
Esperar 90 segundos te ayudará a evitar que la ira tome el control de tus acciones. FOTO: Pexels.
Mente
La regla de los 90 segundos para no enfadarte: cómo controlar tus emociones antes de perder los nervios
La vida media de una emoción es de únicamente 90 segundos, transcurridos los cuales el cerebro, y todo el cuerpo, recuperan la calma. A no ser que te empeñes en revivirla una y otra vez.
Por Marcos López
23 DE ENERO DE 2025 / 12:15
Son muchas las situaciones que pueden hacer que una persona pierda los nervios. Que se deje llevar por el enfado, cuando no por una ira desmedida, y cometa acciones, verbales o incluso físicas, de las que antes o después tenga que arrepentirse. Así que toca apretar los puños y mantener la situación bajo control. Lo que, además de fácil, se logra de forma muy rápida. Tan sólo hay que seguir la regla de los 90 segundos.
Sam Frerer, psicóloga clínica, explica que «la vida media de una emoción es de únicamente 90 segundos. No en vano, un minuto y medio es el tiempo que tarda una emoción en subir y bajar, así como el de todas las sustancias químicas asociadas que fluyen por nuestro cuerpo».


No dejes que tus emociones tomen el control
La regla fue ideada por la neurocientífica Jill Bolte Taylor a partir de las enseñanzas de El Hombre en Busca de Sentido, libro en el que Viktor Frankl, psiquiatra, neurólogo y filósofo al que se atribuye el concepto de optimismo trágico o resiliente, narra sus experiencias en distintos campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Una obra en la que, entre muchos pensamientos, el superviviente del Holocausto destaca que un ser humano puede ser despojado de todo salvo de su libertad de elegir su actitud.
Por tanto, da igual que la vida no sea demasiado amable. Todas las personas se ven continuamente obligadas a afrontar situaciones que les sacan de sus casillas. Lo verdaderamente importante es su respuesta a las mismas. Dejar que sus emociones tomen el control o, por el contrario, mantenerlas a raya. Para lo que únicamente tiene que esperar a que pase minuto y medio.
Espera 90 segundos
El cerebro responde a una emoción negativa, como sería la generada por una agresión verbal o física, llenando el torrente sanguíneo de hormonas del estrés. Especialmente de adrenalina que prepare al cuerpo para luchar –o huir–. Una respuesta que, si bien puede parecer desmedida, permitió a nuestros ancestros sobrevivir a los peligros de un mundo menos civilizado y más hostil.
Sin embargo, esta reacción hormonal no dura para siempre. De hecho, como han mostrado las investigaciones de la doctora Taylor, el tiempo que transcurre entre que la sangre se colme y se vacíe de todo rastro de adrenalina es de 90 segundos. Pasados los cuales el cerebro, y el resto del cuerpo, se calman.
Tienes que romper el bucle emocional
Hay que tener en cuenta, como apunta Sam Frerer, «que las emociones, aun negativas, no son el enemigo. Tan sólo son mensajes químicos que nos indican que algo importante está ocurriendo en nuestras vidas, por lo que deberíamos hacerles caso. Y más importante aún, que son temporales: crecen hasta alcanzar un pico y luego caen hasta disiparse».
Pero ya han pasado varios minutos, cuando no horas o días, y el enfado persiste. Lo que, indica la experta, «se debe a que tus pensamientos y acciones, como sería estar reflexionando, más bien rumiando, una y otra vez sobre lo acontecido, te mantienen atascado en un bucle emocional«.
Así se explica que algunas experiencias negativas (muy) intensas sigan desquiciando a las personas al cabo de décadas. El cerebro evoca el recuerdo y revive la emoción asociada, volviendo a desencadenar una respuesta fisiológica. O lo que es lo mismo, a liberar las hormonas del estrés. Que una vez más desaparecerán a los 90 segundos. A no ser que sigas dándole vueltas y todo vuelva a empezar.
Elige vivir sin enfadarte
En definitiva, destaca la doctora Nicole LePera, psicóloga clínica y autora, entre otros libros de éxito, de How to meet yourself, «somos muchas las personas que tenemos la costumbre de revivir inconscientemente una emoción una y otra vez a lo largo de días, semanas o años. Y aquí debe entrar en juego la regulación emocional, una de nuestras capacidades más importantes y que nos permite sentir conscientemente y liberarnos de los estados emocionales sin convertirnos en la emoción».
En realidad, dejarse llevar por la cólera no merece la pena. No sólo porque puede poner fin en un instante a una relación de toda la vida, sino porque puede poner en riesgo tu salud e, incluso, tu vida. «Las emociones son mensajes importantes, no dictadores de nuestro comportamiento«, concluye la doctora LePera. Elige tu camino. Sin enfados.
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