al juicio.

Abre tu corazón poco a poco: no te presiones para enamorarte de inmediato o para establecer una relación seria de inmediato. Date permiso para explorar tus sentimientos y abrir tu corazón poco a poco a medida que te sientas cómodo y seguro.

Establece límites saludables: aunque es importante abrirse emocionalmente, también es crucial establecer límites saludables en las relaciones. Aprende a identificar y comunicar tus necesidades y límites personales de manera clara y respetuosa.

Practica el autocuidado: dedica tiempo para cuidar de ti y atender tus necesidades físicas, mentales y emocionales. Practica actividades que te hagan sentir bien y que te ayuden a reducir el estrés y la ansiedad.

Rompe con la rutina y sal de tu zona de confort: anímate a conocer gente nueva y a participar en actividades sociales que te interesen. Salir de tu zona de confort te permite expandir tus horizontes y conocer personas que comparten tus intereses y valores.

Date tiempo: no te apresures en encontrar el amor o en establecer una relación. Date tiempo para disfrutar de tu propia compañía y para construir relaciones sólidas y significativas de manera gradual y orgánica.

Sé paciente y compasivo contigo mismo: la recuperación emocional y el proceso de volver a enamorarte pueden llevar tiempo y esfuerzo. Sé paciente y compasivo contigo mientras trabajas en superar tus miedos y abrirte al amor de nuevo.

Acepta el riesgo emocional: comprende que el amor implica cierto nivel de riesgo emocional. Aceptar este riesgo puede ser el primer paso para abrirte nuevamente al amor.

Terapia o asesoramiento: considera buscar la ayuda de un terapeuta si el problema está afectando significativamente tu vida diaria. Un profesional puede proporcionar apoyo para explorar y abordar las causas subyacentes de la desensibilización emocional, así como establecer un correcto diagnóstico .